Aunque Annette deseo que él día del viaje a Bruselas no llegará, llegó, eran las cinco de las mañana, ella no había dormido ni una pestañada, se la pasó caminando en su cuarto pensando como pasar el día con Tristán de su lado sin que se diera cuenta de su sentimientos. Los días anteriores había evitado seguir con esos coqueteos extraños entre ellos, las miradas furtivas y especialmente evitó los besos robados que Tristán le daba ni bien tenía oportunidad. Se dedicó a preparar su presentación para los inversionistas, deseaba eliminar a Strauss como inversionista de la fábrica y también lanzar la nueva línea de chocolates que hizo con tanto empeño, era su meta principal. - Hijita, es hora de que te vayas – entró su tía a su cuarto apresurada – ya tienes el desayuno en la cocina, Tristán ya tomó su café y te espera en el auto. - Gracias tía… tomó mis cosas y bajó, muchas gracias. - Apúrate… van a estar en carretera mucho tiempo y debes llegar para las once de la mañana para
Había llegado el momento, Annette estaba muy nerviosa, Tristán estaba a su lado mientras esperaban ser llamados al interior de la sala de reuniones, una chica rubia con ojos claros y un traje muy elegante se acercó a ellos, era la secretaria de la empresa, le pidió a Tristán que le entregará las bandejas para colocar en pocillos el producto, cuando Annette vio que Tristán le entregaba las bandejas se acercó a ella rápidamente un poco afligida.- Son de distintos sabores, necesita colocarlos en distintos pocillos con una indicación, por favor – explicó, después sacó de su bolso de mano los pequeños carteles que había hecho artesanalmente en su oficina y le indicó que debía colocarlos de derecha a izquierda, pero por el gesto en su rostro parecía que la secretaria no se entendía, Annette intentó explicarse lo mejor que pudo con la muchacha, pero se dio cuenta que quizás ella no le entendía muy bien, así que pidió ayuda con la mirada a Tristán que se acercó a ella rápidamente.-
Llegaron a un restaurante en una pequeña plaza, a Annette, que nunca había salido de su ciudad de una sensación, le gustaba mucho Bruselas, era una ciudad muy hermosa, nada parecido al pequeño pueblo donde vivían.- ¿Le gusta la ciudad? – preguntó Tristán mirándola por el espejo retrovisor.- Sí, es muy hermosa…- comentó observando la ciudad por la ventana.- Lo es, pero es como la pirita…- comentó sin mucho entusiasmo.- ¿… Pirita? – preguntó sin comprender.- Es un mineral que a simple vista parece oro, brilla como oro y tiene color del oro pero no lo es… es un mineral que no vale casi nada como lo vale el oro.- Comprendo, o sea aunque brille a simple vista no es lo que uno espera.- Pues sí…- respondió deteniendo el Cadillac Azul en frente del restaurante – este es el restaurante del cual le hablaba.- Bueno, comamos aquí…- comentó mirando al edificio adornado con un gran cartel en las afueras que decía “Restaurante”- … Sí… le aseguro que la comida le
Annette quedó petrificada mientras Tristán la miraba confundido esperando una respuesta pero ella no podía articular palabra alguna lo que le había expresado hace unos minutos, era demasiado sorprendente lo que había escuchado que todavía su mente no podía comprender esas simples pero significativas palabras - Annette ¿Acaso te vas a quedar así sin decir nada al respecto de lo que te dije hace unos momentos? – preguntó Tristán mirándola fijamente. - Es que… - respondió Annette con voz ronca alargando las palabras - ¿Es en serio lo que dijiste? – preguntó dudosa. - Por supuesto que sí, te amo, te amo desde hace mucho tiempo, lo único es que era muy arrogante para aceptarlo pero ahora soy otro y puedo asegurarte que lo que te estoy diciendo es 100% real, estoy enamorado de ti , Annette – ella abrió los ojos como plato, lo único que logró hacer fue abrazar a Tristán con fuerza y emoción, un abrazo que él respondió de la misma manera. Pasó un tiempo en que los dos no deseaba
Con los cuidados de todos, Annette mejoró rápidamente, Tristán la iba a ver pero ella no entendía como aparecía a deshoras en su cuarto, era imposible que su tía permita que un muchacho entrara al cuarto de su sobrina a horas tan inapropiadas, pero él burlaba cualquier tipo de seguridad y sorprendida a Annette.- ¿Qué haces para burlar a las mucamas y a mi tía? – preguntó Annette muy intrigada mientras abrazaba a Tristán.- Ese es mi secreto – respondió él sonriendo con misterio.- Pero cuéntame, mi tía te mata si te encuentra aquí a esta hora.- Te lo contaré otro día… - comentó mirando su reloj de pulsera – debo irme, mañana te espero para llevarte a la fábrica.- ¿Tan pronto? – preguntó con tristeza, Tristán se acercó y la besó.- Sí, como dices, si tu tía nos encuentra, nos mata y no quiero tener problemas ni con ella no con el señor Wirth.- ¿Te diste cuenta que hay algo entre mi tía y el señor Wirth?- Hace mucho tiempo me di cuenta de eso, cuando comencé
Annette lo miró un poco desconcertada y hasta un poco rechazada, Tristán hizo que se incorporará y la miró con dulzura intentando que con esto ella no se sintiera mal ante su negativa. - Yo te amo y no quiero hacer las cosas de esta manera contigo - explicó mientras le pasaba algo de comida. - ¿Y con otras si? – preguntó frustrada y molesta mientras tomaba su plato y empezaba a comer. - Mira Annette, como te conté fui un chico que tuvo que terminar su adolescencia viviendo solo y obvio al estar relacionado con gente tan desenfrenada como con la que me junté cuando escapé pues te vuelves tan desenfrenado como ellos… - ¿Sexo, drogas y rock and roll? – preguntó alzando una ceja. - Literalmente, hubo de todo en esa vida… - comentó mientras comía algo de su plato. - ¿Cómo es eso? ¿A qué te refieres con "todo"? - Con todo... Annette… - exclamó - es difícil de expresar prefiero que esa vida se quede en el pasado, ahora soy otro no tengo ningún ápice de lo que fui
Annette tomó sus cosas intrigada, Tristán había abierto una herida que ella suponía estaba cerrada desde hace muchos años, decidió hablar con su tía, preguntarle todo lo que ella sabía sobre sus padres y el accidente.Salió con Tristán de la mano directamente al Cadillac Azul, ella subió en completo silencio igual que Tristán, las dudas los atormentaban a cada paso que daban.-¿Le preguntarás tu tía sobre el asunto que hablamos?-Si lo haré, me hiciste pensar mucho, hay muchas cosas que no comprendo todavía...-…Definitivamente tú tía te está ocultando algo… - ¿Estas pensando que mi tía hizo algo ilegal?- No voy a juzgar a nadie, Annette, tal vez directamente tu tía no hizo nada, solo eso, todo lo dejó ahí sin buscar, sin preguntar, solo te entregaron a ella, ella te trajo y te crío.-Yo pienso eso, mi tía es muy buena, siempre lo fue, no creo que lo haya hecho por maldad.-Entonces te contará sin hacer ningún clase de rodeo y te ayudará a encontrar lo que estamos buscando.-Si,
Los dos quedaron atónitos con lo que en esos momentos se habían dado cuenta, no era muy difícil unir cabos y darse cuenta que por quien sufría Margareth era Néstor Strauss.- De acuerdo a Margareth, él se aprovechó de ella…- comentó Annette con tristeza y molestia – dice que la lastimó y después se alejó.- Néstor no es un mal muchacho Annette, es mucho mejor persona que su padre y su madre juntos… - comentó Tristán con seguridad - sería bueno conocer ambas versiones de la historia para sacar una mejor conclusión, no nos quedamos con solo la versión de Margareth porque puede ser muy distinta a la suya.- Lo sé, no podemos juzgar a nadie - respondió pensativa - habla con él, es tu amigo y averigua lo que puedas, yo haré lo propio con Margareth y veremos qué sacamos ambos de todo esto, así tendremos las dos versiones para encontrar la verdad.- Es buena idea, hablaré con él hoy mismo… tendré que darme una vuelta por la mansión Strauss de seguro pueda encontrarme con él...-