Sophie estaba por dejar la cama, pero seguía prisionera en donde estaba, todavía tenía a Lucyan encima observándola y dejando los brazos a ambos lados de ella apoyados sobre el colchón.—Debo irme Lucyan —murmuró delante de su rostro permaneciendo un poco cerca, él parecía dudar de ello antes de responderle.—Podrías quedarte —propuso en voz baja—, dormir aquí si quieres. —Sophie frunció los labios, aún le punzaba el pecho aquella sensación oscura que estaba tratando de reprimir y mantener la compostura sin demostrarlo.—Realmente no sé si me sienta cómoda con la idea... —murmuró—; en especial si no sé si tú podrás mantener tus manos quietas.—¿No confías en mí…? —murmuró un poco sombrío.—No es eso… Es que yo..., es complicado —respondió insegura.—Así parece ser todo siempre... —Sophie volvió a fruncir los labios mientras su mirada temblaba, podía sentir la angustia rebotar en su pecho a la par de sus latidos.—Discúlpame por no ser ella. —En cuanto lo dijo, Lucyan quedó perplejo mi
Al abrir la puerta lo encontró ante el desastre, estaba aún sentado de espaldas a la pared con la mirada hacia abajo y la fotografía en una mano, su otra mano reposaba sobre su rodilla flexionada frente a él.A Sophie se le hizo un nudo en la garganta mientras lo miraba en esa situación. Era como la vez que lo encontró en la biblioteca mucho tiempo atrás.Lucyan apenas si le pudo sostener la vista un segundo antes de voltear su mirada hacia un costado sin decir nada, Sophie veía las cosas rotas mientras avanzaba, sintiéndose preocupada y con una presión enorme estrujando su pecho por dentro, fruncía los labios y le temblaba el gesto sin lograr articular una palabra.Cuando estuvo frente a él se dejó caer quedando apoyada en sus rodillas igual de cabizbaja, segundos después se acercó, quedando entre las piernas de Lucyan y sujetó su suéter antes de reposar su frente en el pecho de él.No dijo nada, simplemente estuvo así por unos segundos mientras sentía la atmósfera pesada que se hall
Afuera aún estaba oscuro, amanecería en unas horas; pero todavía caían gotas de lluvia pausadamente y se sentía mucho frío, salió de la cama mientras sus pies descalzos lo llevaban por el pasillo, se dirigió a la cocina para buscar un vaso con agua antes de regresar.Sin hacer el menor ruido, entró acercándose a ver si aún dormía; en efecto así era, estuvo de pie a un lado de la cama observando a la despeinada mujer que tenía en frente.Se veía tan delicada y sencilla, era la viva imagen de su gemela, eso le causaba un ligero conflicto todavía. Contrariado por la ilusión, acercó una de sus manos posando los dedos en la mejilla de Sophie mientras la miraba fijamente.Acercó su frente a la de ella, sintiendo la calidez que provenía de ese delicado tacto, escuchó como suspiró aún dormida y frotó su frente contra la de él por reflejo. Le pareció reconfortante. Separó su frente para mirarla.Podía ver su pecho subir y bajar con cada respiración. Sin previo aviso, por cosa de un movimiento
Lily se fijaba en algo a lo que no le quitaba los ojos, pero Sophie era incapaz de verlo. Antes de que Sophie pudiera articular algún argumento respecto a eso, Rose apareció interrumpiendo la atención entre ellas. Al ver a Sophie le sonrió antes de hablar.—Señorita, buenos días, ¿ha dormido bien? —Para Sophie la asociación de esas palabras con su noche la hizo recordar los sucesos previos. Anexado a que su preocupación de ser descubierta no le daba pie para concentrarse y pensar en nada más.—Ah, sí —respondió inquieta—, sí, estoy bien.—Me da gusto saberlo, ¿tiene apetito? El señor nos ha ordenado atenderla en cuanto despertara.—¿Ah sí? —inquirió olvidando por un segundo sus nervios.—Porsupuesto, dijo que tuviéramos listo su desayuno. —Sophie se extrañó antes de contestar, estaba siendo más atento, se preguntó si tenía que ver con todo lo que sucedió el día anterior.“Tu novia...”Esas palabras saltaron de nuevo a su mente de forma traicionera y se tambaleó con pánico, de todas la
Ese día se iba a ir de viaje por unas insufribles dos semanas y no sabía qué iba a suceder durante el tiempo lejos de ella. Por mucho que se convenciera de que no debía tener esa preocupación aún lo inquietaban los nervios de estar mucho tiempo sin verla, esperar sería un tormento, si estaba así no se iba a poder concentrar durante el viaje.«No creo poder soportar dos semanas lejos»—Oye... —Sophie se acercó un poco más justo frente a él, sin embargo Lucyan permaneció abstraído en sus pensamientos—. ¿Qué te ocurre? —No recibió respuesta—. ¿Me estás ignorando? Estás mas raro de lo normal…, algo te preocupa.Cuando se enfocó fuera de sus ideas meneó la cabeza antes de volver la mirada hacia ella.—No es nada... —susurró con voz ronca.—Yo no diría que nada..., Lucyan te conozco y sé cómo eres así que sé cuando algo te pasa. Tienes que comenzar a confiar en mí. —se quejó, cruzando los brazos y mirándolo con desaprobación.—No ocurre nada, es tu imaginación —susurró de nuevo en tono somb
—Es poco para lo que tenía ganas de hacer en su lugar… —Sophie volvió a quedar muda, los recuerdos de la noche anterior le hacían arder la piel y devolver los calambres a sus piernas.—Para ya con eso… —Sophie se iba a levantar de la mesa para llevar su plato, pero Lucyan se levantó de su silla y le detuvo la mano antes de que lo fuera a tomar, se acercó quedando frente a ella dejándola entre él y la mesa.—¿Con qué…? —Llevó la mano de Sophie hacia sus labios y plantó un beso en su palma antes de jalar su brazo para pegarla a él, con su otro brazo la rodeó por la cintura dejando su mano en su espalda mientras la atraía. Se acercó a centímetros de su cara tentando a rozarla.—Espera, acabo de desayunar… Tengo comida en los labios... —Ella trató de excusarse antes de ceder. Lucyan veía el pequeño rastro de migas en una de las comisuras del labio de Sophie.—Es mejor así —contestó y la atrajo buscando sus labios sin aceptar réplicas, en unos momentos ella se terminó relajando y aceptando
Al poco rato la chica volvió con una bolsa de papel en mano mientras traía lo solicitado en la otra. En el momento que ella estaba guardando las píldoras frente a Sophie, reprimió una mueca de risa burlona, las fue nombrando cada una antes de cerrar la bolsa.«¡Que te parta un rayo!, ésta sinvergüenza se burla de mí...» pensó Sophie caldeada por la desvergonzada expresión de la chica.—Aquí tiene —le dijo mientras que Sophie tomaba la bolsa y le entregaba el dinero. Casi se sintió morir de vergüenza cuando se la quedó mirando una vez más y le mandó una expresión burlona que no disimulaba para nada.—Muchas gracias —contestó rápidamente con voz forzada, tartamudeando antes de irse a paso ligero sintiendo todavía la mirada burlona y la sonrisa desvergonzada de la chica sobre ella. Volvió a pensar en lo que le había dicho la doctora.«Hasta ese momento será mejor estar prevenida y no tomar riesgos…, al menos por una semana hasta que sea esa fecha» Miró la bolsa.«Evitar durante la próxim
Sophie parecía confusa de verlo ahí platicando con Layla, eso se le hacía bastante peculiar. Permanecía distante con cierta desconfianza marcada en el entrecejo.—¿Pero tú qué haces aquí?…Sebas se encogió de hombros con expresión despreocupada antes de contestarle.—Nada importante, discutía un pequeño negocio —respondió dando una mirada de reojo por sobre el hombro con el rabillo del ojo hacia el lugar del que había salido. Miró de nuevo hacia Sophie y no parecía complacida con algo.—¿Negocio? —dudó interrogando con desconfianza y cierto recelo en que no se convencía con esa explicación. Hacía una mueca de desaprobación en contra de Sebas de forma involuntaria—. ¿Qué clase de negocio?Sebas alzó las cejas un poco extrañado ante ese modo de tratarlo, parecía mostrar intriga en el semblante cuando observaba a Sophie. Ella mantenía los ojos entornados viéndolo fijamente con reproche.—Sophie, ¿acaso estás celosa? —preguntó con una media sonrisa burlona, el gaje de malicia con que lo h