Maldigo por lo bajo sentándome correctamente y abrochando el cinturón de seguridad.—¿A donde me llevas?—pregunto al notar que el camino a mi casa no quedaba en la dirección que acababa de tomar. —Solo quédate quieto y en silencio—me miró por el espejo retrovisor y bufé. —Idiota—susurro.—Te escuché—ruedo los ojos y le saco la lengua. Nos quedamos en silencio hasta que se detuvo unos quince minutos después,era un lugar en el que no había estado nunca,bastante alejado a decir verdad. —Baja—lo obedezco sin chistar,bastante curioso. —¿Qué es este lugar?—Pregunto entrando a la casa. Una casa bastante grande pero acogedora. —Es nuestra—dijo—La compré antes de que enloquecieras y te fueras—mis ojos lo miraron mal. —Bueno,puedes usarla con tu Adeline y la bonita familia que están formando—camino a lo que sería la cocina y él me sigue. —No la compré para ellos—desordena su cabello—Es para tí—negué.—No quiero nada que venga de tí
—¿Quieres detenerte? por favor—casi suplico,la chica me volvió a ver cómo si estuviera loco. —¿De que hablas?—sonrió, de esa horrible forma que siempre me mostraba. —Se supone que estoy aquí para ayudarte y solo haces que desee estar lejos—Se sentó con dificultad en el suelo sosteniendo su vientre.La miré confundido hasta que comenzó a sorber por la nariz y a hacer ruido de llanto,me acerqué a ella con cuidado. —¿Te duele algo?—pregunté,comenzaba a preocuparme su comportamiento. —¡¿Por qué me haces esto?!—me alejé con rapidez,sus ojos llenos de lágrimas me miraron.—¡Mi bebé puede salir lastimado!—su llanto se hizo más fuerte al igual que sus gritos,lo único que pude hacer fue quedarme parado mirándola. —¡¿Que sucedió?!—Preguntaron detrás de mí,el señor y la señora Brunet corrieron hasta nosotros. —¡No sé,ella se sentó en el suelo y comenzó a llorar!—me alejé aún más pero choque contra el pecho de alguién. Sus ojos me miraron juzgandome,lo
—¿Estas loco?—su mano sujetaba con fuerza la mía,escapando.—Tan loco que no podría soportar un solo segundo más sin tenerte conmigo—sonreí sintiendo el calor en mis mejillas. El cálido viento golpeaba nuestros rostros con delicadeza,su mano sujetando la mía era algo mágico,casi irreal. Nos detuvimos frente a un gran precipicio,el azul del mar al fondo se veía tan oscuro como la noche misma,me volteó a verlo y su rostro me sonríe una vez más para a continuación abrazarme con fuerza. Nos dejamos caer y me aferro con fuerza a su cuerpo,dejando las lágrimas salir para que al golpear el agua desaparezcan junto a mi dolor. Despierto agitado,solo en esa gran habitación y no puedo evitar llorar en medio de la oscuridad,me levanto temblando de miedo,buscando al chico de mi sueño,pidiendo ver su rostro una vez más para poder al fin calmar a mi corazón,me acerco a su habitación pero no me atrevo a golpear,mi puño queda en el aire mientras las lágrimas resbalan por
Reacciono con rapidez impidiendo que sus labios choquen con los míos una vez más,sus ojos me miran suplicando que libere mi boca de mi mano para poder continuar el beso que nos estaba dejando sin aliento,pero no podíamos seguir,no debíamos. Un par de horas atrás. —¿Me ayudas con esto?—Ethan se volvió hacia mi y tomó las guirnaldas que le ofrecía colgandolas en donde yo no alcanzaba. El silencio nos rodeaba y admito que estaba muy nervioso,estábamos los dos solos y ninguno decía más de dos palabras de vez en cuando para pedir ayuda o preguntar si el contrario necesitaba algo. Después de lo sucedido en el pasillo frente a su habitación las cosas se volvieron extrañas,sentía que Ethan quería gritarme algo en la cara pero el destino se lo impedía y creo que eso era lo mejor,debíamos de una vez por todas aceptar que nuestro futuro fuera de este compromiso era no volver a vernos jamás,no nacimos para ser felices juntos,por más que yo lo deseara así. —Pásame u
Ethan miraba el cielo perdido en sus pensamientos,de vez en cuando bajaba la mirada a las blancas rosas que adornaban el bonito jardín trasero de la mansión Brunet,me acerqué a él con cuidado de no sacarlo de sus pensamientos sentándome a su lado,observando el perfecto perfil que me recibía dejé ir un suspiro. Sus ojos me miraron. —¿Crees que seré un buen padre?—El azabache en verdad estaba preocupado por esos gemelos. —Claro que sí,no serás la mejor de las personas pero creo que serás un padre maravilloso—le regalé una sonrisa y su brazo se posó sobre mis hombros. —Gracias,creo—Reí apoyando mí cabeza en su hombro. Mí pecho dolió,mí respiración se volvió pesada y Ethan solo se alejó,dejándome solo mientras me sentía ahogar. De un momento a otro aparezco en medio de un lago,hundiéndome hasta el oscuro fondo,sintiendo como alguién me hunde con fuerza,en mí desespero comienzo a gritar pidiendo la ayuda de mí prometido pero al ver hacia abajo me veo a
No sabía si quedarme inmóvil en mí lugar o salir corriendo a pedir ayuda,maldecir a cada segundo desde que había puesto un solo pie en la casa de los Brunet se había vuelto algo de todos los días,cotidiano era el hecho de soportar cada cosa que a la rubia se le ocurría para hacerlo quedar mal y hacerse la víctima frente a Ethan. —Solo un pequeño corte en mí mejilla y todos enloqueceran con lo que acabas de hacer—Su voz era escalofriante,Ethan ¿no podías haberte involucrado con una mujer cuerda?. —No lo hagas—traté de acercarme a ella pero me detuve en cuanto levantó las tijeras.—Tus bromas para perjudicar mi imagin frente a los demás ya se están saliendo de control—todo mí cuerpo temblaba,estaba muy asustado. —No te acerques—mí mirada viajó hasta su abultado vientre. —Si continúas así terminaras lastimando a los gemelos—la sola mención de los niños la hizo soltar las afiladas tijeras.Al parecer aún en su locura sus hijos eran lo más importante para ella
—Hijo ¿te encuentras bien?—Mi madre se acercó a mi con cara preocupada. Dejé ir un suspiro negando,con todo lo de Adeline más Methéo mi mente se encontraba fuera de mí,quería echarme a llorar en brazos de la mujer que me dió la vida,estaba tan preocupado por esos cuatro seres vivos que estaban a mi cuidado, no sabía si estaba haciendo las cosas bien o mal,si las decisiones que estaba tomando iban por un camino correcto. Tenía miedo de arruinar la vida de mis hijos y de la persona que amaba. —Estoy tan asustado—la bella mujer se sienta a mi lado. —Es normal,con tu padre también estabamos que moriamos de miedo con la llegada de tu hermano y obvio que con la tuya también.No sabía cómo explicarle de este extraño presentimiento en mi pecho,estaba seguro de que algo saldría mal. No sabía que era ese algo,si se trataba de mí o de alguien cercano pero estaba seguro de que el sentimiento de hundimiento en mi pecho no era algo bueno. Tomé ambas manos de la mujer dejando un casto beso sobre
Entré a la habitación con preocupación,tenía miedo de ver a Adeline y que la chica no quisiera verme a mi o a nuestros hijos,pero al entrar pude observarla descansar con una sonrisa,se veía hermosa como siempre,no podía creer que acabara de dar a luz gemelos y aún se viera así de bien. —¿Los bebés están bien?—preguntó abriendo sus ojos azules con lentitud,me senté a su lado en la silla junto a la camilla. —Están bién ¿tú cómo te encuentras?—tomé su mano con cuidado. —Adolorida,pero felíz—su sonrisa creció.—Aún no hemos escogido sus nombres—Era cierto,queríamos esperar hasta ver sus rostros para darles el nombre correcto. —Aunque son una niña y un niño ambos son idénticos,pero él tiene tu mismo lunar debajo del ojo—la rubia sonrió con sus ojos brillantes. —Aún no pude verlos,deben de ser muy hermosos—sus ojos comenzaban a cerrarse,cansados.—Duerme un rato,la enfermera traerá a ambos para que los veas cuando despiertes—besé su frente.—Gracias—susurré acariciando su cabello. —Deber