La luz del sol estaba dando sobre mi cara y era molesto, me giré hacia el otro lado y me topé de frente con Neal. Estaba plácidamente dormido, eso pensé hasta que sin abrir los ojos, habló.

―Rainbow, ¿te confieso algo? ―murmuró dejando ver una sonrisa.

―¿Cómo sabes que estoy despierta?

―Tu respiración, es diferente… y puedo sentir tu mirada ―confesó abriendo los ojos.

―¿Qué querías confesar?

―¿Qué fuiste la primer mujer en mi vida.

―No te creo.

―No lo hagas, en realidad no importa si lo crees porque yo lo sé, y basta con eso.

―¿Quieres café?

―Te quiero a ti ―dijo dejando besos en mis brazos, en mis mejillas y en mi cuello provocándome cosquillas que no pude contener la risa.

Fue un fin de semana hermoso, porque lo pasamos juntos sin interrupciones. Avisé a Babs que no me encontraría porque tenía planes con Neal y agradecí que no me cuestionara, porque probablemente a esas alturas ella ya sabía por Charle