Había pasado más de una semana desde que huyó después de gritarle a Lucyan y un par de días de que salió del hospital, se sentía muy avergonzada aún para atreverse a confrontarlo, cada vez que pensaba en el asunto no sabía cómo reaccionar, excepto recluirse por la vergüenza. Volteó a su reloj, eran poco más de las siete. Más tarde ese mismo día, en el café de siempre. Estuvo sola, pensando por un rato en absoluto silencio, todavía estaba inquieta por lo de la mañana, sus días se habían vuelto una completa confusión agobiante. No comprendía el motivo de su azaro ni la razón de sus inquietudes. Simplemente estaba perdida, tal como en una alucinación. Trató de ignorarlo, pero era un nudo cada vez mayor, le era imposible no pensar en lo que había dicho, tampoco se sacaba de la mente la forma en que reaccionó. Haber huido, derrumbarse en lágrimas y luego el accidente. Se sentía extraña si intentaba pensar en todo eso y lo que pasó después. Cuando volvía caminando a su departamento, se d
—No lo debería hacer —dijo, mirando la pantalla de su teléfono muy pensativa—. No, en serio Sophie ya te lo habías dicho, sabes que no es una buena idea, no lo hagas —se decía a si misma—, pero tengo que arreglarlo... No puedo dejar esto así, me lleva, voy a hacerlo. —Finalmente se rindió y marcó el número. —Esto se siente como una mala idea —dijo escuchando el tono, esperaba que Rose ó Lily no tardaran mucho en contestar, en los días anteriores que habían pasado logró reunir el valor para llamar a Rose y tratar de pedirles disculpas por lo menos a ella y Lily, por haberse ido así. Aunque sentía que eso no era suficiente, todavía se hallaba muerta de pena para profundizar en el tema. Sin embargo haría lo que le había dicho Lana, comenzaría por enmendar lo que hizo, pero el proceso iba demasiado lento debido a su escaso valor de hablar con alguien más acerca de ello. Había dejado que esos días pasaran, distanciándose de todo, tratando de comprender sus nuevas emociones, se estaba sin
—Y tú eras la que no quería salir al principio —le dijo Lana a Doria con una sonrisa sorna, viendo como se ponía inquieta y se rindió soltando un suspiro. —Los hiciste huir —murmuró Lucy. —La mamá del grupo chicas, ¿qué esperaban? Doria es problemática, es la mayor, Sophie una ternura rebelde obviamente es la del medio, finalmente Lucy es delicada y coqueta por lo que sería la bebé del grupo. —Aguarda, ¿y yo por qué era la bebé en tu comparación? —dijo tras pensar un segundo. —Es cosa de juicio, soy mayor que ustedes, tengo veintisiete, me sigue Doria y sus veinticinco, luego están Sophie y tú con sus veintitrés, pero tú eres la menor de ambas. Miró en su reloj la hora y buscó las llaves de su auto. »Ya está tarde y creo que ya nos deberíamos marchar. Tras pagar sus cuentas e irse, pasó a dejar a Sophie en su departamento, por lo menos estar cerca de ellas le había servido para no pensar en ese dilema. Había podido mantener a raya sus pensamientos sin que le pesara el arrepentim
Sophie mantuvo la mirada fija en la pantalla, entre las grabaciones había encontrado algunas en que Haley se había grabado a ella misma junto a Lucyan, quien trataba de no salir en cámara, mientras ella intenta atraparlo en la grabación; como si cazara a un animal exótico. —Haley... —suspiró, ya se sentía depresiva tras ver tantas cosas que la hacían estar sentimental, quería dejar de mirar, temiendo que si indagaba más lejos, comenzaría a llorar. Ya había pasado un rato, pero colocó una más y cuando se mostró la imagen en pantalla se encontró con una filmación de cuando Sophie estaba en secundaria, a los quince años. Durante una visita de Haley que fue a verla unos días. Su atención se fijó totalmente cuando pudo notar que se trataba de el día en que ella había estado en un recital del colegio y Haley la había grabado mientras cantaba, ni siquiera sabía que la había grabado. Estaba absorta mirando como ella filmaba, desde mucho antes de que Sophie saliera al escenario. Podía escu
—De acuerdo… —murmuró apenada—. Hasta pronto —le dijo desde la puerta antes de salir, cuando estaba algo lejos le pareció escuchar que él le había respondido. —Ve con cuidado... —Lo escuchó decir, Lily se detuvo mientras estaba junto a Sophie, vio por un segundo hacia adentro y luego a Sophie, tenía una pequeña sonrisa en sus labios. Ella notaba algo que los dos ignoraban. —Esto parece que funcionará bien —murmuró para ella misma tras ver su interacción. —Señorita... —Se inclinó hacia la ventana del auto luego de que Sophie subiera en el asiento de atrás—. Esto es solo una petición un poco egoísta quizá, pero... Le suplico que no lo deje de seguir ayudando, es un poco cohibido y pesimista, pero es una gran persona. »Él en verdad es una persona generosa y amable, siempre lo oculta. Solo le hace falta un poco de mano dura —eso último lo dijo de forma burlona, reprimiendo una risa furtiva. —Lo tendré en mente —respondió al momento que Evans encendía el auto—, gracias por invitarme ho
En su presurosa huida, casi cruzó el paso peatonal estando en rojo y se asustó cuando un auto sonó el claxon antes de que pusiera un pie en la calle, haciéndola pegar un brinco y regresando a la acera, respiraba nerviosamente con el corazón palpitando deprisa. —Necesito descansar un poco —murmuró. Cuando le dio luz verde en la señal de paso; cruzó rápidamente apresurando sus pasos, intentando sacarse el susto de la cabeza. Por más que esa noche intentó dormir no pudo conciliar el sueño, se mantuvo removiéndose en su cama con incomodidad, sin poder sacarse las confusas ideas que llegaban de la nada a su mente, solo aparecían sin previo aviso y sin control de lo que hallaba en ellas. Finalmente habiendo llegado el día que acordaron salir juntas a un descanso en la playa solo ellas, salió de su departamento junto a Lucy con su bolsa colgando del hombro con todo lo que podía necesitar para pasar el día. Contoneándose tranquilamente mientras se dirige al auto de Lana donde las esperaban
Para dejar de pensar en Lucyan, se apresuró a pedir algo y salir de allí dejando atrás todo aquello. Cerca de la tarde estaban todas bajo las sombrillas, recostadas sobre las toallas en la arena. —Esto está muy bien, ¿no lo creen? —murmuró Lana. —Talvez… —susurró Sophie desde el otro lado. Había pasado las últimas horas pensando con la mirada ausente hacia las nubes. —Me siento relajada —murmuró Lucy—, me siento al cien después de hoy. —Apuesto que todas nos sentimos recargadas después de este día —respondió Lana—, ¿tú qué opinas Doria…?, ¿Doria…? —Al voltear a verla estaba dormida—. Y ya cayó… —Se me hacía extraño que no dijera nada. Deberíamos hacerle creer que la dejamos… —Me gustaría darle un pequeño susto, pero no tengo ganas... En fin, fue un gran día, debemos irnos. —Lana se levantó estirándose—. Deberíamos ir a buscar nuestras cosas para volver a casa, quiero dormir en mi propia cama. —Yo también —respondió Sophie mientras se ponían de pie ellas y Lucy antes de despertar
—Supongo que sí, solo debe necesitar dormir y que descanse —respondió Lily, guardando los demás documentos que estaban en el escritorio. Mientras ella recogía todo, Sophie estuvo observando a Lucyan, dormido en su pecho en ese momento. Se veía muy pacífico y le provocó que se le disparara el pulso mientras le escalaba la temperatura por la cara. Lo que estaba haciendo era una situación que la avergonzaba, se podía escuchar los latidos dentro de su pecho como si los tuviera en los oídos, extrañamente no le desagradaba esa sensación de ansiedad. —Ha de haber estado increíblemente agotado, se quedó dormido en un parpadeo. —Sophie le colocó una mano en el cabello, actuando por reflejo, sintiendo los mechones entre sus dedos, luego volteó hacia Lily quien volvió a colocar su mano en la frente de él para sentir su temperatura. —Hay que llevarlo a su habitación para que duerma, ¿me ayudaría? —Sophie asintió, cuando lo habían logrado llevar entre ambas a dejarlo en su cama, ella observó que