Karim lo miró con una media sonrisa. —Ciertamente, esa es una gran razón. Pero también necesito que el ejército esté de mi lado, y por eso debo asegurarme de que el general sea alguien leal a mí.

—Estás jugando con fuego, Karim —advirtió Marcus.

—No te preocupes, ella puede apagar cualquier incendio —respondió Karim, mirando a Mariel con complicidad.

El anuncio oficial del nombramiento de Marcus se haría pronto, y como era costumbre, se celebraría un baile en su honor. Era una oportunidad para que los nobles se presentaran ante el nuevo general del ejército, un cargo de gran importancia.

El resto del día, Karim lo dedicó a asuntos diplomáticos: conversaciones con nobles y comerciantes para establecer nuevas rutas de comercio, además de otros temas de estado. Por la tarde regresaban al castillo en un carruaje. Karim viajaba con Marcus, mientras que Mariel insistió en ir montada afuera, en su caballo, para mantenerse alerta. Karim había encendido una chispa con el consejo, y era necesari