Yudith:—¿A cuál quieres ver morir primero?- interrogó él.—Primero a ella.Tragué en seco.Kalvin me apuntó, y yo cerré los ojos.Encomendando mi alma al Señor.Sin embargo, pasaron los segundos.Se escuchó un silbido extraño, y luego Clarisse chilló tan fuerte, que temí que me rompería los tímpanos .Abrí los ojos, y Kalvin estaba muerto en el suelo.Su cabeza era una masa horrible de sesos, huesos y sangre.Clarisse tomaba su arma del suelo, y corría a ocultarse detrás de un sofá, y yo intenté encontrarle sentido a aquello, cuando me percaté del cristal roto de la ventana.¿Un francotirador?La puerta del apartamento explotó, cayendo hacia adentro, y por ella entregaron el ruso de la noche anterior, y Mark.Venían con cara de ácido, y bastante heridos.Mark tenía su brazo en un cabestrillo y el ruso traía un vendaje ensangrentado bastante evidente debajo de su camisa.—Vaya , vaya…esto de salvar tu culo se está volviendo monótono, español.Unos hombres se movieron a asegurar el área
Xavier:Quiero creer que todo esto no ha sido en vano.Tres meses después de que ella me abandonó, dejándome herido y solo en el hospital, estoy aquí.Sentado en el despacho de mi tío Guillermo, contemplando al despojo humano que en otro tiempo era uno de los hombres más respetados dentro de la organización.—¡No me arrepiento de lo que hice!- masculla.- ¡tu padre era un cretino y un hijo de puta!Y tiene toda la razón.Mi padre realmente se merecía que su propio hermano lo envenenase durante años.Porque sí, eso fue exactamente lo que Guillermo hizo.—A él no le bastaba con nada. Tenía todo el poder y respeto de nuestra organización, tenía todo el apoyo de mi propio padre…¡pero tuvo que ir a meterse con mi mujer!Esa es otra cosa.Todo parece indicar, que el cabrón de Alonso sí es mi hermano después de todo.—Tus traumas y tus protestas no son lo que quiero escuchar, Guillermo. ¿Mi padrino también estaba involucrado en todo esto?Él me mira con desdén.—¡Por supuesto que no! A Máximo
Xavier:Contemplo a mi hermano con ojo crítico.No se le ve maltratado, ni desnutrido.Lo que me molesta es que parece un perro ahí, echado en el suelo todo el tiempo.—¿ Eres feliz?- lo interrogo.—Tan feliz como mis amos me permiten ser.Arrugo el entrecejo.—Marcos, escúchame, estás aquí en España. Estás a salvo. Ponte en pie hermano, no necesitas mantenerte arrodillado.Él no responde, no se mueve. Es como si estuviese sordo.—Es inútil, español.- se burla una juguetona voz a mis espaldas.Me giro, y veo a Kilie, devolviéndome una amplia sonrisa.—Marcos está entrenado para ser un perro fiel, callado y sumiso.Ella se acerca, contoneándose, llega hasta mí hermano y lo rasca en la cabeza, despeinándolo, como si fuera un cachorro y no un ser humano.Arrugo el entrecejo.—¿Por qué lo tratan así?Ella eleva sus arqueadas y perfectas cejas.—Oh,¿el Don no te lo ha contado? Tu hermanito intentó asesinar a Rose, la esposa de Víktor. Esta es su penitencia, de lo contrario tendría que morir.
Cuatro meses después: Yudith: Lola y Carlos mantienen una relación desde hace meses. Se les ve felices y ella suspira constantemente cuando él no está. Es obvio que están enamoradísimos. Mi bebé cumplió un año hace unos días. Yunior es vivaz, curioso, juguetón, se la pasa curioseando por toda la casa y trayéndome objetos para que lo explique cómo funciona. Sin embargo hay ocasiones en las que se comporta como un verdadero mini demonio. Cuando no quiero darle caramelos o me niego darle helado después de la cena, se transforma en un chiquillo impertinente y malcriado. Es en esos momentos, cuando más me recuerda a su mafioso padre. Por otro lado, Xavier parece haber desaparecido de sobre la faz de la tierra. Después de la encarnizada guerra de pandillas, simplemente se esfumó. Hay quienes dicen que está muerto, y otros que sus enemigos lo tomaron prisionero, no es que me importe…hace tiempo me desligué de todo lo que tuviese que ver con él. Xavier: Mi periplo por Latinoamérica
Yudith:El día había sido agotador.Se acercaban las fiestas es navideñas y los pedidos no paraba de llegar.Mis compañeros de trabajo estaban exhaustos, y yo también.Ya era tarde, y me tocaba cerrar la dulcería.Estaba apagando las últimas luces, ya solo me quedaba apagar las de la estantería principal, cuando las campanitas de la puerta me avisaron de la llegada de un cliente.—Estamos cerrados, Señor. Regrese temprano mañana. – Susurré, tomando mi abrigo, y girándome para mirarlo.Era un hombre vestido con ropas viejas y sucias, su cara estaba oculta por una espesa barba, y era evidente que estaba descuidado y hambriento.Era un mendigo. Se me removió el corazón.Quizás el pobre hombre ni siquiera tuviese dinero para unos cupcakes, que eran los productos más baratos que vendimos.—¿Tiene hambre? Espere un momento, tal vez yo pueda encontrar algunos dulces que regalarle.Él se rió.Su risa era cínica, macabra, cargada de burla. Y en sus ojos centelleaba una maldad que me heló la s
Xavier:Dentro de mí pecho, mi corazón pesa.Acaricio su mano con mis dedos, y ella me mira, con seriedad.En su cuello, están las marcas de las manos de Alonso, y la ira recorre mi torrente sanguíneo.—Perdóname.- susurro. – nada de esto debió ocurrir. Todo el infierno que has vivido hasta hoy ha sido enteramente mi culpa.—Lo sé.Trago en seco.—Lo planeaste todo, ¿no es así Xavier? Utilizaste la deuda de mi padre para asegurarte de que yo terminara en aquel burdel, me compraste, me engañaste, me usaste…—No.Ella achina sus ojos, mirándome colérica—Lo juro. Yo no tenía ni la menor idea de que Anselmo Expósito era tu padre.La oigo gruñir en frustración.—Lo juro, mi ángel. Yo no lo sabía. No sabía que él tenía una hija y menos que la vendería para pagar sus deudas.Libero un suspiro.—Quiero creer que todo se debió a una mala pasada del destino. Todo comenzó con la traición de Clarisse. Tú me salvaste, yo me fui del país. Regresé, monté mi casa de apuestas, sucedió lo de tu padre,
Yudith:Xavier ha insistido en que toda mi escolta esté compuesta por rusos.Lo cierto, es que esos hombres se ven bastante fieros.Pocos días después de nuestra mudanza de regreso a Madrid, él recibió la visita de Víktor Ivanov.Y sí, sé cómo se llama el hombre, y más quien es, porque una sirvienta vino a buscarme con la petición de Xavier de que fuera a unírmele en el salón de fiestas.No había fiesta tal.Solo estaban él, Mark, el jefe de la mafia rusa y su esposa, conversando asuntos que mafiosos que a mí importaban tres bledos.Sin embargo, de aquí para allá se movían mujeres con collares en el cuello, llevando o y trayendo bebidas y cosas de comer.Arrugué el entrecejo.—Ah…. Así que, esta es la gran mujer que quitó del medio al terrible Alonso. Hmm.- el ruso murmuró en cuanto entré, y juro que sudé frío.Quizás otros mafiosos pueden ocultar lo que son, tras fachadas sonrientes, haciéndose pasar por hombres de negocios, pero Víktor Ivanov no es uno de ellos.Todo en él grita “PE
Yudith:Han pasado años, desde que regresamos a vivir a Madrid. Se puede decir que Xavier y yo mantenemos una relación puramente sexual.Él pasa sus días ocupado en asuntos de negocios.Yo paso mis días enfrascada en mi negocio de pastelería.Y nos unimos en las noches, para cenar con nuestros hijos.Yunior es un niño demasiado consentido por su padre.A veces se muestra respondón y arisco, pero reprenderlo me resulta difícil, porque Xavier no me lo permite.Por otro lado, Augusto es un pequeño serio.Se podría decir que es de esos niños con alma de viejo. Es callado, tranquilo, reservado.Nunca da qué hacer.Es estudioso y disciplinado.No como Yunior que es un desastre en la escuela.A pesar de todo, Xavier siempre muestra favoritismo hacia Yunior, y quiero creer que es lo normal y esperable porque a fin de cuentas Augusto no es hijo suyo, sin embargo, no me gusta para nada que esto hace sentir miserable al pobre chico solo por gusto.—¿Por qué padre no me quiere, mamá?Me soltó un