#29:

Xavier:

Se me llenan los ojos de lágrimas y lucho contra el inmenso y terrible dolor que me atenaza. Siento que se me contrae el pecho, y la garganta se me cierra.

Fue mi culpa.

La palomita se murió por mi culpa.

De seguro estaba tan deprimida y canses de este matrimonio de mierda, que eso la llevó a enfermar y por eso se complicó.

¿ Qué voy a decirle a nuestro hijo?

¿ Como lo enfrentaré y le contaré que lo dejé huérfano de madre por culpa de mis estupideces?

Libero un sollozo de dolor.

Ocultando mi rostro tras mis manos.

—No es tan malo, Señor. – murmura Zenaida a mi lado.

Levanto el rostro, y la fulminó con la mirada.

—¿Qué no es tan malo?¿ Estás demente mujer? ¡ Acabo de quedarme viudo!- bramé.

Zenaida pestañeó un par de veces, mirándome asombrada.

—Oh, no Señor.- comenta el médico, enrojeciendo. – su esposa no ha muerto.

Miro al médico con mala cara, y este traga en seco. Visiblemente incómodo.

—Me referí a qué su mujer no está bien. Hubo complicaciones durante la cesárea. Detecta
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