—Me encanta que seas todo un caballero, mi amor —lo acerqué más a mí por su corbata y rocé sus labios—. Pero yo te quiero, Karim. Te quiero sentir, quiero entregarte mi primera vez, quiero que me hagas el amor ahora mismo. Bésame y no te detengas, por favor.Me adueñé de sus labios, soltando su corbata y los primeros botones de su camisa, anhelando acariciar cada centímetro de su piel. Me ha besado tanto, que ahora que ha llegado a más, no quiero que se detenga. Quiero seguir sintiendo sus caricias vagando por mi cuerpo, porque sus manos se sienten extremadamente bien, son muy cálidas y suaves.—Dios mío —gimió, besándome apasionado y con furor—. Definitivamente vas a volverme loco.—No lo pienses más —abrí su camisa de par en par y deslicé mis manos por su abdomen, provocándole un temblor que me hizo sentir poderosa—. Soy tu novia, ¿no?—Pero no deberíamos hacer este tipo de cosas aquí.—¿Por qué? ¿Está mal?Sacudió la cabeza y me besó despacio, antes de descender su boca por mi cuel
Necesitaba con urgencia regresar a casa, pasar tiempo de calidad con mis padres y mi familia y olvidarme de todo eso que me estaba matando la cabeza poco a poco. Han sido semanas maravillosas en mi tierra. No sabía que extrañaba estar en casa, ahora que volví. Las costumbres no son las mismas, la comida incluso me hacía falta y, sin duda alguna, extrañaba como loca el amor de mi familia. En esta vida no hay nada más bello que los abrazos de mamá y papá, saber que están ahí para mí cada mañana para darme una palabra de aliento.No soy mujer de guardar secretos, mucho menos esconderles la realidad a mis padres. Sin necesidad de decirles nada, ya sabían que si había ido antes de lo previsto y sin avisar, era porque estaba sucediendo algo.Les conté de Alexandre y apoyaron mi decisión, incluso me dijeron que pensara en no regresar más a Estados Unidos, que aquí tenía una vida y una familia que jamás me daría la espalda. Me encantaría quedarme con ellos, pero ya hice mi vida fuera de este
No quise y tampoco pretendía separarme de sus labios. Sinceramente sus ricos y ardientes besos me hacían mucha falta. Alex cometió un error al no hablar de sus sentimientos, pero tampoco es como si hubiera cometido la falla más grande de su vida para darle tan duro.Cada ser humano tiene sus miedos y hay quienes sienten muchísimo miedo ante el amor. Yo también lo siento, pero también estoy dispuesta a dejarme llevar por lo que mi corazón desea.Y mi corazón lo deseo a él, a este hombre ardiente que me pone a volar en cuestión de segundos.Durante estas semanas he podido pensar en cómo sería mi vida de simple y monótona si dejara de amarlo, pero no puedo dejar de lado la fuerza con la que mi corazón late al pensar en un nosotros como tanto lo he soñado. No puedo, por más que quiera, alejarme de la nada de él, menos ahora que me ha confesado sentimientos muy bonitos y que parecen ser sinceros.Entonces, ¿por qué no darle una oportunidad a este amor que sentimos? ¿Por qué dejar de sentir
KarimEl sexo nunca fue una prioridad en mi vida, menos cuando vivía en un constante rechazo por parte de Agatha. Ella, al igual que yo, nos quitábamos de encima una necesidad que posee todo ser humano, pero todo siempre fue tan básico y aburrido. Jamás hubo fuego, ni chispas, ni siquiera hubo posiciones complicadas para más placer. Simplemente éramos dos cuerpos tendidos en una cama, pocos besos y una liberación que se sentía muy vacía.Con Noa todo es diferente. Desde el más simple roce de labios hasta una sola mirada cargada de intensidad mi piel arde de deseos y no dejo de imaginar su hermosa desnudez entre mis manos y mi boca. Sentir su piel contra la mía se ha vuelto uno de mis grandes sueños y una necesidad que, poco a poco, me ha venido consumiendo. Su mirada, su cuerpo, sus besos, sus suaves y pequeñas manos, todo de ella me tiene enloquecido y en las nubes. La deseo con una fuerza que me sorprende y me hace desconocerme a mí mismo.No ayuda para nada lo que sucedió hace una s
NoaTal vez estoy exagerando demasiado, pero es mi culpa, porque no he dejado de pensar en una vida entera junto a Karim. Es una locura que en tan poco tiempo ya esté soñando en casarme con un hombre que no hace mucho salió de un matrimonio. Tal vez él no busca unirse en un compromiso más serio por más que me diga que me ama. Tal vez piensa que vivirá lo mismo y por eso no lo quisiera.Me estoy enloqueciendo, no debería botarle mente a ese tipo de cosas. Hace poco empezamos una relación, como para yo estar pensando en casarnos y todo ese cuento mágico. El tiempo acomoda todo en su sitio, por lo que no tengo que estar pensando en cosas que, quizás nunca vayan a suceder. Hoy estamos juntos, pero tal vez mañana ya no...Saqué de mi cabeza ese pensamiento loco y me enfoqué con Ariadna en organizar la fiesta de aniversario de los Sres. Leroy. Gracias al cielo Liz me respondió el teléfono y nos dio toda la información que necesitábamos.La semana pasó muy rápido. Me sentía nerviosa, pero a
Una sonrisa se instaló en mis labios cuando sentí como un par de suaves y grandes manos cubrían mis ojos y a mi alrededor todos empezaban a cantar el feliz cumpleaños.Mientras algunos de mis compañeros de la oficina y mi bello novio cantaban, pensé en lo poco que había pasado de tiempo y en lo mucho que he conseguido hasta entonces. No estoy segura, pero creo que han pasado unos ocho o nueve meses desde que empecé a trabajar para Karim en su casa, cinco de lo que sucedió con la loca destornillada y un poco más de dos meses siendo su novia.¿No es eso una locura? ¿Quién diría que la nueva chica del servicio terminaría en una relación con su jefe? Todavía creo estar soñando, porque todo parece tan perfecto e irreal. Parece una historia de telenovela, como esas que a mi abuela le gustaba ver o un libro de romance y drama que Kristy, la única amiga que he hecho en la universidad, le gusta tanto leer.—Feliz cumpleaños, mi bonita —susurró en mi oído, poco después de que quitara sus manos
***—Antes que nada, déjame darte tu regalo —Karim se va detrás de mí y cubre mis ojos con sus manos, haciéndome soltar una risita divertida—. No tuve tiempo de envolverlo, perdóname.—No importa, créeme. Pero siento algo de curiosidad por saber de mi regalo.Con su ayuda entramos a la casa y lo primero que mis sentidos percibieron fue un rico aroma en el aire. Definitivamente es canela y manzana.—¿Estás preparada para recibir tu regalo?—¡Más que lista!Quitó sus manos de mi rostro y todo mi interior se sacudió con fuerza. Mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude evitar soltarlas cuando me acerqué al hermoso y enorme cuadro frente a mí.—Oh, por Dios —sentí que mi corazón se hacía diminuto en mi pecho—. Karim...—Fui a tu casa hace unos días y tu abuelo me brindó algunos retratos de tu familia. Colgar una de esas fotos en un portaretratos era un regalo muy común, así que fui con una excelente artista e hizo este increíble dibujo de tu familia —me abrazó desde atrás, acariciando co
Sus labios abandonaron los míos para descender por mi barbilla hasta mi cuello, donde lamió y succionó mi piel haciéndome soltar un suspiro. Sus labios son tan suaves, me enciendo en cuestión de unos segundos cuando hacen contacto directo en mis zonas más sensibles. Y, aunque solo está delineando mi cuello con su lengua hasta llegar a mi oreja, no logro cuadrar mis ideas en una sola. El deseo transpira por cada uno de mis poros. Llegó a mi oreja y mordió mi lóbulo con gran suavidad, ahora sí haciendo que mi cuerpo se sacuda con fuerza debido a la electricidad que se apoderó de todo mi ser. Sus manos se unieron al juego, acariciando por encima de mi vestido cada parte de mi cuerpo mientras sus labios seguían succionando y besando mi cuello y alternándose con mi oreja.Recorrió con su lengua desde mi nuca hasta mi clavícula, acariciando a su vez mi muslo sin llegar a adentrar su mano por debajo de mi vestido. Depositó suaves besos por mi pecho, antes de enterrar su rostro entre mis s