JadeDicen que la mente puede ocultar cada centímetro de miedo en su interior, podría decir que en los últimos dos meses lo había aprendido muy bien; al igual continuo y distante relación con Leonid. Como en estos momentos pensé que jamás volvería a sentarme en la misma mesa que Yelena cometí un error al pensar en eso.Intente ignorar todo aquello y tratar de comer lo mayor posible, intentando ignorar las puntas de mi suegro cuando llego mi periodo el mes pasado llore hasta que no tuve más remedio que abofetearme a mí misma y repetirme que era muy temprano y que todavía tenía tiempo.Todavía recordaba aquello y dejaba un mal sabor en mi estómago.RecuerdoSolo se atraso por tres días, había pedido a Nimve que la comprara hoy que seria su día de compras. Sabía que David seguía cada uno de mis movimientos en casa, pero había algo en el que no me generaba confianza era esa sensación de tener el enemigo en casa.—Señora aquí esta lo que me pidió— le sonreí tomando la bolsa con fuerza para
Durante toda la velada su agarre en mi cintura era fuerte renuente al dejarme ir, pero todo en su cuerpo gritaba tensión me había negado a que se llevaran mi regalo aquella joya me daba un sentido de familiaridad ¿Tal vez era sobre mi madre? No pude evitar que el nerviosismo se apoderaba de mi cuerpo.—Leonid, quiero ir al baño — susurre en el momento en que necesitaba unos segundos.—Te acompaño— hice una pequeña mueca, pero me contuve, recordándome quien era allí y sentir todas las miradas sobre nosotros.—Solo iré al baño, alguien me estará vigilando.Luego de unos segundos accedió, retrocediendo, coloco que una enorme sonrisa a los presentes y me marche rápidamente. Al abrir la puerta no pude evitar suspirar, refresque mi rostro con un poco de agua y retoque un poco mi maquillaje.El rostro de Raisa apareció y una mueca apareció en mi rostro aquella mujer me enervaba los nervios al igual que creaba mucho miedo en mí.—Pensé que nunca tendría un momento contigo, zorra— bufe ante s
LeonidHabía sido un jodido inicio de día, uno de los almacenes había sido incendiado me había encargado de ellos al dejar a la cama al amanecer, me relaje contra el asiento no había nada mejor cuando llevabas las cuentas por uno mismo, era el jodido boss de la mafia roja nadie se atrevía a meterse con su mercancía y salir libre de ello y muchos bastardos los entendieron hoy, no soy un hombre que esté libre de pecado.Sin duda el infierno me esperaría, pero mientras un ángel que estaba para redimirme me esperaba ayudaba con cualquier intención que pudiera corromperla, si jodidamente me excite en ese momento al pensar en la suave piel de sus muslos.—Iván encárgate de que el próximo envió salga bien, si no me bañare en la jodida sangre de todos ellos— estaba harto de muchos hombres que trabajaron con el anterior phakan que el idiota estuviera vivo sin duda les daba la motivación para hacer mi vida complicada.—Entendido jefe… la señorita Jade tuvo un encuentro anoche en los baños con R
Esa primera noche espere sentada con el cuerpo pegando mis piernas contra mi pecho, con ansiedad observando fijamente el reloj marcando cada hora que transcurría toda la noche, luche contra el sueño.—Leonid, realmente espero que vuelvas.No sé en qué momento me quedé dormida me desperté acostada en la cama, recorrí la habitación hasta detenerme en una figura de mi esposo sentado junto a la mesa cerca del bar; una botella medio vacía en el estante.—Leonid, regresaste.Me levanté sintiendo mis piernas adoloridas, me acerque con paso determinante hacia donde se encontraba me arrodille a su lado colocando una mano en su rodilla, mordí mi labio sintiéndome incapaz de decir algo, levante mi mirada encontrándome con esos ojos profundos.—Cariño…Aquello lo hizo reaccionar, su ropa olía a humo, suspire fuertemente manteniéndome en mi posición. Su mano se dirigió a mi mejilla, era casi delicado como si no quisiera romperme con sus manos.—Se siente tan lindo escuchar tu voz llamándome así, J
Leonid—Por favor se lo suplico, no lo hare de nuevo…Intento incorporarse lo empuje contra el piso, saque un cigarrillo y lo encendí; sonriendo siniestramente tome un cuchillo estaba a punto de reírme de verdad disfrutaba de aquello, cada vez de sentir como tenia el control cuando los dejaba irse o rogar porque me detuviera pensando que con ello me detendría.Disfrutaba jugar con mis víctimas, como este idiota pensó que no descubriría que vendió información de los laboratorios donde empezaríamos a fabricar una nueva droga, sin duda cuando saliera se vendería como pan caliente. Dulce sin duda me produciría mucho dinero.—Entonces ¿Dónde esta la formula? — pregunte vi en sus ojos brillaron con esperanza, llévalos hasta el final y cuando piensen que tienen una oportunidad arrebáteselas.—La tiene Pávlov dijo que el pagaría mas dinero, estaba furioso porque no te casaste con su hija… se alió con los italianos para contrabandearla a un mejor precio con la fagmilia.Malditos italianos, los
Jade. Al subir al auto leonid mostro una actitud distante, aunque deseaba que no hubiera visto la prueba de embarazo, esperaba que simplemente se acordara por nuestro viaje, tenia que buscar la forma de cuidarme y disfrutar de mi tiempo junto a él. —¿Mencione algo que te molesto? — susurre con toda la tensión en mi cuerpo, su cuerpo estaba tenso y podía sentir la mirada de Iván sobre nosotros. Una sonrisa cruzo por su rostro, y me miro intensamente el calor flujo por mi cuerpo, aquella mirada que podía hacer florecer cada centímetro de mi piel. Lamí mi labio al solo imaginar su suave toque o sus dedos deslizándose dentro de mi sexo. —Solo han sido unos días difíciles, pero no te preocupes ahora solo pensemos en lo bueno que lo pasaremos en la luna de miel. —Solo pensé…lo del embarazo ¿Deseas que tengamos un bebe? Juguete con mis dedos sin apartar mi mirada de ellos ¿Realmente él podría desearlo? ¿Qué tanto conocía sobre mi trato con su padre? tal vez tuviera conocimiento sobre el
Ese día amaneció con intensidad, pero la tensión era oscura realmente desconocía que estaba pasando, había recibido una llamada cuando empezaba amanecer, al parecer la muerte del padre de Raisa trago muchos problemas.—Leonid, necesitas desayunar— aquello fue como un gruñido, la comida se enfriaría esperando que acabara su llamada.—Solo un momento.—Eso lo dijiste hace quince minutos.Una mueca paso por su rostro, pero pareció bastar para que colgara la llamada; empezó a comer en completo silencio tomando cada bocanada, como si tuviera prisa. Aquello me molesto de cierta forma.—¿Sucede algo? Pareces molesto— mi estomago estaba revuelto de nervios como si toda la atmosfera del lugar romántico se había enfriado de manera total.—Solo problemas con algunos proveedores, nada de lo que debas preocuparte—podría decir que aquello no me tranquilizo.—Entiendo… ¿Podría usar la computadora?Sabia que no confiaba en mí, más allá de todo el amor que podría tenerme y lo entendía. No era alguien
Me condujo a la sala, ahora parecía un lugar diferente había un enorme espacio, un pequeño esterio y unas botellas de vinos al lado, con velas aromáticas en el lugar, luces colgaban alrededor; parecía como una de esas sorpresas que ves en internet guardas para nunca hacerlo.Era romántico, no había salido, pero lo que hacía por mí.Su mano nunca abandono mi espalda, era un recuerdo que atesoraría en mi vida.—¿Me permite un baile?Saco un botón de su bolsillo y una suave melodía lleno la habitación, en ese momento me permite olvidarme que me había casado con ese hombre por una deuda, contraje mis labios no lloraría, sonríe y asentí con ganas, riéndome,—Eso me haría la mujer más feliz del mundo.Sus manos cayeron en mi cintura y pase mis manos, apoyando mi cabeza en su pecho, eran pasos lentos solamente dejándonos llevar por el suave ritmo de la canción, cerré mis ojos sintiendo apreciando ese momento como si fuera el ultimo.—Nunca pensé amar como lo hago contigo, cariño — susurre ba