Las palabras las escucho lentamente, es como si cada silaba fuera una bala directo en mi pecho, porque la realidad es que no quiero escoger quien vive. No deseo en lo absoluto, intentar pensar en una vida sin alguna de las dos, pero, su padre… mi suegro, parece llevarme a un precipicio donde sin lanzarme, siento que estoy cayendo.
— ¿De verdad conoces a tu hija? — pregunta mi suegra.— Es su vida, ¿ahora importa si la conozco o no? — pregunta mi suegro molesto.— Señor Pussi, no tengo intenciones de escoger quien vive o muere. Puede llamarme egoísta y pensar que quiero aferrarme a mi hija, pero, no me parece justo para ella o para mí que asesinemos a una bebé que soportó tanto para seguir conmigo.— ¡Es mi hija!— Ella es mi esposa y mi hija. Así que, mi decisión es esta: oraré porque no haya alguna novedad, pero, no decidiré quNo me atrevo a entrar a su habitación, pero, tampoco me atrevo a marcharme, así que, desde la puerta, observo si ella se despierta o no. Pero, no importa por cuanto tiempo la miré, ella no se mueve.En mi puesto, observo como sus padres lloran al verla así y yo los acompaño en su dolor, porque no me parece justo ni mucho menos agradable ver como ella se ve tan frágil, que causa miedo que al tocarla se desvanezca completamente.— Esto es mi culpa. — susurro.— Es la culpa de todos, nosotros fuimos negligentes con la amenaza que significaba Ivanna. Si hubiésemos tomado las medidas antes de que ella fuera a la mansión principal, quizás, la historia fuera otra.— Sería igual, Roswell habría buscado a otra persona para poder causarnos daño. Ivanna solo fue un peón que podría cambiar a su antojo, si esta se destruía. La causa de todo este mal
Horas despuésMis padres han continuado discutiendo lo que el investigador nos ha dicho, mientras yo estoy recostado a la pared desde donde puedo ver la camilla donde se encuentra mi esposa. Pero, no importa cuánto tiempo pase, ella no se mueve.— Lo mejor es que entres, Kendrick. Dicen que las personas que están en esas condiciones necesitan escuchar la voz de la persona que aman, hijo. — dice mi madre.— No quiero entrar y hacerle más daño. — digo con temor.— Recuerda que tu bebé está en su vientre. Necesitas hablarle, decirle que no está sola. Que el peligro ya ha pasado.— ¿Y si no ha pasado?— Ha pasado, Dios nos permitió que a pesar de que pasara por tanto en manos de esos locos y siguiera con nosotros. Eso es porque las salvó porque su tiempo en la tierra no ha terminado. — dice mi madre.De inmediato, estoy de acuerd
Dudo de que sea una buena idea para ambos. Porque Shantelle se encuentra tan débil que temo que eso pueda empeorar a Taddeo. Pero, sé que si me niego, lo hará por su cuenta y posiblemente, los resultados no sean buenos.— Está bien, vayamos a ver a tu madre. — susurro con tristeza.Taddeo, sonríe de tal forma que sus ojos brillan y yo me arrepiento porque sé que ese brillo no estará después de que la vea. Decepcionado por hacer que mi hijo vuelva a experimentar algo doloroso, camino con él agarrado de la mano, rumbo a la habitación donde mis suegros, duermen.Taddeo, me mira y hace una señal de silencio. Así que, yo asiento y juntos, avanzamos hacia la camilla donde Shantelle descansa. El niño, con cuidado, toca el pie de Shantelle y lentamente desliza su mano a medida que avanza por su cuerpo.Cuando creo que se quedará en su vientre, su mano se queda so
Al día siguienteNo dormí, muchas cosas pasaron por mi mente cuando regresé a la habitación de Taddeo, pero, ninguna justificaba la forma en la que le hablé a mi suegro y no sé si esta sea una situación en la que deba pedirle disculpas a Shantelle.— Kendrick… — dice mi madre.— ¿Dime?— Estas muy perdido. Estamos hablando de algo importante y no prestas atención. — dice mi padre.— Lo siento, ¿de que hablaban?— Del estado de Shantelle y su padre. — dice mi madre y yo suspiro profundo.— No tengo energía para enfrentarme a él.— Está pidiendo un aborto. Se ha enfrentado a varios doctores porque estos le han pedido tu autorización. Creo que debemos intervenir, antes de que él haga las cosas por su cuenta. — dice mi padre y yo no sé cómo hacerlo.Esto
Así que, dejamos que él descargue todo su dolor por medio del llanto, porque así al menos puede desahogarse sin causarle daño a los demás. Pero, al poco tiempo de llorar, es Taddeo quien lo abraza, como si comprendiera que es lo que necesita para poder sanar de su dolor.— Taddeo… — susurro aturdido.— Abuelo, no llores. A mami no le gustará despertar y verte llorando. — susurra Taddeo.El señor Pussi, continúa llorando, pero, esta vez se aferra al cuerpo de Taddeo, como si fuera una balsa para un náufrago. La seguridad llega, pero, yo hago una señal de alto, para que no interrumpan el momento emotivo que está experimentando mi suegro.Poco a poco, su llanto es menos fuerte, hasta que finalmente Taddeo se aleja del hombre que él ha consolado como su madre le enseñó: abrazándolo y dándole palmadas en su espalda.&mdash
Una semana despuésEl mundo se ha detenido para mí. Aunque he tenido buenas noticias, porque la bala no se ha movido de donde se quedó desde el impacto, Shantelle sigue sin despertar y aun no es tiempo para poder adelantar el nacimiento de la bebé.Taddeo, fue dado de alta hace cuatro días, después de no tener más excusas para que quede internado, porque no tiene heridas que requieran de que esté internado, pero, se mantiene en el hospital en la habitación de Shantelle, hablándole o suplicándole que despierte.— Señor, lo mejor es que él regrese a su vida habitual. — informa su terapeuta.— Lo sé, pero, cada vez que le digo que debe volver con los abuelos para ir a clases, dice que le duele la cabeza o la espalda. — respondo.— Usted sabe que está intentando manipularlo para que le permita quedarse.— Extrañ
Decidido a hacer lo mejor para mi familia, reúno toda mi energía y atención para poder hacer esta tarea bien. Pero, hay cosas que no puedo hacer sin salir de esta habitación y con la presencia de Roswell en este hospital en cualquier momento, o me atrevía a salir de aquí.— Padre, préstame a tu asistente. — pido a mi padre.— Desde que dejé de trabajar, no lo he necesitado. Solo cuando llamo necesito su ayuda.— Entonces, llámalo, por favor. No puedo hacer todo solo, necesito que alguien competente verifique que todo está bien con lo que le voy a pedir. — digo y mi padre duda.— Hijo, entiendo que quieras…— No, no vengas a decirme que me quede de brazos cruzados con la mujer que protegió a Taddeo hasta el final, no me digas que son así de crueles.Ellos se quedan en silencio por varios segundos, pero, al final, asienten.
Regreso hasta la habitación de mi esposa, deseando que este sea el único encuentro que tenga con Raúl y su familia. El asistente de mi padre, me envía avances de sus logros y el equipo médico se prepara para el traslado, mientras yo me concentro en la seguridad de mi esposa.Con todo lo que ha sucedido, ya no me confío en el equipo de seguridad, por lo que, le pido su arma a uno de ellos para llevarla yo. Mi padre, de inmediato desaprueba con su cabeza lo que hago, pero, no estoy interesado en complacerlo dejando de hacer cosas que necesito hacer por mi familia.— No eres un asesino.— Defensa propia. — le informo.— ¿Qué has dicho?— Si ese hombre o Roswell se atreven a acercarse a nosotros, aunque finjan buenas intenciones, les apuntaré con el arma. Porque no voy a tolerar más que se acerquen a nosotros fingiendo buenas intenciones.>> Ya lo han h