De pronto la puerta de la casa de Tessa se abrió de golpe gracias a que ella le dio una patada para que ambos pudieran entrar y es que gracias a la adrenalina de la situación, apenas podía pensar con claridad, algo dentro de sí misma le advertía que sí dejaba al chico ahí en vez de llevarlo al hospital, tendría muchos problemas, porque si le pasaba algo seguro que la vincularían de algún modo con la muerte de Avery o peor aún, la culparían a ella y seguramente acusarían a su padre de querer protegerla. Ella sabía que no debia meterse en más problemas, pero después de ver su herida, confirmo que su padre estaba siendo culpado injustamente cuando en el bosque rondaba en verdadero culpable, se trataba de un lobo de proporciones colosales y ese hombre que apenas lograba sostener de su hombro, lo sabía porque él había sido atacado por la misma cosa, por esa razón, Tessa quería interrogarlo antes de que alguien más hablaré con él, pero antes que nada, debia salvarle la vida. Lo llevo haci
Tessa finalmente suspiro y se detuvo a contemplar aquella extraña situación en la qué estaba metida.En ese momento se pregunto como era posible que el mismo suceso ocurriera dos veces en tan poco tiempo y ahora que estaba frente a otra víctima, llego a una extraña conclusión. Esos lobos eran los culpables y Avery no había sobrevivido debido a su naturaleza frágil.Ella habia sido la chica más popular de todo el instituto por una razón, ella era hermosa y de facciones atractivas para una chica de diecisiete años, delgada y por lo tanto débil. Con la herida qué ese lobo le había provocado era imposible que viviera después de perder tanta sangre, pero aunque esa conclusión tenia todo el sentido del mundo luego de ver a esos dos enormes animales, se dijo a si misma qué nadie más que ella creería en esa conclusión, gracias a que los lobos comunes de corrientes no eran más altos qué un humano promedio.No podía ir a la policía y declarar aquella verdad porque enseguida pensaría qué ella es
Tessa se vio obligada a quitar el seguro de la puerta y salir para enfrentar a su amiga en el pórtico, no porque realmente quisiera arreglar sus problemas con ella justo en ese instante, sino que no tenia más opción, era eso o admitir qué tenía prácticamente a un hombre secuestrado en su sala y aunque sabia que Magie era su mejor amiga y hasta ese momento la había apoyado en todo, realmente no sabia si Magie lograría entender esa extraña y perturbadora escena.—¿Qué es lo que quieres?—protesto Tessa tomando una bocanada de aire mientras salía de casa hacia el pórtico para verla de frente, por supuesto, cerrando la puerta esperando que Magie no se atreviera a entrar si ella se mantenía ahí.Magie la miro un poco desconcertada, estaba a mitad del lugar que Tessa denominada como patio aunque en realidad era un terreno descubierto, pero que aun así pertenecía al bosque.—Queria disculparme contigo—dijo un poco nerviosa, hacia mucho tiempo atrás qué ambas no discutían de esa forma y aunque
—N-no, además creo que hoy asistirás al instituto ¿No es así?—expreso Tessa tratando de ocultar su nerviosismo de su amiga y es que no quería preocuparla diciendo que por ahí en el bosque había un hombre desnudo, quien sabe por qué y podía ser peligroso; sin embargo, no quería explicarle el porqué lo sabía. Magie miro la mochila que llevaba detrás de su espalda de reojo y sonrió con cierta vergüenza. —No, la verdad es que tome mi mochila únicamente como excusa para poder salir temprano de casa, pero no planeo ir, seguro que sí pongo un pie en ese lugar todo el mundo se me vendrá encima con un millón de preguntas que ni siquiera tú podrías responderles—supuso Magie y enseguida Tessa entendió su aflicción, no solo el asunto de la muerte de Avery le había afectado a ella sino que también a Magie y probablemente su familia por ser muy cercanos a ella. —Bueno, entonces porque no me ayudas a ir al súper, bueno si me prestas un poco porque mi presupuesto está reducido a cero—sugirió para
Abrió la puerta poco a poco y mientras lo hacía el calor de la tina del baño golpeo su rostro como si estuviera en pleno desierto. Había tanto vapor que tuvo que esperar a que se dispersara para observar que diablos estaba pasando en el interior. Volvió a escuchar el gruñir solo que, en esta ocasión, contemplo con sorpresa que aquel quejido propio de un animal lo había hecho, aquel tipo que ella había curado. El hombre estaba metido en el agua caliente que no dejaba de emitir vapor, de hecho, a Tessa le parecio que probablemente el agua estaba hirviendo porque nunca antes había visto el interior del baño de esa forma. Él estaba encogido en el interior de la tina, como si no bastara todo ese calor para encontrar alivio al frío, Tessa intuyo que debia estar enfermo, quizás con fiebre y aunque pensó en la posibilidad de averiguar si sus sospechas eran ciertas, no se acercó a él. No después de aquel gruñir qué le recordaba mucho al que esos gigantes lobos habían emitido, así que salió
—¿Cómo has estado, Tessa?—expreso el hombre frente a ella, con una media sonrisa, y cuando ambos se estrecharon la mano, Tessa levanto la mirada hacia el hombre que la saludaba, era un hombre pulcro y por lo que se veía también muy culto— hace tiempo que no te veo. —He estado muy bien, de hecho, mucho mejor que mi papá— expreso Tessa tragando saliva y por supuesto desviando la mirada, no le avergonzaba decir que su padre estaba encarcelado por un crimen que no había cometido, pero le afligía pensar en lo mal que debia estar pasándola, quería ir a verlo y deseando que estuviera bien era su único consuelo, saber que finalmente habría regresado de sus regresiones o eso era lo que esperaba. —¿Qué te han dicho de la salud de tu papá, Tessa?—expreso el hombre encaminándose hacia la mesa de la cocina y, ya que Tessa la había dejado limpia y reluciente, el amigo de su padre se aproximó para sacar un par de documentos en la mesa para mostrárselos. —¿Por qué? ¿Paso algo malo con mi papá?—
—Resuelto este asunto, creo que volveré al pueblo para recabar información sobre como va la investigación—dijo mirando el lugar y lo pequeña y desordenada que estaba la cabaña. Tessa enseguida intuyo que no estaba en sus planes quedarse ahí, así que ni siquiera se lo ofreció y después de todo, tenerlo ahí vigilándola no sería complicado para ella cuando pretendía investigar sobre los lobos y también cazarlos. Ahora sabia que había dos de ellos sueltos por ahí y que otra persona había salido herida, solo que por alguna razón había huido ¿Sería por lo irreal que sonaría que un lobo gigante lo había atacado? Tessa se lamentó el no poder hablar con ese hombre antes de que huyera, porque de lo contrario tendría la declaración de otro testigo, pero sin él, seguía igual que antes, sin nada. —Dime. ¿Tienes dinero para sobrevivir tu sola un par de días?—cuestiono Stan al recordar que la chica frente a él seguía siendo una adolescente y, por lo tanto, debia tener nulos ingresos en ese momento
Tessa camino con cuidado, el piso estaba algo resbaloso, así que mantuvo la mirada sobre el suelo para no caerse hasta que recordó en donde había visto al chico, aún había sangre y también había pelo de un animal.Tessa se acercó a una de las más del árbol en donde había quedado incrustado un mechón grande, casi como si fuera una bola de pelos de un gato, solo que este pelo no parecía exactamente el de un gato ni mucho menos el de un perro, sino que cada pelo tenia un grosor ancho, casi parecía ser como el de las cerdas de una escoba, muy grueso y duro para ser el de un animal común, quizás de no intuir de que se trataba, ella habría jurado qué eran las espinas de un puercoespín, pero ella sabía que era el de un lobo gigante.Tomo el mechón de pelo y lo guardo en uno de los bolsillo de la mochila, no sabia si aquello serviría de prueba, pero quería llevarla consigo para tener algo que comprobará qué no estaba siguiendo la huellas de un fantasma, sino un animal, quizás alguna especie a