85. Entre dos hombres
Las palabras de Marcus rompieron las últimas barreras de Karim. Se derrumbó emocionalmente:
—¡Ya lo sé! —gritó—. Ella es la mujer que amo… lleva a mi hijo en su vientre… y aun así no soy capaz de perdonarla por algo que fue obligada a hacer. ¡No merezco tenerla a mi lado!
—Al menos eres consciente de eso —respondió Marcus, antes de salir de la habitación. Sabía que Karim necesitaba tiempo para reflexionar, pero también sabía que había problemas más urgentes por resolver.
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Mariel acomodaba su nueva habitación en casa de Oliver. Mientras lo hacía, repasaba en su mente todo lo que había vivido hasta ese momento.
“Todo esto tuvo que pasar para tener a este pequeño…” pensó, mientras acariciaba su vientre. Aún no conocía su rostro, ni su voz, pero ya lo amaba más que a nada en el mundo.
—Podrías quedarte en la habitación principal, si lo prefieres —dijo Oliver desde la puerta.
—Esta habitación es perfecta. No necesito más —respondió ella con una sonrisa cálida.
Oliver se acercó a Mariel