― Bueno suponiendo que es una guerra como la que enfrentamos en este momento, yo elegiría a los lobos, pero solo por su fuerza y habilidad, ya que no es posible que ellos se prestasen para algo así. Los lobos solo son leales entre sí, protegen a su manada. Aunque las arañas no son una mala opción, si no trataran de devorarte después de la batalla ―
― Entiendo, quizás los golems serian una buena opción ―
― Solo para defensa, su ataque es muy malo ―
― Entiendo, ¿y que pasa con el dragón de hielo? ― preguntó Serena
― Bueno, eso aún es un mito, yo daría todo lo que poseo con tal de poder comprobar la existencia de ese dragón, y verlo con mis propios ojos… ― el profesor dio un largo suspiro ― si logrará algo como eso, podría morir tranquilo ―
Serena pensó que sería arriesgado tratar de invocar al dragón de hielo, pe
― ¿Ayuda? ¿Por qué deberíamos ayudar a los humanos? ― dijo el lobo― No tienen ninguna razón, estoy aquí para ofrecer mis respetos y mi ayuda también, quiero que cooperemos unos con otros ― contestó Serena― ¿Qué puedes ofrecer tú? ―Anthony estaba muy nervioso y sujetaba su espada con firmeza, si fuera necesario estaría listo para atacar. Esto solo provocaba que todas las criaturas que los rodeaban comenzarán a ponerse a la defensiva. La historia entre humanos y criaturas mágicas no era buena, la guerra entre ellos se había dado desde el inicio de los tiempos― Los humanos no son confiables, lo único que puedes ofrecernos es alimento ― el lobo abrió mucho el hocico y corrió hacia Serena, sujetándola con los colmillos la arrojo lejos, uno de los colmillos logró perforar el abdomen de la chica dejándola con una
El enorme lobo gruño mostrando los colmillos, furioso. Todo indicaba que estaba a punto de atacar a Serena, pero en ese momento Anthony no dejaría que eso siguiera pasando, durante todo ese tiempo había estado creando esquirlas de diamante y dispersándolas por todas partes para tener un mayor rango de ataque. El Fenrir fue directo hacía Serena y trató de tomarla con su hocico, ella solo se cubrió con los brazos pues no quería pelear contra él. En cuanto el Fenrir la tuvo sujeta se dio cuenta que no le estaba haciendo daño, Serena abrió los ojos y noto que estaba protegido por el escudo de diamante de Anthony, miró abajo y lo vio defendiéndose de las criaturas que lo rodeaban y tratando de sostener el escudo que la protegía ― ¡Anthony detente por favor! ― grito ella, pues esto podía destruir toda la confianza que pudo haber generado ella durante su charla ― No puedo ver como te atacan y que no hagas nada, vinimos aquí con la intención de colaborar todos y no p
En ese momento Arturo y Matías estaban entrando al palacio, se encontraron con sus amigos y ver sus expresiones fue suficiente para saber que Serena no estaba ahí. Los cuatro jóvenes estaban exaltados y por un momento nadie supo que hacer, querían salir a buscarla, pero el Rey les exigía su presencia en el consejo que estaba por iniciar. A regañadientes los cuatro entraron a la sala del consejo, esperando terminar rápidamente con eso para salir en busca de Serena. De cualquier forma, les sería de mucha utilidad conocer la ubicación del ejercito enemigo, así podrían saber si existía la posibilidad de que hubiesen venido a por Mariel El consejo inició, el general dio la ubicación del ejercito enemigo proporcionada por los vigías ― El enemigo se encuentra a dos días de distancia a caballo, si son inteligentes trataran de tomarnos por sorpresa, debemos estar listos en caso de que decidan atacar por la noche ― ― Las legiones están listas para pelear, en las murall
En el trayecto a casa de Arturo, Matías les explicó porque las heridas de Serena no respondían al tratamiento de Arturo.― Estás heridas no son comunes, fueron hechas por una magia muy poderosa o muy antigua ―― ¿De que hablas? He tratado heridas por magia antes y nunca vi esto ― dijo Arturo― Me refiero a que en el bosque se encuentran muchas criaturas, es posible que ellos se encontraran con alguna y este fue el resultado ― lo pensó por un momento, luego miró a Anthony ― Levántate la playera ― pidió MatíasAnthony no entendía muy bien porqué le pedían hacer eso, pero lo hizo ― Mira esto ― dijo Matías señalando el moretón que tenía el chico en el abdomen ― esto es una picadura de araña glaciar, es por eso que no puedes recordar lo que pasó ―― Lo que aún no entiendo es ¿Por qué estaban en el bosq
― Pero ¿Arturo no puede hacer nada? ― preguntó Anthony ― seguro que debe haber algún hechizo, algo que pueda hacer ― ― No, necesitamos una pluma de cuervo blanco y la salvia de los golems del bosque, solo así podremos salvarla, pero conseguir eso nos llevará mucho tiempo ― explicó Matías ― La salvia… ― la mente de Anthony comenzó a detonar algunos recuerdos que estaban aun revueltos, pero recordaba perfectamente cuando uno de los golems le entregó un pequeño recipiente. Rápidamente comenzó a buscar entre sus cosas, su abrigo y su pequeña maleta, hasta que lo encontró ― Esto… ¿puede funcionar? ― dijo mostrándoles el frasco Matías lo tomó para inspeccionarlo ― ¿De donde sacaste eso? ― preguntó, pues efectivamente era salvia de golem ― Uno de los golems me lo dio, creo que fueron ellos los que nos ayudaron a salir del bosque ― ― Aún falta la pluma de cuervo ― dijo Héctor En la ventana se escucho un ruido, todos miraron al cuervo que se en
La ciudad era un caos, las personas corrían hacia el castillo en busca de refugio y protección. Mientras que los soldados iban hacia el frente para proteger la ciudad. Las campanas sonaban anunciando la llegada de los enemigos, cada campanada retumbaba en los corazones de los guerreros dispuestos a dar su vida con el fin de proteger a sus familias y su ciudad, el fuego se había encendido en las afueras de la ciudad. El aire comenzaba a sentirse pesado, las legiones estaban listas para salir, los cascos de los caballos sonaban en las calles de Leória anunciando el inicio de la guerra. Damián lideraba la primera legión que estaría justo en el frente de batalla, el joven príncipe usaba su armadura de hierro resplandeciente, portando su espada con determinación, ordeno abrir las puertas de la ciudad. Todos los refugiados entraron rápidamente mientras la legión salía a galope. 300 soldados formados frente a las grandes murallas, esperando al momento adecuado para defender
En casa de Arturo los heridos habían comenzado a llegar por montones, algunos más graves que otros. Serena vio esto y no pudo contenerse más, se levantó aun con el dolor que tenía y salió sin que nadie la viera. Caminó hacia la parte alta de la ciudad, desde ahí tenía una vista completa del campo de batalla. La estrategia que diseño parecía estar funcionado, hasta que pudo distinguir la llamarada que Wolf le lanzó a Matías. ― Wolf bajo para reunirse con Boulder, con ellos juntos Matías no podrá vencerlos ― ― Pero tú no puedes ir, estas muy herida aún ― dijo Anthony que la había estado siguiendo desde que ella salió de casa de Arturo ― No me quedaré aquí mirando como nos atacan, lo siento, pero no dejaré que me detengas ― En casa de Arturo todo era gritos y sangre, las ayudantes estaban atendiendo a los heridos mientras que Arturo se ocupaba de los casos más graves. André llegó en busca de Serena, recorrió los pasillos y no encontró nada, comenzó a pen
Damián no pudo resistir la mirada de su hermana, su corazón se conmovió al pensar que ella tenía un motivo para pedir eso y al terminó por conceder su deseo ― Bien, atenlo bien y llévenlo a las jaulas, será nuestro prisionero ― ― Muchas gracias, señor ― ― No me digas así, soy Damián ― dijo extendiéndole la mano para ayudarla a levantarse ― Ahora ve al castillo y quédate donde estés segura, no quiero volver a perderte ― dijo sin pensar más que en su pequeña hermana Serena no entendía muy bien las palabras de Damián, pero le hizo sentir querida al pensar que su hermano mayor estaba cuidándola Luego de esto fue hacia donde estaban Wolf y Boulder, pues ellos son contrincantes difíciles de vencer. Al acercarse pudo ver que André estaba preparando su invocación, y que Matías y Héctor peleaban contra Boulder y Wolf, para darle tiempo a André Héctor fue lanzado por una bola de fuego de Wolf, cuando éste estaba por ir hacia él nuevamente Serena intervi