El panorama general no era muy alentador, los invitados de la fiesta se habían replegado hacia la parte de atrás, protegidos por los guardias que tenían sus armas apuntando hacia el hombre que amenazaba al Rey, en esta ocasión todos eran hombres de confianza que Marcus reclutó personalmente.

Con la atención de los guardias en la amenaza hacia el Rey. Damián, André, Héctor y Oliver pudieron entrar nuevamente a la fiesta, y se percataron de lo que estaba pasando. Aunque Mariel no quisiera volver con ellos, no podían dejar que ella corriera con ese riesgo tan alto, era claro que ese hombre quería tomar venganza en contra de ella.

Para cuando Damián y los otros pudieron acercarse lo suficiente a Mariel, vieron que era muy tarde, ella ya estaba en manos del sujeto, y él tenía una daga amenazándola.

― Bien, no tengo ningún arma, ahora llévame con los ni&nt