—Aún no… Veo que tú tampoco —respondió tranquilamente, Lily se dio cuenta del libro que traía en la mano reposando en su regazo.—¿Cómo está la señorita Sophie? —Lucyan detuvo su taza a medio sorber cuando un repentino brío inquieto le inundó el pecho, Lily lo miró de forma suspicaz como si hubiera atinado saber lo que había sucedido en la sala, era obvio que ya no estaban enojados.Lucyan se sintió inquieto al pensarlo, pero le pareció extraño, incluso inexplicable el porqué eso lo ponía nervioso, haciéndose múltiples conjeturas él mismo antes de responder. No debería preocuparle que Lily se enterara.—Está bien... Solo tiene que dormir. —Volvía su mirada de nuevo a la lluvia—. Creo que solo así puede estar un poco tranquila, le vendría bien no pensar en malos recuerdos. —Fugazmente recordó la noche que la miró con los ojos llenos de lágrimas—. No necesita revivir tales cosas.—Esta bien... Pero tampoco deberías pensar mucho las cosas, si te aferras a algo, más desprende de nosotros
Lucyan caminaba por el pasillo en dirección a su propia habitación, ya allí, se sentó un momento en la cama mirando una vez más el collar, la puerta del balcón seguía abierta cuando miró hacia ella, pensó en como horas antes, Sophie lo ayudaba en la estancia a secarse el agua que tenía encima, parecía muy atenta.Cerró la puerta del balcón y fue a la cama, recostado de lado mientras miraba hacia el lugar donde siempre dormía su esposa, imaginándola a ella allí con él. Con sus manos intentó tocar el lugar como si aún estuviera ahí, eso para solo poder terminar sintiendo las sábanas bajo sus dedos. Suspiró, viendo que el despertador marcaba las diez con treinta.Quince minutos después, Sophie ya había salido del baño y se había cambiado de ropa, tras quitarse de encima aquella ropa sudada se sintió fresca y renovada. El pantalón apenas llegaba más allá de las rodillas y la bata no daba más allá de la cintura.Se sentó en la orilla de la cama cruzando una pierna encima de la otra mientra
Él fue bajando poco a poco hasta estar a la altura de sus pies, sujetando una de sus piernas dio un beso en el empeine, luego fue subiendo por el camino a su rodilla y siguió por el muslo hasta llegar a poner los labios encima de su vientre.Ella sintió un brío y cosquilleo en las caderas cuando rozaba los labios por la superficie sin hacer presión mientras iba subiendo, recorriendo su abdomen del mismo modo que hizo con su cuello, arrebatando algunos murmullos de ella.Sophie se mordía los labios para ahogar los suspiros y gemidos que se escapaban de ella cuando recorría su vientre y luego posaba su atención sobre su ombligo. Cada jadeo salía involuntariamente sin que ella los pudiera dominar cada vez que le ponía los labios encima.Él había comenzado a subir por su abdomen, levantando un poco del camisón en su camino y dejando su piel expuesta a sus roces, podía verse el comienzo de sus pechos, no llevaba el sujetador para ir a dormir.Besó el medio de ellos sin llegar a exponerla p
Sophie estaba por dejar la cama, pero seguía prisionera en donde estaba, todavía tenía a Lucyan encima observándola y dejando los brazos a ambos lados de ella apoyados sobre el colchón.—Debo irme Lucyan —murmuró delante de su rostro permaneciendo un poco cerca, él parecía dudar de ello antes de responderle.—Podrías quedarte —propuso en voz baja—, dormir aquí si quieres. —Sophie frunció los labios, aún le punzaba el pecho aquella sensación oscura que estaba tratando de reprimir y mantener la compostura sin demostrarlo.—Realmente no sé si me sienta cómoda con la idea... —murmuró—; en especial si no sé si tú podrás mantener tus manos quietas.—¿No confías en mí…? —murmuró un poco sombrío.—No es eso… Es que yo..., es complicado —respondió insegura.—Así parece ser todo siempre... —Sophie volvió a fruncir los labios mientras su mirada temblaba, podía sentir la angustia rebotar en su pecho a la par de sus latidos.—Discúlpame por no ser ella. —En cuanto lo dijo, Lucyan quedó perplejo mi
Al abrir la puerta lo encontró ante el desastre, estaba aún sentado de espaldas a la pared con la mirada hacia abajo y la fotografía en una mano, su otra mano reposaba sobre su rodilla flexionada frente a él.A Sophie se le hizo un nudo en la garganta mientras lo miraba en esa situación. Era como la vez que lo encontró en la biblioteca mucho tiempo atrás.Lucyan apenas si le pudo sostener la vista un segundo antes de voltear su mirada hacia un costado sin decir nada, Sophie veía las cosas rotas mientras avanzaba, sintiéndose preocupada y con una presión enorme estrujando su pecho por dentro, fruncía los labios y le temblaba el gesto sin lograr articular una palabra.Cuando estuvo frente a él se dejó caer quedando apoyada en sus rodillas igual de cabizbaja, segundos después se acercó, quedando entre las piernas de Lucyan y sujetó su suéter antes de reposar su frente en el pecho de él.No dijo nada, simplemente estuvo así por unos segundos mientras sentía la atmósfera pesada que se hall
Afuera aún estaba oscuro, amanecería en unas horas; pero todavía caían gotas de lluvia pausadamente y se sentía mucho frío, salió de la cama mientras sus pies descalzos lo llevaban por el pasillo, se dirigió a la cocina para buscar un vaso con agua antes de regresar.Sin hacer el menor ruido, entró acercándose a ver si aún dormía; en efecto así era, estuvo de pie a un lado de la cama observando a la despeinada mujer que tenía en frente.Se veía tan delicada y sencilla, era la viva imagen de su gemela, eso le causaba un ligero conflicto todavía. Contrariado por la ilusión, acercó una de sus manos posando los dedos en la mejilla de Sophie mientras la miraba fijamente.Acercó su frente a la de ella, sintiendo la calidez que provenía de ese delicado tacto, escuchó como suspiró aún dormida y frotó su frente contra la de él por reflejo. Le pareció reconfortante. Separó su frente para mirarla.Podía ver su pecho subir y bajar con cada respiración. Sin previo aviso, por cosa de un movimiento
Lily se fijaba en algo a lo que no le quitaba los ojos, pero Sophie era incapaz de verlo. Antes de que Sophie pudiera articular algún argumento respecto a eso, Rose apareció interrumpiendo la atención entre ellas. Al ver a Sophie le sonrió antes de hablar.—Señorita, buenos días, ¿ha dormido bien? —Para Sophie la asociación de esas palabras con su noche la hizo recordar los sucesos previos. Anexado a que su preocupación de ser descubierta no le daba pie para concentrarse y pensar en nada más.—Ah, sí —respondió inquieta—, sí, estoy bien.—Me da gusto saberlo, ¿tiene apetito? El señor nos ha ordenado atenderla en cuanto despertara.—¿Ah sí? —inquirió olvidando por un segundo sus nervios.—Porsupuesto, dijo que tuviéramos listo su desayuno. —Sophie se extrañó antes de contestar, estaba siendo más atento, se preguntó si tenía que ver con todo lo que sucedió el día anterior.“Tu novia...”Esas palabras saltaron de nuevo a su mente de forma traicionera y se tambaleó con pánico, de todas la
Ese día se iba a ir de viaje por unas insufribles dos semanas y no sabía qué iba a suceder durante el tiempo lejos de ella. Por mucho que se convenciera de que no debía tener esa preocupación aún lo inquietaban los nervios de estar mucho tiempo sin verla, esperar sería un tormento, si estaba así no se iba a poder concentrar durante el viaje.«No creo poder soportar dos semanas lejos»—Oye... —Sophie se acercó un poco más justo frente a él, sin embargo Lucyan permaneció abstraído en sus pensamientos—. ¿Qué te ocurre? —No recibió respuesta—. ¿Me estás ignorando? Estás mas raro de lo normal…, algo te preocupa.Cuando se enfocó fuera de sus ideas meneó la cabeza antes de volver la mirada hacia ella.—No es nada... —susurró con voz ronca.—Yo no diría que nada..., Lucyan te conozco y sé cómo eres así que sé cuando algo te pasa. Tienes que comenzar a confiar en mí. —se quejó, cruzando los brazos y mirándolo con desaprobación.—No ocurre nada, es tu imaginación —susurró de nuevo en tono somb