Después de cansarme de esperar a mi papá y que nunca llegará decidí dormirme y caí rendida, me sentía cansada emocionalmente. Esta eran las consecuencias que mis padres nunca veían, dejarme sola y haciendo que me sienta miserable.
A lo lejos escucho unos disparos junto con gritos que hacen que de un brinco de mi cama y caiga, salgo corriendo pensando que algo pasaba en la casa, empeze a escuchar más disparos mis piernas se debilitaron empecé a gritar a Ana que me querían secuestrar, baje tan rápido las escaleras que aterricé en el piso uno de los encargados de seguridad al ver lo sucedido corrió hasta donde yo estaba, me ayudó a levantar sentí un dolor horrible en mi barbilla pero cuando apoye el pie sentí que moría de dolor, el seguridad al percatarse le gritó a Ana mientras me cargaba hasta el carro, los vecinos nuevos vieron todo el espectáculo, adolorida y muy avergonzada me llevaron a emergencias estaba en la camilla del hospital de mi tía mientras su esposo me atendía resulta que termine con un esguince en mi tobillo y cinco puntos en la barbilla.
—¿No entiendo que es lo que esperan tus padres que te mueras?.—por eso odiaba verla a Issa me acordaba lo miserable que es mi vida.
Mi tía lo decía con dolor en sus ojos ella había intentado por años tener un hijo nada daba resultado, ella odiaba el hecho de que mi madre tenga dos y simplemente se olvide que existimos aunque de mí más que Ramsés; escucharla hablando solo hacía que me sintiera peor, se que al final no puedo contar con ellos siempre están lejos, por ejemplo mamá y Ramsés están en París, papá bueno el primero en Los Ángeles y papá dos en Australia.
Curioso todos están en países muy diferentes enfrascados en sus trabajos mientras yo estoy en emergencia escuchando a mi tía que me recuerda que mi vida es una gran m****a claro depende de cómo la veas.
—Issa te podrías calmar me estás provocando un dolor de cabeza. Además ya estoy acostumbrada desde antes de dar mis primeros pasos.—respire profundo.— ¿Cuánto tiempo tendré que durar con este estúpido yeso?.—lo señalé con el dedo.
—Unas tres semanas, máximo un mes—dijo mi tía con una pequeña sonrisa apenada.
—Espera ¿que? no es que vaya a ningún lado pero ¿sabes el calor que esto me provocara cierto? no me voy a poder mover y caminar por mi propia cuenta ¿cómo se supone que me bañe ? Cuando empiece la escuela voy a tener este yeso.—me queje.
—Podrías quedarte en casa y te ayudamos.—si ese era su plan está muy equivocada.
—Ni hablar Ana se las arreglará perfectamente, ¿ya me puedo ir?.—sonreí por cortesía.
—Claro cariño pero estaba pensando en invitarte a comer.—eso era una súplica.
Issa era alguien humilde le encantaba ayudar a los demás siempre estaba pendiente de Napi y yo, nunca quiso el dinero de papá todo lo que ella tenía fue por su esfuerzo era una tristeza que no tuviera hijos sin duda alguna ellas sería una excelente madre.
—Claro tengo hambre aparte de que me siento drogada por la anestesia, vamos por comida.—me regaló una enorme sonrisa.
Yo ya estaba jodida que más daba un desayuno recordando que mis padres son una porquería, sabía que me diría cualquier estupidez de ven a vivir a casa con nosotros y seguro que con la droga de la anestesia y calmantes diría alguna estupidez.
La comida fue agradable entre recuerdos e historias de cuando yo era pequeña, sentía un dolor en mi barbilla pero no era algo del otro mundo, cuando mi tía me llevaba a casa volvió a recordarme que cuando quisiera podría llevarme a su casa.
Para poder bajar del carro uno de los de seguridad me cargó, me percaté de que los vecinos nuevos estaban observando incluso la rata pequeña de mi mini vecino apodado el hijo de Lucifer y la madre, hundí mi cara en en el cuello de godzilla, asi le puse al guardaespaldas. Cuando me dejaron en mi habitación encontré mi teléfono en la mesita de noche y pulsé el botón para ver la hora entonces Ana llegó a mi habitación.
—Niña tienes visitas.— eleve una de mis cejas ¿visitas yo? Pensé
—¿Ses ya llegó?.—pregunté.
—No, son los vecinos niña.—Ana entrelazo sus manos.
—Los vecinos ¿en mi casa? ¿Como por que o que?.—achique mis ojos.
Ana se aclara la garganta y me mira con su mirada, estoy segura que hay una historia detrás.
—Lo que pasa es que los ruidos de esta mañana vinieron de la casa de al lado al parecer el niño jugaba y puso la bocina a todo volumen para molestar a su hermana, cuando Ana terminó con toda la explicación sabía que estaba ocultando algo
—¿Y por qué vinieron a visitarme? Es lo que no entiendo.—pregunté cansada.
—Godzilla fue y le reclamó lo que pasó contigo, les dejo muy claro que eso no se podría volver a repetir.—una sonrisa se dibujó en mi rostro.
—Dile que si quiere pagar por los daños le dejó la cuenta de mi desayuno pero sé que no va a pagar ni un peso, es muy costoso, que con limpiar mi habitación por dos meses pagará la mitad. En tu idioma es que no voy a bajar no se me da la gana.—me acomode mejor en mi cama
Cómo me negué a recibirlos en ese momento, Tiffany la peste viviente subió a mi habitación.
—Eres una pesada.—abrí mis ojos.
—¿Quien te dejó entrar en mi habitación?—Intenté mantener la calma.
— Mis pies ¿que aún me tienes miedo?—una carcajada salió de mi.
Tiffany es mi vecina insoportable, muerta de hambre, becada que trabaja para mi hermano por eso vivía al lado.
—Yo nunca te he tenido y nunca te tendré miedo es mejor que lo sepas, todavía no sabes de lo que soy capaz.—la mire de arriba abajo.
—Quiero que bajes y le digas a mi madre que nos disculpas.—me estaba retando su mirada me lo decía.
—¿Que baje yo? Tiffany creo que te golpeaste la cabeza o que estás olvidando quien le da órdenes a quien, te recuerdo que la becada e hija de una sirvienta eres tu; no yo y lo peor es que trabajas para mi hermano un niño de 10 años, eso significa que trabajas para mí.—vi a la chica palidecer cuando le mencioné su pequeño y sucio secreto que era una de las del servicio de mi hermano.
—Quiero que te calles en este momento, puedo llamar a tu madre y contarle muchas cosas.—grito como histérica.
—Llamala no me importa.—le tendí mi celular.—¿Que le puedes decir?, ¿Que tengo problemas o que siempre salgo sola en las noche? llama dile me estarías haciendo un favor.—La cara de tiffany cada vez se ponía más roja, ella sabía que hiciera lo que hiciera yo siempre tenía la última palabra.
—Baja ahora mismo Cleopatra—gritó.
—No te atrevas a gritarme tú y yo no somos y nunca seremos iguales. Antes de que bajes por favor tráeme ese lapicero que está en mi escritorio y un vaso con agua—en cualquier momento Tiffany saltaría sobre mi.
—No voy hacer nada de lo que quieres.—camino hasta mi cama, con todo el dolor que sentía me puse de pie
—Es una orden Tiffany no puedes negarte, soy tu jefa.
Antes de que ella pronunciara cualquier palabra se cortó la luz de la casa y sonó un disparo, las alarmas de mi casa se activaron, en menos de un minuto bajaron los protectores de las ventas a prueba de todo creo que hasta de aire. Mi casa era una casa blindada igual que todas las casas del recinto eran casas muy seguras, mis guardaespaldas me rodearon listos para atacar a quien sea que se me acercara, el miedo invadía todo mi cuerpo y se podía escuchar como las alarmas fuera de la casa sonaban.
—¿Qué hacemos Godzilla?—apenas pude pronunciar.
—Solo debemos esperar que la fuerza especial llegue.–dijo mientras me ponía un chaleco a prueba de balas.
Después de eso sonó una especie de explosión más disparos, todas las alarmas del recinto sonaban, los guardaespaldas hicieron como una fortaleza alrededor mío, afuera se escuchaban helicópteros parecía una guerra.
—Godzilla.—grite.
—Escucha quiero que te calmes y te agarres fuerte de aquí pase lo que pase no te sueltes.—puso mi mano sobre su chaleco la amarró en el.Eso fue lo último que pude escuchar, después sonó una explosión y todos caímos al piso.
Después de la explosión nos movimos por una especie de túneles subterráneos, mi miedo era tan grande que me había mareado y no entendía nada de lo que Godzilla me decía, iba corriendo conmigo en brazos. Cada vez que dejábamos uno de los túneles se cerraba una puerta, llegamos a una especie de búnker, no conocía este lugar no había nadie cerca, pero luego me di cuenta que todos estábamos en el mismo lugar, a mi alrededor solo había niños ricos y guardaespaldas, mi cabeza era un lío me sentía desorientada.—¿Está bien señorita?—preguntó Godzilla.—No tienes idea ¿no ves lo divertida que estoy? ¿Me puedes explicar qué pasó?.—cues
Después del alboroto del búnker, la mafia ,explosiones fuimos directos a casa, que en estos momentos era otro búnker la seguridad que ahora tengo es el doble que antes, solo sentir las cálidas sábanas de mi cama caí en coma de sueño.No tenía ni una hora durmiendo cuando escuche música muy fuerte antes de ir a romperle las bocinas a Josh mire la hora son las 5 de la madrugada llegué a mi casa a las 4:00, esa gente debe de aprender me levanté, tome el control para subir todas las ventanas de metal permitiendo ver el exterior, cuando lo localicé el sonido me quede muda viendo al chico que estaba en toalla, mojado y tecleando su teléfono.Desde lejos se le podía ver su torso desnudo y una sonrisa coqueta, que lo
Después de la noche que conocí a mi vecino y que a Godzilla se le empezara a caer el cabello por mi culpa, el recinto estaba siendo movido a otro lugar y los pobres que estábamos atrapados ahí fuimos a otros lugares; yo decidí ir a Egipto era eso o quedarme en el hotel y la semana de vacaciones que me queda no la iba a pasar encerrada.Cuando llegamos a Egipto mi seguridad era la doble de la que acostumbraba recién pise suelo Egipcio sentí ese calorcito y sensación de que estoy en casa, fui directo a la casa de mi abuela mi adorada Napi.—Mira que grande está esta niña—fueron las palabras que dijo mi abuela.—Napi y t
¿Qué es la rebeldía?La rebeldía es ir contra las reglas y luchar por lo que quieres, crees, por tus metas, sueños, la rebeldía es hacer frente al sistema dañado.Después de varios días con Napi fui a mi casa donde podía ser yo, me llevé a Mena conmigo. Hoy iríamos a una fiesta en mi yate con algunos amigos.—Repíteme otra vez ¿por qué voy contigo?.— lo decía mientras estaba tirado en mi cama viendo al techo.—Por que eres mi amigo y debes disfrutar tanto como yo.—le lancé el short que me había quitado para que me prestara atención.
Cuando los padres se olvidan de los hijos, los hijos se convierten en su propia versión.Había pasado una semana desde el incidente en el periódico, tenía prohibido salir de casa por el atentado. Mena había regresado a su casa y yo sentía que me volvía loca en la mía. Mi tía había venido desde Ucrania especialmente para retirar el yeso y los puntos; era libre otra vez de cierta forma al menos.La mañana estaba muy soleada y calurosa tomé mi bikini negro con toques de diamantes, rubí, Ses me lo había regalado de cumpleaños era único en el mundo, unos lentes de sol y fui directo a la piscina después de nadar un rato me tumbé a tomar el sol, deje que la música me llevara lejos del mundo podrido al que pertenezco.
Llegar a Ucrania fue un disparo a mi ego ya que me vi obligada hacerlo, por lo menos el tema del instituto no se había mencionado más eso era un alivio.Le envíe un mensaje a Annipe y se atrevió a no responder hipócrita, tal vez la enviaron al convento me sentía mal por ella la metí en un lío pero seamos honestos bien que me metió la lengua hasta el fondo de mi garganta y toco mis pechos hasta gimió.La tarde en Kiev estaba un poco fría, estaba parada en el balcón del hotel muriendo de aburrimiento con mi puerta custodiada por seis guardaespaldas después de los dichosos atentados y la mafia polaca cobrando cuentas, por eso la seguridad había incrementado. Después de aquel beso no dejaba pensar en el desnudista de mi vecino me tentaba cuando estaba en la piscina, había intentado hablar con Ses pero seguía sin dar señales de vida, estaba harta de estar en este hotel los chicos del instituto habían empezado las clases todo había vuelto a la normalidad menos yo. Esta tarde volveríamos al recinto se supone que todo está bajo control no hay peligro o por lo menos eso fue lo que nos explicaron.Cuando llegamos todo estaba tal cual lo dejamos excepto que para entrar debíamos usar nuestras huellas, claves en las puertas es decir esto estaba más protegido que cualquier palacio o casa presidencial. «de vuelta a casa» pensé mientras me tiraba en mi cama. Ana entró dejando algo en mi closet. Alexandrei.Ser el segundo hijo de mis padres nunca ha sido fácil; tengo que agradar a papá, mi hermano y toda una nación. Lo único que he querido mi vida entera es ser alguien normal pero tener el peso del título de príncipe de Mónaco nunca ha sido fácil más cuando André está detrás de mí para que haga todo bien.Estaba en Francia por asuntos de la Unión Europea me enviaron con Olivia mi prima, ella se encarga de contratos cosas de economía las palabras de André fueron claras—Vas a Francia aprender no quiero sorpresas— me enoja que toda mi vida está plasmada en una agenda hasta la veces que voy al baño son contadas por mi perro faldero.Último capítuloCapítulo 9
Capítulo 10