Tocaron a la puerta y mi madre saltó del sillón hacia ésta en dos segundos, sacudió su ropa y arreglo su cabello, dejó ir un suspiro para por fin abrir la puerta y dejar pasar a la persona del otro lado,que con lo que mi madre tardo en abrir la puerta sería una sorpresa que aún estuviera ahí fuera.
Un hombre mayor fue el primero en entrar,lo siguieron dos hombres más jóvenes a sus espaldas con cara de pocos amigos,curioso observe a cada una de las personas frente a mí. El anciano tendría unos setenta años más,con un traje hecho a la medida,un Rolex en su mano izquierda y un anillo dorado en su mano derecha, a simple vista te dabas cuenta que era un hombre que nadaba en dinero.En cuanto a los dos hombres de unos treinta años tenian una postura muy recta y en todo momento tenían cara de odiar al mundo,sus trajes negros y auricular en uno de sus oídos gritaba a kilómetros "Guardaespaldas".Mi madre llamó mi nombre haciendo así que toda mi atención se dirigiera hacia ella,me hizo señas con una de sus manos de que me acercara a ellos,con algo de timidez me acerque y sonreí al hombre que me miraba con una radiante sonrisa de oreja a oreja.—Me alegra de sobremanera que hayas aceptado este matrimonio pequeño Mathéo—Asentir con la cabeza y sonreír era lo único que podía hacer en ese momento.—Estuvimos hablando estos últimos dos días sobre el compromiso y él entiende perfectamente que era algo que usted y mi padre deseaban con el corazón—habló con voz suave Agnés, mi querida madre.—Sería aún más feliz si él estuviera aquí—habló el anciano con nostalgia y tristeza en sus ojos—Mi mejor amigo me enseño a ser lo que soy—su mirada se clavo en mi. —¿Estas listo para esta nueva etapa,Mathéo?—negué y el hombre dejó escapar una risita.—Daré lo mejor de mi—susurro,en verdad temblando por dentro.—Me alegra oír eso—se acercó a mi y acarició mi cabeza.—Cuiden muy bien de mi pequeñito—los ojos de mi mamá comenzaron a llenarse de lágrimas, la abracé.—Esta en muy buenas manos no tienes de que preocuparte pequeña Agnés—sonreí y besé la frente de mi madre,brindándole esa tranquilidad que tanto me faltaba.—además sabes muy bien que pueden ir a verlo cuando quieran y él también puede venir a verlos,solamente se casará no lo llevaré a prisión—la mujer ríe.—¿Puedo hablar con él a solas un minuto?—el anciano asiente y sale de la casa junto con sus gorilas.—¿Que sucede mami?—quité los rastros de lágrimas que caían por sus mejillas.—Me siento tan culpable—deja ir un sollozo que parte en dos mi corazón.—¿De qué? mamá—La abrazo en cuanto vuelve a llorar—Es por mi bien y el de la familia,además de cumplir el deseo del abuelo y su mejor amigo, llevaremos una buena vida—Besé su frente y me alejé tomando mi maleta.—Dile a papá que cuando quiera hablarme estoy en casa de los Brunet—alcé la voz para que mi padre en la habitación de al lado pudiera escuchar con claridad.La puerta de la habitación de mis padres se abre y un hombre con ojos llorosos salé de ésta para correr a abrazarme,lo abrazo con fuerza. Mi familia es lo más importante en mi vida,mis padres y mi hermana son mi mundo por ellos es que no me puse a discutir sobre este compromiso,se que todo estará bien,seremos todos felices.O eso espero.Subí al automóvil negro y me despedí de mis padres desde la ventana,deje salir un suspiro. El anciano a mi lado llamó mi atención diciendo mi nombre con suavidad.—¿Conoces a mi Nieto?—negué.—Lo siento,no sabía de su existencia señor,hasta hace un par de días que mi madre me tiro la bomba de que estoy comprometido desde antes de nacer, por lo tanto no sabía y no se nada de él—el anciano acarició mi cabello.En todo el camino no dejó de hablar,pude ver que era un hombre simpático con el cual podías hablar sin problemas.¿Ethan será igual?—Mi Nieto es algo difícil—el hombre ríe,contestando la pregunta que nunca dejé escapar de mi boca. —Es un buen chico,pero debo de admitir que es algo arrogante—lo miro preocupado.—Pero tranquilo pequeño Mathéo, estoy seguro de que se llevarán muy bien.Afirmé con la cabeza y lo que quedaba del resto del viaje que no duró más de quince minutos nos la pasamos hablando de mi aburrida vida diaria,Alexandre es un hombre que para sus sesenta años de edad sabe muchas cosas sobre la tecnología y demás,es un hombre con el cual puedes entablar una conversación con facilidad.En cuanto el auto estacionó frente a la casa de los Brunet los nervios comenzaron a nacer en mí. Quería dejar todo y salir corriendo de vuelta a casa,el anciano bajó primero en cuanto abrieron su puerta y fue seguido por mí,debo de admitir que no sólo estaba nervioso si no que el miedo se instalaba con lentitud en mi ser.Entramos a la casa,una casa enorme y hermosa,en cuanto entramos,las personas del personal corrieron a recibir a su jefe,miraba todo con una sonrisa enorme,nunca en mi vida había visto tantas cosas bellas en una sola habitación.Seguí al mayor hacia,supongo yo, era la sala y ahí sentados en un elegante y cómodo sofá se encontraban los otros jefes de la casa, una bella mujer se acercó a mi en cuanto me vió,sus ojos marrones tenían un brillo hermoso y sus labios rojos una sonrisa radiante,sonreí, me recordaba a mamá.Un hombre se acercó a mi a los segundos y se presentó con una sonrisa," muy cálidos" fue lo que pensé al conocer a mis futuros suegros. Me sentaron en medio de ambos y hablamos un buen rato hasta que un fuerte portazo desde la entrada principal hizo que las cuatro personas de la sala diéramos un pequeño salto en nuestros lugares.En ese momento fue que un azabache de bonitos ojos miel entró,con el ceño fruncido se quedó de piedra en cuanto nos vió y algo avergonzado se acercó a su madre.—Que primer mala impresión debe de tener mi futuro cuñado de mi—susurra a su madre que ríe y besa su frente—Soy Eric—dice mirándome—Tu cuñado—me guiña un ojo y sonríe.—Mathéo—suspiro nervioso.—Mamá ¿Puedo hablar contigo?—la mujer asiente y sale de la habitación siendo arrastrada por su hijo.—Cariño ¿por qué no me avisaste que Mathéo ya estaba aquí?—una mujer se acercó hacia nosotros y golpeó con cuidado al anciano frente a mi.—Mi amor,estabas tomando tu siesta no quería despertarte—Alexandre acarició la mano de su esposa y besó ésta para después sonreír.—Aw de acuerdo—los ojitos de la mujer se posaron en mi, sonreí.—Que ojos por Dios—Fue lo primero que soltó la mujer sentándose a mi lado.—Gr-Gracias—agradezco con timidez.Mis ojos azules la mayor parte del tiempo llamaban la atención,vivimos rodeados de franceses de cabello y ojos oscuros,con mi familia veníamos del Sur, donde la mayoría tiene ojos claros y cabellos color oro.—Ay Cariño—Me abraza y aprieta mis mejillas.—Piedad querida, no espantes al muchacho por favor—habla el anciano con gracia.Todos son muy agradables conmigo y eso me hace sentir como en casa,son una familia muy alegre y amable nada que ver a lo que yo imaginaba,que al tener dinero serían fríos y desagradables conmigo por ser un chico pobre,pero me alegra haberme equivocado.Ahora sólo queda conocerlo a él.Y como si hubiese echo una invocación un chico seguido de dos personas más aparece frente a mí y los demás.No pude evitar bajar la mirada en cuanto me encontré con sus ojos,eran los ojos más fríos que había visto hasta ahora, su mirada me hacia sentir pequeño y vulnerable.Algo me decía que este chico no me quería en su vida y no era solo su mirada de hielo.—Ethan—habló su abuela.—Él es Mathéo—esta vez habló su padre.Levanté la mirada esperando a que dijera algo,pero nada. Su mirada seguia clavada en mí,estaba poniéndome incómodo y no iba a permitir que siguiera mirándome como si fuera un bicho raro. Me paré de mi lugar para acercarme a él y presentarme de forma educada.—Mathéo Roussel,mucho gustó—sonreí estirando mi mano para estrecharla con la suya, pero nada.—Soy Ostin—saludó uno de sus acompañantes estrechando mi mano.—Yo soy Enzo,mucho gusto bombón—lo mire sorprendido,creo que será mejor mantener algo de distancia con él.—Ethan—la voz de la señora Roxanne se escuchó a espaldas del castaño.—Comportate—el chico suspiro y sin que nadie se lo esperara me tomó de la cintura y acercó demasiado su rostro al mío.Sus labios rozaron los míos.Y todo mi cuerpo tembló.¡¿Pero qué le sucede?!CONTINUARÁ.Mis manos aún temblando y mis ojos rojos de tanto llorar, una mujer se acercó a mi sentándose a mi lado. La mire y sonreí aceptando la taza de té que me ofrecía con una sonrisa,de esas radiantes que transmiten tranquilidad. Bebí algo del té y después de unos segundos de silencio la mujer habló. —Lamento que tu primer impresión de Ethan sea así de desastrosa pido disculpas en lugar de mi hijo—Dejé la taza de té a un lado en la pequeña mesita y me volví a verla. —No se disculpe por favor—la tomé de la mano y sonreí—Acepté este compromiso sabiendo que no todo saldría como en cuentos de hadas—Roxanne acarició mi mejilla con su otra mano—Pero daré mi mejor esfuerzo por cumplir con los deseos de mi abuelo—los ojos de la mujer brillaron. —Tus padres deben de estar muy orgullosos de tí pequeño—escuchamos la voz suave de la abuela y ambos volteamos a verla. —¿Como esta la mejilla de Ethan?—pregunta la mujer a mi lado. —Un poco roja y algo hinchada pero nada que no se le pase en un rato—so
Noel miraba a Mathéo con el ceño fruncido mientras que el menor evitaba encontrarse una vez más con los ojos de su amigo.Mathéo solo miraba a los lados buscando una salida. Hasta que por la puerta de la cocina salió un Ethan sacudiendo su ropa y ahí fue cuando mathéo reaccionó con rapidez saliendo de la sala antes de que sus suegros o alguno de los presentes pudiera abrir la boca.Ethan miraba a todos confundido,se acercó a su hermano y susurro con suavidad para que los demás no lo escucharan.—¿Que sucede? ¿Que hacen todos aquí?—su hermano miró a Noel y después a Ethan entrecerrando sus ojos.—En un par de días daremos una fiesta en casa para anunciar tu compromiso con Mathéo y al parecer alguien aún está enojado contigo—el azabache menor suspiró y observó la puerta por la cual hacia solo un par de minutos el más pequeño de la casa había salido.Ethan posó la mirada sobre sus padres y tíos,frunciendo el ceño miro a su hermano. Estaba más que seguro de que había visto a su primo frente
—Ethan,lleva a Mathéo a la preparatoria—el azabache abrió los ojos aún más grandes de lo que ya eran mirando a su madre.—¿Que yo qué?—su madre fruncio el ceño.—¡Que lleves a tu novio a la preparatoria m****a!—Se levantó de la mesa y tomó la mochila de Mathéo que miraba la escena con diversión.—Vamos mocoso—el chico asintió y dando un beso en la mejilla de la señora Roxanne corrió trás Ethan. Llevaba cuatro días en esa casa con la familia Brunet, los días y las noches eran tranquilas, él por su lado y Ethan por el suyo. Algunas veces despertaba debido a algo puntiagudo tratando de entrar en alguna parte de su cuerpo que bajaba de una patada,pero nada de que preocuparse.Al día siguiente de su llegada las cosas con Ethan se habían calmado,el de ojos oscuros le ofreció algo así como un "contrato" El cual decía que aceptaba el matrimonio siempre y cuando después de un año de casados podían acceder al divorcio sin problema alguno,su familia se negó rápidamente pero él sacó otra hoja en
Sonrió algo nervioso a sus padres y suegros,los invitados comenzaban a llenar la casa y el pobre moría de nervios como si ese fuera el día de su boda.Ethan reía con sus amigos,copas en mano y la frente en alto,Mathéo seguía parado en la puerta saludando a los invitados que conocía y a los que no,igual. Los invitados iban directo al enorme jardín,donde un escenario y mesas hermosamente decoradas los esperaban,en una de las grandes mesas podías encontrar todo un restaurante,todo de lo más delicioso. En el escenario una bella mujer de melodiosa voz cantaba a tonos suaves una bella canción. Agnés miraba a su hijo algo preocupada,al pobre chico se le notaba la presión a kilómetros. —Cariño,tranquilo—la mujer habló con suavidad. —Eso trato mami—Mathéo volteó a ver a su madre.—Es solo que—hizo una pausa y suspiró—Tengo miedo de hacer el ridículo entre tantas personas—tragó—si me siento así ahora no quiero imaginar ese día—su madre sonrió. —Ven—Llevó de la mano a su hijo hasta la cocina—¿
Mathéo se despierta al sentir unos brazos alrededor de su cintura,un par de manos acariciaban con delicadeza su espalda por debajo del pijama,abrió los ojos lentamente por la molesta luz del sol,una de sus manos salió de la pijama y subió a acariciar una de las suaves mejillas.—¿Como llegué aquí?—preguntó el menor apartando la mirada. —Un hombre muy guapo y fuerte te trajo—volvió a mirarlo a los ojos—y me dijo que te cuidara mejor la próxima vez—Ethan adora burlarse de su prometido. Mathéo no recuerdaba mucho de la noche pasada,lo único que sabía era que había bebido demasiado.Lo último que recuerdaba es estar bebiendo al lado de su madre como si no hubiera un mañana y lo cerca que estuvo de los labios del chico debajo de él,sintió la sangre subir a sus mejillas."¿Que esta pasando conmigo?."Lo que hizo fue pestañear y al segundo saltar de la cama para correr directo al baño de la habitación,cerró la puerta con seguro y se apoyó en la puerta arrastrado su cuerpo hasta quedar sentad
—Hemos decidido con tu padre que lo mejor es que tengan tiempo a solas para conocerse mejor—Ethan miró a su madre con los ojos muy abiertos—el apartamento ya fue comprado y tiene todo lo que necesitan es solo ir y desempacar las maletas,además queda a solo unas cuadras de la preparatoria de Mathéo—la mujer sonreía de oreja a oreja,el azabache pasó la mano por su cabello,frustrado. —¿Ya hablaron con él?—sus padres negaron. —Eso me toca a mi ¿cierto?—asintieron. Subió las escaleras a la habitación que compartían y se sentó a su lado,desde que había llegado ayer por la noche Mathéo no quería hablar con él,lo ignoraba totalmente.Ethan creía que por lo menos eran amigos y que llevarían la fiesta bien y en paz. —Mis padres quieren que vivamos juntos—suelta sin más,el menor voltea a verlo. —¿Por qué?—pregunta. —Quieren que nos llevemos bien y que nos conozcamos mejor—Ethan se encoge de hombros,el rubio deja ir un bufido y vuelve a darle la espalda.
Sus ojos azules lo miraban con dolor,sentía su corazón romperse en pedazos mientras que los brazos ajenos lo rodeaban,quería abrazarlo con fuerza pero algo impedía que movíera un solo músculo de su cuerpo,lo escuchaba gritar su nombre en cuanto sus ojos comenzaban a cerrarse,con dificultad logró llevar su mano derecha a su mejilla,limpiando el molesto rastro de lágrimas que ensuciaban su bonito rostro.Tomó su mano entre las suyas y lloró aún más. —No te vayas—sorbio por la nariz—No me dejes—apretaba la palma ajena contra su rosada mejilla. —¿A donde iría sin ti?.—Su corazón se encogió en dolor al escuchar su llanto intensificar. —Quédate conmigo—cerró los ojos,ya no podía mantenerlos abiertos y lo último que escuchó lo hizo sonreír antes de partir.—Por favor mi amor,Te amo—...Despertó agitado,se sentó en la cama y miró a su lado,sus ojos se empaparon en lágrimas y se lanzó sobre él,los brazos fuertes lo rodearon con delicadeza y sus manos acariciaron con len
—Vamos Mathéo o llegaremos tarde—arregló su cabello frente al espejo y se volvió a verlo.—Voy—dijo tomando su mochila.Noel lo tomó del brazo y lo arrastró hacia afuera.El lujoso auto negro los dejó frente al enorme portón de la preparatoria,dejó ir un suspiro y bajó del automóvil junto a su. Antes de dar un par de pasos hacia el colegio su cuerpo choca de llenó contra alguien más,se disculpa rápidamente pero al levantar la vista y ver sus ojos burlónes solo pudo sacarle la lengua de manera infantil.Su risa inundó los oídos ajenos. —Eres tan lindo—unos brazos lo rodearon,y golpeó el pecho del chico antes de que lo dejara sin aire en los pulmones. —Dean,sueltame por amor a Dios—el joven lo soltó y se quedaron mirando un par de segundos antes de volver a abrazarse. —Te extraño tanto—dijeron al unísono.—Al menos sigues asistiendo al mismo Instituto, creí que te pondrían en alguno de esos de renombre—Mathéo negó. —Ya estoy bastante lejos de u