Por la mañana me despierto al escuchar el sonido de alguien tocando la puerta, mientras que cuando abro mis ojos, me doy cuenta que todo está a oscuras. Las ventanas estaban cerras, obstruyendo la luz del sol en la habitación. Cansada por la noche anterior, solo murmure:—Adelante. —La puerta se abre dejando entrar un poco de luz a la habitación, viendo entrar a una sombra negra que se aclara, cuando esa persona abre las ventanas junto con las persianas. De inmediato me quedo ciega por los rayos del sol, para darme cuenta que la persona, que entró por esa puerta era una joven pelirroja con el uniforme negro, que todas las sirvientas usaban.Al darme cuenta que no era Teresa, no dudo en preguntarme sobre su paradero.—Hola, señorita. —Me saluda la joven de cabellera roja y pecas en la cara. —Mi nombre es Susana y seré su nueva sirvienta.Yo mire el suelo sintiéndome un poco mal por no ver a la joven Teresa.—¿Y Teresa? —Pregunté.A la joven se le hace un poco incomoda la pregunta, así
Al terminar de desayunar, Alejandro y yo salimos de la casa, dándonos cuenta que estaba cayendo un diluvio afuera. Yo no quería mojarme a pesar de que un auto color negro, ya nos estaba esperando en la entrada de la casa. Antes de darme cuenta, una de las sirvientas le da un paraguas a Alejandro. Él lo abre para después tomar de mi brazo inesperadamente. Yo lo mire incrédula al sentir su toque.–¿Qué esperas? –Su sonrisa era la más hermosa, incluso cuando sus dientes no eran parejos. Ya que contaba con unos colmillos, que lo hacían ver aún más sensual. –¿Acaso quieres mojarte?Yo de inmediato negué con mi cabeza, para después caminar junto a él. Alejandro me abre la puerta de su auto, como todo un caballero sin dejar que una gota de agua me tocara. Después él le entrego el paraguas a la sirvienta, para correr al auto y meterse con algunas gotas de sobre su traje.–¿Por qué hiciste eso? –Le pregunté preocupada de que se enfermara.–¿De que hablas? –Responde como si nada, peinando su ca
Nadie te prepara para ser mujer, incluso como una huérfana sin madre, no tuve ni siquiera un acercamiento a mi sexualidad. Y mientras Susana me viste con un vestido de seda roja de tirantes tan delgados, me siento aún más cerca de mi sexualidad. Me veía lo suficientemente provocativa como para parar a un hombre. Sabía que era hermosa, porque viví una vida con gente que me aseguraba que lo era, pero esta vez es la primera vez que me lo puedo creer.Por último, me puse unos tacones con cuerdas que se abrochaban alrededor de mis piernas, mientras que Susana se encarga de hacerme un chongo apretado en el cabello, para que pudiera lucir el bello vestido.–¡Esta lista! –Dijo la joven dando algunos pasos hacia atrás. –Se ve hermosa.Yo solo me mira al espejo sin poder creer que estaba usando un vestido tan bello. Sonreí un poco, tomando una pequeña bolsa roja que Susana me dio. Yo metí un labial y un perfume pequeño, para seguir viéndome como toda una dama.–El amo ya la esta esperando. –Me
Al entrar me puedo dar cuenta de la clase de ambiente que había en el lugar. Había mujeres semi desnuda alrededor del lugar bailando para los hombres, mientras que el lugar olía mucho a tabaco. El alcohol y la droga era demasiada, todos los hombres de ese lugar estaban acompañados por mujeres más jóvenes. Pude incluso distinguir a muchos hombres que estuvieron en mi fiesta de compromiso, con mujeres aún más joven que las que llevaron a mi fiesta.—¿Aún quiere conocer mi mundo? —Me pregunta Alejandro al ver mi reacción cuando entre, pero su preocupación le duró muy poco, ya que Ronaldo se aparece en lugar, viéndose muy animado, pero siempre con un aura burlona contra Alejandro.–Que bueno que has llegado Ferreira. –Dice Ronaldo con burla mientras esta usando un traje color amarillo. –Es un gusto volverte a ver Belle. –El hombre toma mi mano para besarla con sus asquerosos labios. Yo lo mire de arriba para abajo, entendía bastante bien porque Alejandro detestaba a este hombre. –Me sorpr
Salimos como rayo del lugar, Alejandro conducía tan rápido que solo podía sentir como el aire de la ventana, despeinaba mi cabellera. Era de noche y estaba un poco oscuro, pero eso no detuvo que Alejandro condujera como un total loco.–¡Detente ! –Le dije más de una vez, pero el joven no parecía escucharme. Sus ojos verdes claros y hermosos, de pronto se tornaron negros. Era como si hubiera perdido el control de él mismo.Gracias a dios llegamos sanos y vivos a la casa, en donde el Alejandro detuvo el auto. Yo estaba congelada, agarrada del techo con mis uñas. La respiración de Alejandro es bastante irregular, sabía que estaba molesto, pero yo también lo estaba. Alejandro fue el primero en salir del auto, así que yo le seguí, ya que camino tan rápido que tuve que correr. Al alcanzarlo dentro de la casa, veo como azota la puerta blanca con fuerza, para irse desabrochando la corbata que traía.–¿Qué demonios fue es? –Le grité al entrar en a la casa. –¿Me puedes explicar? –Pregunté una v
Lo miró profundamente, pasando mis dedos por su cara mientras él tiene los ojos cerrados. Esta durmiendo con mucha paz. Pongo mi cabeza sobre su pecho, escuchando como su corazón late con fuerza, tratando de dormir un poco, pero supuse después de varios intentos, que no podía dormir cuando mi corazón esta latiendo tan rápido.Me levanto de la cama con mucho cuidado de no despertarlo, lo cual casi arruino, ya que el hombre resintió el que no estuviera en su pecho, pero al final logro levantarme. Tomo una de sus batas negras para ponérmela, y sin zapatos salgo de su habitación para caminar hacia el jardín. El sol esta saliendo y mientras lo hace, el aire me cubre. Estaba viendo la luz después de la oscuridad. No sabía que pensar sobre lo que hicimos hace poco, aún siento sus manos tersas sobre mi cara. Aún puedo sentir como mi corazón se aceleraba al sentirlo tan cerca, aún puedo sentir sus labios besando mi cuello. Todo era tan real para mí ahora, pero a pesar de que estaba concentrada
¿Qué era el matrimonio? En realidad, no lo sabía, jamás había estado cerca de alguna pareja casada. Ni si quiera puedo recordar como era mi madre y mi padre en su matrimonio, pero supuse que era un matrimonio hermoso, ya que, si mi padre fue capaz de abandonar a su hija, porque me cree culpable de su muerte, si se debieron de amar. ¿Pero en verdad me tenía que casar con Alejandro? Me pregunté más de una vez, pero ya todos se estaban preparando para la boda.Sol y Clarisa se pusieron manos a la obra, para llamar a un costurero para hacerme el vestido de novia, a una planeadora de bodas que se encargara de la boda y hasta un DJ que se hiciera cargo de la música. Yo no estaba tan emocionada, ya que Alejandro se ausento en la planeación de la boda, solo éramos Sol, Clarisa y yo.En realidad, no sabía que manteles utilizar, ni tampoco sabía los rangos de colores que las damas de honor usarían en la boda. Pero estaba realmente alegre de que Sol decidiera por mí. La mujer tenia un buen gust
Hoy era el día. Me casaría con Alejandro Ferreira.La fiesta se llevaría acabo en la mansión de Alejandro. Se habían puesto varias carpas, una en donde nos casaría un pastor de la iglesia cristiana, mientras que, dentro de la más grande, se llevaría acabo la fiesta. Estaba muy nerviosa, esperando en mi habitación, mis pies estaban destrozados, ya que, por la tensión de la boda me puse a baila ballet como una loca. Podía ver todos los arreglos desde mi ventana, viendo como la hermosa fuente sacaba agua.De pronto alguien toca mi puerta,–¡Adelante!Las personas que estaban tocando la puerta era Sol y Susana, quién venían con dos cajas.–Hola preciosa. –Me saludo Sol dejando su caja en la casa.–¿Qué es? –Pregunté.–Es su vestido de novias. –Respondió la pelirroja Susana. –Se vera hermosa con él. –Yo me acerco al vestido, que era un vestido cerrado con magas, pero con la espalda destapada. Mientras que, en la otra caja, estaba el enorme velo que estaría usando.–Este hermoso velo ha si