Despierto en un lugar extraño, todo me parece raro y desconocido, tengo horas de estar sin decir una sola palabra, mientras este hombre bastante atractivo y de buen vestir insiste en decir que es mi esposo y que la casa en donde estamos, es nuestro hogar. Una semana después de despertar, me dieron de alta cuando se dieron cuenta de que no corría peligro. Confundida, me quedé encerrada en la habitación con las atenciones de una enfermera. No sé por qué me cuesta tanto imaginar que todo es verdad, que tengo un guapo y exitoso esposo y que esta bonita y apacible casa es mía. Debo ser afortunada. Me levando con ayuda de la chica y me baño, como aun tengo algunos mareos por los golpes que recibí en un accidente que no recuerdo tampoco, lo hago con cuidado. Así que decidida a esforzarme por recuperar mi vida que veo que era perfecta, decido caminar para ver si hay algo que me ayude a recordar. Saldo de la habitación y camino junto a mi enfermera, es una chica agradable y su rostro es co
Dos semanas después…La recuperación física que llevo es exitosa, puedo caminar sin necesidad de apoyarme de Lorenzo o Keyla, puedo hacer las cosas por mi propia cuenta y eso me hace feliz.Me levanto por la mañana cuando siento ganas de vomitar, llego al baño y vacío mi estomago en la taza del inodoro.¡Esto es horrible! Puede ser que lo que cené me haya hecho daño.—¡Buenos días amor! —saluda mi esposo, se sorprende cuando me busca en el baño y me mira de rodillas mientras sigo con mi expulsión matinal, toma mi cabello y mi cabeza evitando que me ahogue en la taza—¿estas bien? —niego levantándome para lavarme la boca y enjuagar los residuos, ¡qué asco!—Puede que la cena me haya hecho daño—bajo los hombros restándole importancia—Es mejor que te lleve al médico, así desechamos alguna infección estomacal.—Bien voy a bañarme y bajo para irnos.Cuando ya estoy lista, mi esposo abre el auto para que suba y lo hago, aun siento náuseas y mareos.Es imposible que la comida me haya hecho d
(4 mes y medio después del accidente) Arriesgándome a que Keyla sea una traidora, dejo que sepa que tengo dudas en cuanto a esta vida que Lorenzo mi esposo sea mi verdadera vida, y que ahora dudo que sea así. Cuando al fin, Lorenzo, se va a recorro toda la casa, con el fin de encontrar algo que me diga que estoy en el lugar correcto o el equivocado. Ella no habla del asunto, probablemente tiene miedo, es lo que veo reflejado en sus ojos cuando mira a Lorenzo. No hay nada, ni teléfonos celulares ni computadoras, solo un teléfono fijo que no se si funciona. Pero en todo caso que este aquí engañada ¿a quién llamaría? Sigo sin recordar nada, y sospecho que es porque nada de aquí es familiar por que nada, pero nada es parte de mi vida. Cierro los ojos un tanto cansada de ir y venir por toda la casa, me da mucho sueño últimamente y probablemente se deba al embarazo. —Keyla! —la llamo y ella viene a mí de inmediato—siéntate conmigo afuera ¿sí? —Si señora—salimos al porche de la casa
¡Ni siquiera es un hombre casado! Y no es que solo eso me espanta, es hijo de una de las familias mafiosas mas grandes, famosas y peligrosas italianas. —Le dije que era peligroso, pero usted no me hizo caso. —Si soy sincera, es lo menos que me preocupa y no tengo idea de porque—me recuesto con una taza llena de fresas con chocolate y crema batida, de gusto como si lo que hubiera leído no fuera algo realmente grave. —¿Por qué planearía todo esto? —se recuesta sobre la cama y yo sigo tratando de averiguar si puedo recordar algo. Le quito el celular y veo las fotos de Lorenzo, bajo y veo las referencias de los hombres mas ricos y bla, bla, me aburro con facilidad hasta que veo una imagen que me desconcierta. El dolor de cabeza vuelve e intento recordar, el hombre del auto que gritaba mi nombre, la reacción de Lorenzo… —¡Lo conozco! ¡Se quien es! —¿Cómo puede ser posible señora? ¿Como que lo conoce? —Me vio en el auto y me llamaba, sabe quien soy, debemos averiguar quien es el. E
Antes de poder salir, me toma del brazo y detiene mi huida.—No quise decir eso, todo fue confuso después del accidente, desapareciste, cuando llegaron los paramédicos solo me encontraron a mi y a mi chofer, tu habías salido del radar, hasta ese día que te vi, Margot—toma mis manos y me invita a sentarme—me enviaron fotos tuyas, sabia que no me reconocerías, pero mientras ellos te tuvieran sin memoria estarías a salvo, si yo hacia algo, o enviaba a alguien por ti, te matarían. Y esto—señala mi vientre—es una sorpresa y no sé si es mío. Por que no se lo que pasó mientras estabas con él.—Es lo único que te importa—afirmo molesta—¿sabes algo? voy a irme a tu casa y tomaré mis cosas ¿crees que sea posible eso?—¿Y dónde irías? —interroga desconcertado—Lejos de t
Al fin llegamos a nuestro destino, veo un enorme cartel en el que se lee “ Bienvenidos a Homeless”Es un nombre extraño, la ciudad es pintoresca y moderna, pero tiene todavía ese toque de campo, tiene arboleadas, las vimos antes de entrar y las casas, tienen un terreno espacioso, en algunas puedo ver jardines bonitos.Abro la ventana y respiro el aire, tiene establecimientos de negocios, cafeterías, librerías y supermercados.—Es lindo—escucho que Keyla, decir emocionada.—Esta ciudad es colorida—nuestro conductor sigue adelante y cuando menos lo pensamos, estaciona el vehículo frente a una casa—¡llegamos!Oscar, abre la camioneta y me ayuda a salir, veo alrededor, si, es lindo y acogedor.Salen de la casa una mujer y una niña pequeña, tiene en sus manos un recipiente, nuestro acompañante sale a su encuentro y lo que hace nos deja atónitas, besa a la mujer en la bosa, en la boca, y la niña se deja cargar y lo abra diciéndole, papi…Claro, es su esposa, el me dijo que alguien las pondr
Camino junto a Keyla, nos dirigimos al centro de la ciudad, y una semana después del incidente con el malnacido ruso.Llegue al hospital con sangrado, pero no era nada grave, debido al estrés que había estado experimentando.La cereza del pastel, fue haberlo visto de nuevo y que me saliera con lo mismo, importándole una mierda lo que yo pasé.—¿Estas seguras de que lo quieres hacer hoy? Debimos esperar a que te recuperes totalmente, estas siendo un poco descuidada—me regaña mientras llegamos a la cafetería—Ya deja de preocuparte, estamos bien, el doctor dijo que solo debo mantenerme calmada y relajada, así que “namaste” soy agua, fluyo, fluyo.Bromeo con ella, que claramente está preocupada.—¿Cómo te sientes con el otro asunto? —entramos al lugar y nos sentamos junto al ventanal para tener una vista mejor de la ciudad.Bajo mis hombros restándole importancia o al menos fingir que no me duele nada, resulta que el ogro se apareció para decirme que va a casarse con nada mas y nada meno
Con el shock todavía en mi sistema, me quedo en la sala esperando que se me pase, la impresión que me llevé por la noticia.Con razón cada que tengo hambre parece que voy a devorar un camión de alimentos.¿Porque demonios no me hicieron el ultrasonido cuando sangré hace un mes? ¡Ah sí!, solo exámenes de sangre ¡que incompetentes son!Niego con la cabeza, no es culpa de ellos, es mía por golosa.—¡Felicidades mi amiguis, la golosa! —Oscar, se burla de mi cuando llego a casa—es broma Margot, mira el lado amable, son dos criaturas que llegaran para hacerte el doble de feliz.—¡Cállate! Con esta noticia debería estar asustada y ¿adivina qué? ... ¡lo estoy! Son dos bebés, lo que significa que será una cesaría y además no creo soportar tanto peso.—Debes seguir la recomendación de la doctora del cien por ciento reposo o llegaras invalida a los nueve meses.—No quiero ser un estorbo y dejarle todo a Keyla, no me parece justo.—¿Quién dijo que serías un estorbo? No te preocupes, yo me encargo