Me desperté rodeado por unos fuertes brazos que me abrazaban con cuidado,como si fuese lo más frágil del mundo. Suavemente comencé a acariciar su suave cabello negro, sus ojitos se abrieron lentamente y una sonrisa se formó en sus labios. Si hace un par de meses me hubiesen dicho que estaba a solo semanas de casarme con este hombre me hubiera reído a carcajadas en su cara,y ahora si alguien viene y me despierta de este perfecto sueño soy capaz de dejar a ese ser en el hospital.Esto es tan perfecto que me asusta en realidad,temo que en cualquier momento este cuento perfecto se acabé y todo se convierta en mi peor pesadilla.* * *La señora Roxane sonreía mirándome,el smoking de color blanco brillaba de manera única sobre mi cuerpo,mi madre no dejaba de llorar y a mi me dolían las mejillas de tanto sonreír. Las cosas para la boda estaban más que listas, nuestros trajes ya estaban comprados y todo para la fiesta estaba más que listo. Lo único que faltaba era
Arrojó las rosas blancas al suelo y mirando fríamente al castaño escupió las palabras sin una pizca de sentimiento,estaba harto.dejó pasar la llamada de ese día como si no hubiera escuchado nada e incluso dejó pasar el haberlo visto acariciar su mejilla y dejar un suave beso sobre esta,pero ya era suficiente. Ya no daba para más. Ya no lo soportaría una vez más. —Se acabó—el mayor sostuvo su mano impidiendo que se moviera de su sitio. —No No No—lo abrazó como si su vida fuera a esfumarse si el menor se movía un solo paso lejos de él. —Sueltame—Mathéo forcejeó para que Ethan lo soltara.—Sueltame maldita sea,sueltame—golpeaba su pecho con fuerza pero el azabache se negaba a soltarlo. —¿Puedes darme solo un minuto para explicarte las cosas?—Mathéo mordió su labio inferior,negó.—¿Por qué?—Ethan hizo que sus ojos se encontraran. —No tienes porque hacerlo—en ningún momento bajó la mirada de esos ojos marrones que lo miraban dolidos.—Después de todo
Tres meses después. —Voy a salir,cualquier cosa me llamas ¿okay?—el rubio le sonrió. —Ya vete—lo empujó hasta la puerta,el chico de bonitos rulos reía. —Solo no le abras la puerta a nadie—el menor rodo los ojos. —Sí,mamá—el chico besó su mejilla y salió por la puerta en cuanto un auto gris se estacionó frente a ellos. Tayler era un chico muy dulce,en cuanto llegó le dió luz a la vida del menor,sus chistes y su loca manera de ser era simplemente perfecta,al contrario de los chistes de Mathéo,con los de él si podías reír. El novio de su compañero era un castaño realmente pequeño con unos ojos azules que te hacían perder del mundo. Ellos dos iluminaban su aburrida vida,no se arrepentía de haber puesto el cartel de "busco compañero de cuarto" Pues gracias a su soledad el chico de rulos había tocado su puerta,antes de Tayler llegaron un par de personas más pero no convencian al pequeño. Mathéo seguía con su vida como si el azabache nunca hubiera de
—No puedo creer que le hayan dicho a los Brunet que regresaba a casa—mis padres me miraban cabizbajos.—Se me escapó cuando tomaba el té con Roxanne—habló mi madre.—Ahora les toca fingir que Tayler es mi novio—les señalé con el ceño fruncido.—Al menos por una semana—y salí de la cocina hacia la sala nuevamente.Ethan estaba ahí,sentado en uno de los sillones mirando el suelo. Debería de echarlo con unas cuantas patadas en el culo ¿verdad?, después de todo él fue quien me engañó con un montón de mentiras.Pero no,no puedo,por alguna razón estúpida no puedo echarlo y vivir felizmente,odio todo esto pero tengo que admitir que aún estoy enamorado como una tonta colegiala.Me senté junto a Tayler y tomé su mano entrelazando nuestros dedos,pude ver el fuego salir de los ojos de Ethan,sonreí de lado mirando hacia Tayler,el pobre miraba al azabache con ojos de cachorrito.¡Lo siento! Pero no tengo otra forma de hacerlo sufrir aunque sea un poco.Los hermoso
Los días pasaron con lentitud,a dos días de noche buena Tayler tuvo que volver a Canadá debido a que su pequeño Rey se había lastimado tratando de alcanzar un libro a lo alto de una estantería en la Biblioteca,el pobre salió como si no hubiera un mañana de casa hasta el aeropuerto,solo pude abrazarlo y mandar saludos para su novio junto a una pronta recuperación. El azabache en ningún momento abandonó mi mente,desde el día que volví a verlo no a dejado de estar presente en mí. Esa estúpida discusión me dejó con muchas preguntas y tarde o temprano tenían que tener su respuesta por más miedo que me den estas.—Mathéo,cariño—miré a mi madre.—¿puedes ir al supermercado?, me faltaron un par de cosillas—bufé.—Pero mamá,el Super queda a una hora desde aquí—dije parandome de mi asiento y acercandome a ella.—Ve en el auto de tu padre mi vida—me dió las llaves con una sonrisa.Agnes me dió el dinero junto a una pequeña lista con los comestibles que tenía que compr
Maldigo por lo bajo sentándome correctamente y abrochando el cinturón de seguridad.—¿A donde me llevas?—pregunto al notar que el camino a mi casa no quedaba en la dirección que acababa de tomar. —Solo quédate quieto y en silencio—me miró por el espejo retrovisor y bufé. —Idiota—susurro.—Te escuché—ruedo los ojos y le saco la lengua. Nos quedamos en silencio hasta que se detuvo unos quince minutos después,era un lugar en el que no había estado nunca,bastante alejado a decir verdad. —Baja—lo obedezco sin chistar,bastante curioso. —¿Qué es este lugar?—Pregunto entrando a la casa. Una casa bastante grande pero acogedora. —Es nuestra—dijo—La compré antes de que enloquecieras y te fueras—mis ojos lo miraron mal. —Bueno,puedes usarla con tu Adeline y la bonita familia que están formando—camino a lo que sería la cocina y él me sigue. —No la compré para ellos—desordena su cabello—Es para tí—negué.—No quiero nada que venga de tí
—¿Quieres detenerte? por favor—casi suplico,la chica me volvió a ver cómo si estuviera loco. —¿De que hablas?—sonrió, de esa horrible forma que siempre me mostraba. —Se supone que estoy aquí para ayudarte y solo haces que desee estar lejos—Se sentó con dificultad en el suelo sosteniendo su vientre.La miré confundido hasta que comenzó a sorber por la nariz y a hacer ruido de llanto,me acerqué a ella con cuidado. —¿Te duele algo?—pregunté,comenzaba a preocuparme su comportamiento. —¡¿Por qué me haces esto?!—me alejé con rapidez,sus ojos llenos de lágrimas me miraron.—¡Mi bebé puede salir lastimado!—su llanto se hizo más fuerte al igual que sus gritos,lo único que pude hacer fue quedarme parado mirándola. —¡¿Que sucedió?!—Preguntaron detrás de mí,el señor y la señora Brunet corrieron hasta nosotros. —¡No sé,ella se sentó en el suelo y comenzó a llorar!—me alejé aún más pero choque contra el pecho de alguién. Sus ojos me miraron juzgandome,lo
—¿Estas loco?—su mano sujetaba con fuerza la mía,escapando.—Tan loco que no podría soportar un solo segundo más sin tenerte conmigo—sonreí sintiendo el calor en mis mejillas. El cálido viento golpeaba nuestros rostros con delicadeza,su mano sujetando la mía era algo mágico,casi irreal. Nos detuvimos frente a un gran precipicio,el azul del mar al fondo se veía tan oscuro como la noche misma,me volteó a verlo y su rostro me sonríe una vez más para a continuación abrazarme con fuerza. Nos dejamos caer y me aferro con fuerza a su cuerpo,dejando las lágrimas salir para que al golpear el agua desaparezcan junto a mi dolor. Despierto agitado,solo en esa gran habitación y no puedo evitar llorar en medio de la oscuridad,me levanto temblando de miedo,buscando al chico de mi sueño,pidiendo ver su rostro una vez más para poder al fin calmar a mi corazón,me acerco a su habitación pero no me atrevo a golpear,mi puño queda en el aire mientras las lágrimas resbalan por