Adriano Fui directo a mi casa, las cosas eran mejores así, es mejor rendirse ante el amor que siento por ella. Pero para que eso sea posible, lo primero que voy a hacer es que todos lo sepan, no hay otra forma de que las cosas se hagan diferentes. Al llegar pude ver el carro de Donato mal estacionado, arrugo mi entrecejo porque él siempre ha sido muy meticuloso, muy perfeccionista. Dejé las cosas y entré a la casa. Puedo escuchar los gritos provenientes del despacho, saco mi arma y la alisto para caminar lentamente, me asomo y veo como Donato comienza a lanzar todo, sin importar lo que vea, mientras habla por teléfono. —No puedes venir para acá. Te queda prohibido, porque te aseguro que si vienes, te mataré —él dice y luego suelta una risa jocosa—. Adriano jamás debe enterarse, él debe seguir su camino y pensar que eso era cierto porque de lo contrario, tu eres el responsable de todo y no solo acabaré contigo, si no que también acabaré con tu familia de una manera dolorosa. Me qued
Adriano Esas palabras sin duda hacen que en mi algo cambie, el respeto y la admiración que alguna vez llegué a tener por Donato, él hablaba como si en realidad no le afectara nada, como si no hubiese sido nuestra madre la que perdió la vida en esa ocasión. —Solo quiero que me asegures que tu no tuviste nada que ver con la muerte de ella, me importa muy poco en estos momentos las mentiras, los engaños… lo único que quiero saber es que no eres el culpable de que ella haya muerto. —Donato sonríe, mientras hablo lleno de frustración. —¡Qué más da! escuchaste todo, entonces no veo porque vamos a seguir con falsedades. Te quedó grande el trabajo, realmente no pudiste hacerlo. Esa pu7a te ganó, no te importó que se revolcaba con muchos a la vez que contigo, nunca pudiste hacer que ella hiciera lo que tu querías, te quedó grande —él grita. Me lleno de rabia que disparé al techo una vez para que hiciera silencio. —¡Cierra tu maldita boca! —lo apunté. En este negocio, la traición se paga c
CharlotteVeo como Adriano se acerca, su rostro está tenso y tiene marcas de sangre, solo lo miro y pienso algo… Ya me acostumbré tanto a verlo, que prácticamente no puedo pensar que puede pasar el día en el que no esté con él. Él mira mi maleta y la verdad no alcanzó a pensar que se llegó a imaginar, tan solo él se acerca y me besa, sin dejarme pronunciar ni una sola palabra, solo me besa, sin espera. Sus besos me inundan por completo, sus besos son tan únicos, puedo sentir como entrega todo con ellos. Me separo de él mientras que su respiración está completamente agitada. —No te vayas, estoy dispuesto a hacer todo por ti, solo quiero que sepas que no quiero perderte, soy capaz de renunciar a todo lo que conozco por ti —él habla, haciéndome sentir esa preocupación que transmite con su tono de voz. No aguanto más y comienzo a reír, su rostro pasa por diferentes expresiones llegando hasta la duda.—¿Qué te hace pensar que me voy a ir? No que pena esa pregunta es muy obvia. Lo que e
CharlotteAl llegar, mientras Fabrizio dejaba todo en el hotel, fui a encontrarme con las personas encargadas. Adriano se quedó durmiendo, al parecer todo esto hizo que tuviera una gran cantidad de estrés. Por supuesto se lo puedo decir que sus palabras en el avión me dejaron desconcertada y bastante emocionada, tal vez.La verdad no pude responderle algo, ¿Casarme con él? No tengo idea de que tan probable sea eso, pero lo único que sí tengo claro es que así como él ha demostrado hacer todo conmigo, yo también puedo hacerlo, en estos momentos siento que necesito a un hombre como él en mi vida. Al llegar allí veo a los cuatro hombres de Caruso, la persona a la que voy a empezar a distribuir la mercancía. Él es uno de los principales distribuidores y conseguir contacto con él es demasiado complejo. Entré moviendo mi cadera y haciendo resonar mis tacones, sonrío cuando lo veo allí sentado en aquella silla de piel, cuando me ve levanta su rostro y con una sonrisa me dice que siga, él ex
CharlotteDejó las cosas a un lado, mientras él estira su mano para poder llevarme hacia adentro, miró a mi alrededor todo está lleno de flores, pétalos de rosas por donde se mire.—¿Y todo esto? La verdad pensé ya te iba a encontrar descansando, ¿A qué se debe todo esto? ¿Hay algo que deba saber? —levanté una de mis cejas preguntaba con cierto grado de coquetería en mi tono de voz.—Te dije que de ahora en adelante haría todo para demostrar que estoy de tu lado y no solo eso sino también mostrarte que soy capaz de renunciar a mi vida como la conocemos tan solo por ti,—Que no es necesario que hagas todo esto hoy. Porque la verdad es algo que… —Él me sisea, para luego besarme con gran intensidad. —Mereces esto y más Charlotte —dice con su respiración agitada. Luego me levanta sosteniéndome de los muslos para besarme, apoya mi cuerpo contra la pared mientras siento su cuerpo presionado con el mío. Sus besos son intensos, mientras sus manos comienzan a tocarme con lujuria. Mis gemido
CharlotteLlegamos a la fiesta, antes de entrar, Adriano entrelazo su mano con la mía. Mientras con una sonrisa me daba a entender que él iba a estar ahí para mí. Al entrar nos recibió Caruso con una copa para cada uno. Entramos y pude conocer a unas cuantas personas que estaban allí, Adriano me tomó de la cintura acercándome a él. Pude sentir su olor delicioso entrando por mi. —Te ves hermosa… perfecta. —Siempre igual de adulador. Vamos a saludar a algunas personas. —Él besó la comisura de mis labios—. En este mundo, los contactos son lo más importante, porque si no los tienes los peces grandes te comen de un solo mordisco. —Eres muy sabia, por eso te voy a seguir toda mi vida. —Reí ante su comentario—. Aun no me has dado respuesta, sé que no me esforcé en pedirte matrimonio, pero las palabras fueron ciertas. Solo solté una enorme carcajada y caminé hasta donde estaban esos hombres. A lo largo de los años, he hecho todo para poder sobresalir entre todo este mundo machista. Muc
CharlotteNicol estaba allí parada allí apuntando a Adriano, sonreí mientras la miraba con desafío. —Me da bastante curiosidad saber ¿Quién te ayudó a escapar? porque la verdad no era tan fácil hacerlo, sobre todo tú no eres tan inteligente como para hacerlo. —Nicol aprieta sus manos, puedo ver como se llena de impotencia. —Siempre me has subestimado, siempre creíste que yo no era capaz de nada, pero te equivocas. Soy capaz de mucho y ahora haré algo que he estado esperando desde hace mucho. Hacerte sufrir poco a poco. —Es increíble que pienses que lo puedes hacer, deja de creer que eres más que yo, porque nunca lo has sido, nunca lo serás —espeté con seguridad. Eso sin duda hace que ella se enfurezca un poco, se nota como se le marcan las venas en su frente. —Eso es lo que dices ahora. Porque no te alcanzas a imaginar cómo sufrirás cuando el hombre que amas y tu hermana, seguramente estén comiendo gusanos debajo de la tierra.Ruedo mis ojos, porque normalmente cuando alguien hab
AdrianoAbro mis ojos lentamente, lo primero que veo es la imagen de Charlotte. Ella me observa con una sonrisa. Poco a poco llegan a mi cabeza los recuerdos de lo que pasó. El golpe que me dieron fue bastante fuerte. —Por fin despiertas —ella comenta con su tono de voz tranquilo—. De nuevo pensé que no ibas a despertar, que te quedarías así. Como que te gusta retar a la muerte. —Solté una leve carcajada.—Lo único que me importa es estar vivo para poder estar contigo. —¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo fue que llegaste con esa mujer? solo me fui a hablar con ese hombre y ya, por unos minutos y al volver a verte, estabas allí amarrado. Bajé mi cabeza, en realidad fue muy estupido de mi parte lo que hice. —Adriano, necesito que me digas la verdad, ¿Qué pasó? porque si te soy honesta, no creo que una mujer, una sola persona haya sido capaz de hacer todo eso. —No fue una persona… la verdad es que fue Donato el que me dijo que habláramos en otro lado. No tengo idea como él llegó allí, pero