Mi celular suena despertándome, veo con dificultad el reloj del aparato y son las tres de la mañana.
Veo el mensaje y el sueño se me espanta de inmediato, no reconozco el número que refleja la imagen que me saca de mi tranquilidad y acelera mi corazón como si estuviera corriendo un maratón, junto a una lista de peticiones que debo cumplir.
Intento calmarme y tomo una pequeña maleta en la que meto un conjunto de ropa, me cambio con un conjunto deportivo y aun con el estómago contraído y lágrimas cayendo por mis mejillas, salgo de la mansión sigilosa, en silencio y con demasiado temor.
Nadie se da cuenta de mi escapatoria obligatoria, siento náuseas al recordar la imagen que me enviaron.
Si
No he dormido casi nada, me despertaba entre malos sueños y al recordar en donde me encontraba, el insomnio me hacía compañía.Relajo el cuerpo reposando mi espalda sobre las almohadas, tomo el pequeño bolso que he llevado, es una suerte que lo hayan dejado conmigo, aunque dudo mucho que no lo hayan revisado antes.Como si estuviera muriendo, mi vida pasa con suma rapidez, inundando mi cerebro con esas imagenes y me detengo en una, la observo y la analizo, el primer dia que mi padre me arrebató el dinero de mi paga con el cual compraría comida para mi madre, me lanzó con fuerza al piso cuando me negué a dárselo, aun recuerdo sus soeces palabras, y los golpes mientras me cubría el rostro para evitar una contusión en el.Después
Intento seguir su paso y tropiezo contra las piedras sueltas, no es un bosque al parecer es una pequeña alborada detrás de la mansión.—Espera un momento—indica poniendo su mano sobre mi rostro chocando de inmediato con ella y me quejo—abajo—susurra, y obedezco viendo para todos lados posibles, nos quedamos un momento en silencio y después de unos minutos, me indica que sigamos.—No es por alarmarte, pero, pero me siento un poco mareada—detengo el paso y vomito lo poco que he comido—ahora que lo veo no fue buena idea comer solo una manzana—el grandote me sostiene, con suma facilidad y entre las náusea y el esfuerzo por no perder la conciencia, solo escucho a lo lejos estruendo de balas, tras de nosotros, no se si sera un sueño o un pesadilla, escucho un sonido de una maquinaria acercándose.Cierro los ojos no sé cuánto tiempo y cuando los abro, cuatro rostros desconocidos me están atendiendo.—Ya está despertando, hiciste un gran trabajo pastor alemán—esa voz ¿donde la he escuchado an
Ahora lo que siento es, culpa, ¿cómo es posible que haya dejado a mi padre en manos de su hermano psicópata? ¿Qué clase de hija soy? Debí quedarme o arrastrarlo conmigo, solo espero que este bien y no le hayan hecho nada malo¿Sabes como se paga la traición?Esa pregunta me tiene vuelta un nudo en mi cerebro que no me deja en paz, la conciencia me da punzadas con cada situación que imagino que le podrían hacer.Sigo metida en el jardín de la casa del ruso, es mi lugar ¿seguro? Vane, me trajo aquí junto a una mesita y mi laptop, junto a un cargador inalámbrico para que trabaje y estudia con James cuando viene por mis tutorías.No hemos recibido noticias de esa gente que le rescató, al parecer sus planes están junto a otras familias de mafiosos.Lo ultimo que supe, es que le dijeron a Oscar que habían borrado cualquier registro que nos vinculara a ellos para protección de la familia Novikov.A pesar de que llevamos tres meses de paz, aun no puedo conciliar muy bien el sueño y vivo a la
Entro a la mansión y me meto a la ducha, cenaré con el ogro como lo hemos estado haciendo durante estos tres meses de tranquilidad. Se cerró otro trato así que me siento orgullosa de él me visto con un vestido casual, y zapatillas cómodas. La puerta de la habitación se abre y me sorprendo al ver la hora, el ruso ha llegado a casa. Me mira con ternura y se acerca a mí, funde sus labios con los míos en un beso tierno y lleno de nostalgia. Desde la última vez que nos separamos, siento cada beso, cada caricia, y cada momento como si fuese el primero, anhelante y lleno de amor. Al poco tiempo ese beso tierno se convierte en algo más, pasión y deseo… fue un error vestirme, todo en menos de lo que creo, esta sobre el piso de la habitación. Me recuesta sobre el colchón sin separarnos, su ropa vuela por los aires como si le quemara y quedamos completamente desnudos, expuestos, uniéndonos como uno solo. Se inclina lo suficiente para morder, y chupar mis pechos, con su lengua hace círculos
Despierto en un lugar extraño, todo me parece raro y desconocido, tengo horas de estar sin decir una sola palabra, mientras este hombre bastante atractivo y de buen vestir insiste en decir que es mi esposo y que la casa en donde estamos, es nuestro hogar. Una semana después de despertar, me dieron de alta cuando se dieron cuenta de que no corría peligro. Confundida, me quedé encerrada en la habitación con las atenciones de una enfermera. No sé por qué me cuesta tanto imaginar que todo es verdad, que tengo un guapo y exitoso esposo y que esta bonita y apacible casa es mía. Debo ser afortunada. Me levando con ayuda de la chica y me baño, como aun tengo algunos mareos por los golpes que recibí en un accidente que no recuerdo tampoco, lo hago con cuidado. Así que decidida a esforzarme por recuperar mi vida que veo que era perfecta, decido caminar para ver si hay algo que me ayude a recordar. Saldo de la habitación y camino junto a mi enfermera, es una chica agradable y su rostro es co
Dos semanas después…La recuperación física que llevo es exitosa, puedo caminar sin necesidad de apoyarme de Lorenzo o Keyla, puedo hacer las cosas por mi propia cuenta y eso me hace feliz.Me levanto por la mañana cuando siento ganas de vomitar, llego al baño y vacío mi estomago en la taza del inodoro.¡Esto es horrible! Puede ser que lo que cené me haya hecho daño.—¡Buenos días amor! —saluda mi esposo, se sorprende cuando me busca en el baño y me mira de rodillas mientras sigo con mi expulsión matinal, toma mi cabello y mi cabeza evitando que me ahogue en la taza—¿estas bien? —niego levantándome para lavarme la boca y enjuagar los residuos, ¡qué asco!—Puede que la cena me haya hecho daño—bajo los hombros restándole importancia—Es mejor que te lleve al médico, así desechamos alguna infección estomacal.—Bien voy a bañarme y bajo para irnos.Cuando ya estoy lista, mi esposo abre el auto para que suba y lo hago, aun siento náuseas y mareos.Es imposible que la comida me haya hecho d
(4 mes y medio después del accidente) Arriesgándome a que Keyla sea una traidora, dejo que sepa que tengo dudas en cuanto a esta vida que Lorenzo mi esposo sea mi verdadera vida, y que ahora dudo que sea así. Cuando al fin, Lorenzo, se va a recorro toda la casa, con el fin de encontrar algo que me diga que estoy en el lugar correcto o el equivocado. Ella no habla del asunto, probablemente tiene miedo, es lo que veo reflejado en sus ojos cuando mira a Lorenzo. No hay nada, ni teléfonos celulares ni computadoras, solo un teléfono fijo que no se si funciona. Pero en todo caso que este aquí engañada ¿a quién llamaría? Sigo sin recordar nada, y sospecho que es porque nada de aquí es familiar por que nada, pero nada es parte de mi vida. Cierro los ojos un tanto cansada de ir y venir por toda la casa, me da mucho sueño últimamente y probablemente se deba al embarazo. —Keyla! —la llamo y ella viene a mí de inmediato—siéntate conmigo afuera ¿sí? —Si señora—salimos al porche de la casa
¡Ni siquiera es un hombre casado! Y no es que solo eso me espanta, es hijo de una de las familias mafiosas mas grandes, famosas y peligrosas italianas. —Le dije que era peligroso, pero usted no me hizo caso. —Si soy sincera, es lo menos que me preocupa y no tengo idea de porque—me recuesto con una taza llena de fresas con chocolate y crema batida, de gusto como si lo que hubiera leído no fuera algo realmente grave. —¿Por qué planearía todo esto? —se recuesta sobre la cama y yo sigo tratando de averiguar si puedo recordar algo. Le quito el celular y veo las fotos de Lorenzo, bajo y veo las referencias de los hombres mas ricos y bla, bla, me aburro con facilidad hasta que veo una imagen que me desconcierta. El dolor de cabeza vuelve e intento recordar, el hombre del auto que gritaba mi nombre, la reacción de Lorenzo… —¡Lo conozco! ¡Se quien es! —¿Cómo puede ser posible señora? ¿Como que lo conoce? —Me vio en el auto y me llamaba, sabe quien soy, debemos averiguar quien es el. E