Tenía dieciséis años cuando me pararon frente a él,un hombre arrogante que no hacia más que mirar por encima del hombro a los demás,un hombre que manejaba cada cosa con dinero,que de seguro no sabía hacer nada por si mismo y que tenía un ejército de sombras a sus espaldas. Ese tipo de hombre, es con quien me comprometieron. *** Era un día normal para mi,un día como cualquier otro, salir del Colegio e ir directo a casa para ayudar a mi familia en lo que fuera necesario. O eso creí hasta llegar a casa. Al abrir la puerta lo primero que recibí fue un plato de plasticó en mi rostro,entre preocupado y me encontré con mi madre buscando algo con desespero por toda la sala. Ella siempre a sido un tanto extraña pero nunca había llegado a tal extremo de poner patas arriba nuestra casa,la "mamá loca del órden" Estaba tirando la casa por la ventana buscando sabe Dios que cosa. Me acerqué con cuidado a ella y me senté de rodillas a su lado,no se percataba
Tocaron a la puerta y mi madre saltó del sillón hacia ésta en dos segundos, sacudió su ropa y arreglo su cabello, dejó ir un suspiro para por fin abrir la puerta y dejar pasar a la persona del otro lado,que con lo que mi madre tardo en abrir la puerta sería una sorpresa que aún estuviera ahí fuera. Un hombre mayor fue el primero en entrar,lo siguieron dos hombres más jóvenes a sus espaldas con cara de pocos amigos,curioso observe a cada una de las personas frente a mí. El anciano tendría unos setenta años más,con un traje hecho a la medida,un Rolex en su mano izquierda y un anillo dorado en su mano derecha, a simple vista te dabas cuenta que era un hombre que nadaba en dinero. En cuanto a los dos hombres de unos treinta años tenian una postura muy recta y en todo momento tenían cara de odiar al mundo,sus trajes negros y auricular en uno de sus oídos gritaba a kilómetros "Guardaespaldas". Mi madre llamó mi nombre haciendo así que toda mi atención se dirigiera hacia ella,me hizo señ
Mis manos aún temblando y mis ojos rojos de tanto llorar, una mujer se acercó a mi sentándose a mi lado. La mire y sonreí aceptando la taza de té que me ofrecía con una sonrisa,de esas radiantes que transmiten tranquilidad. Bebí algo del té y después de unos segundos de silencio la mujer habló. —Lamento que tu primer impresión de Ethan sea así de desastrosa pido disculpas en lugar de mi hijo—Dejé la taza de té a un lado en la pequeña mesita y me volví a verla. —No se disculpe por favor—la tomé de la mano y sonreí—Acepté este compromiso sabiendo que no todo saldría como en cuentos de hadas—Roxanne acarició mi mejilla con su otra mano—Pero daré mi mejor esfuerzo por cumplir con los deseos de mi abuelo—los ojos de la mujer brillaron. —Tus padres deben de estar muy orgullosos de tí pequeño—escuchamos la voz suave de la abuela y ambos volteamos a verla. —¿Como esta la mejilla de Ethan?—pregunta la mujer a mi lado. —Un poco roja y algo hinchada pero nada que no se le pase en un rato—so
Noel miraba a Mathéo con el ceño fruncido mientras que el menor evitaba encontrarse una vez más con los ojos de su amigo.Mathéo solo miraba a los lados buscando una salida. Hasta que por la puerta de la cocina salió un Ethan sacudiendo su ropa y ahí fue cuando mathéo reaccionó con rapidez saliendo de la sala antes de que sus suegros o alguno de los presentes pudiera abrir la boca.Ethan miraba a todos confundido,se acercó a su hermano y susurro con suavidad para que los demás no lo escucharan.—¿Que sucede? ¿Que hacen todos aquí?—su hermano miró a Noel y después a Ethan entrecerrando sus ojos.—En un par de días daremos una fiesta en casa para anunciar tu compromiso con Mathéo y al parecer alguien aún está enojado contigo—el azabache menor suspiró y observó la puerta por la cual hacia solo un par de minutos el más pequeño de la casa había salido.Ethan posó la mirada sobre sus padres y tíos,frunciendo el ceño miro a su hermano. Estaba más que seguro de que había visto a su primo frente
—Ethan,lleva a Mathéo a la preparatoria—el azabache abrió los ojos aún más grandes de lo que ya eran mirando a su madre.—¿Que yo qué?—su madre fruncio el ceño.—¡Que lleves a tu novio a la preparatoria m****a!—Se levantó de la mesa y tomó la mochila de Mathéo que miraba la escena con diversión.—Vamos mocoso—el chico asintió y dando un beso en la mejilla de la señora Roxanne corrió trás Ethan. Llevaba cuatro días en esa casa con la familia Brunet, los días y las noches eran tranquilas, él por su lado y Ethan por el suyo. Algunas veces despertaba debido a algo puntiagudo tratando de entrar en alguna parte de su cuerpo que bajaba de una patada,pero nada de que preocuparse.Al día siguiente de su llegada las cosas con Ethan se habían calmado,el de ojos oscuros le ofreció algo así como un "contrato" El cual decía que aceptaba el matrimonio siempre y cuando después de un año de casados podían acceder al divorcio sin problema alguno,su familia se negó rápidamente pero él sacó otra hoja en
Sonrió algo nervioso a sus padres y suegros,los invitados comenzaban a llenar la casa y el pobre moría de nervios como si ese fuera el día de su boda.Ethan reía con sus amigos,copas en mano y la frente en alto,Mathéo seguía parado en la puerta saludando a los invitados que conocía y a los que no,igual. Los invitados iban directo al enorme jardín,donde un escenario y mesas hermosamente decoradas los esperaban,en una de las grandes mesas podías encontrar todo un restaurante,todo de lo más delicioso. En el escenario una bella mujer de melodiosa voz cantaba a tonos suaves una bella canción. Agnés miraba a su hijo algo preocupada,al pobre chico se le notaba la presión a kilómetros. —Cariño,tranquilo—la mujer habló con suavidad. —Eso trato mami—Mathéo volteó a ver a su madre.—Es solo que—hizo una pausa y suspiró—Tengo miedo de hacer el ridículo entre tantas personas—tragó—si me siento así ahora no quiero imaginar ese día—su madre sonrió. —Ven—Llevó de la mano a su hijo hasta la cocina—¿
Mathéo se despierta al sentir unos brazos alrededor de su cintura,un par de manos acariciaban con delicadeza su espalda por debajo del pijama,abrió los ojos lentamente por la molesta luz del sol,una de sus manos salió de la pijama y subió a acariciar una de las suaves mejillas.—¿Como llegué aquí?—preguntó el menor apartando la mirada. —Un hombre muy guapo y fuerte te trajo—volvió a mirarlo a los ojos—y me dijo que te cuidara mejor la próxima vez—Ethan adora burlarse de su prometido. Mathéo no recuerdaba mucho de la noche pasada,lo único que sabía era que había bebido demasiado.Lo último que recuerdaba es estar bebiendo al lado de su madre como si no hubiera un mañana y lo cerca que estuvo de los labios del chico debajo de él,sintió la sangre subir a sus mejillas."¿Que esta pasando conmigo?."Lo que hizo fue pestañear y al segundo saltar de la cama para correr directo al baño de la habitación,cerró la puerta con seguro y se apoyó en la puerta arrastrado su cuerpo hasta quedar sentad
—Hemos decidido con tu padre que lo mejor es que tengan tiempo a solas para conocerse mejor—Ethan miró a su madre con los ojos muy abiertos—el apartamento ya fue comprado y tiene todo lo que necesitan es solo ir y desempacar las maletas,además queda a solo unas cuadras de la preparatoria de Mathéo—la mujer sonreía de oreja a oreja,el azabache pasó la mano por su cabello,frustrado. —¿Ya hablaron con él?—sus padres negaron. —Eso me toca a mi ¿cierto?—asintieron. Subió las escaleras a la habitación que compartían y se sentó a su lado,desde que había llegado ayer por la noche Mathéo no quería hablar con él,lo ignoraba totalmente.Ethan creía que por lo menos eran amigos y que llevarían la fiesta bien y en paz. —Mis padres quieren que vivamos juntos—suelta sin más,el menor voltea a verlo. —¿Por qué?—pregunta. —Quieren que nos llevemos bien y que nos conozcamos mejor—Ethan se encoge de hombros,el rubio deja ir un bufido y vuelve a darle la espalda.