Vivir en un mundo donde los malos instantes eran más fáciles de obtener que aquellos disfrutables logró que todo aquel que llegara a apreciar su vida, tuviera como deseo el extender ese tipo de momentos. Por lo que para Bastian ver a su mujer salir con una de sus camisas encima encendió sus ganas al segundo que cruzó el umbral. No tenía un solo gramo de maquillaje encima, el cabello le cayó en hebras húmedas por los hombros, mientras el portátil seguía en las piernas de su marido. Pero él no se negó a olvidar lo que estaba revisando cuando Kiara alzó los brazos para alcanzar una maleta tenía intención de preparar para marcharse por la mañana como lo había planeado. El alemán colocó el computador sobre la pequeña mesa a su lado, cerrandola para disfrutar de la vista que elevó la presión en sus pantalones, siendo un dolor que incrementó cuando pasó la mano encima de la tela. __ No podemos volver a la fortaleza si no confías en ellos. - reiteró algo que su esposo ya tenía solucionado.
__ Nos quedaremos unos días más. - dijo Bastian cuando vio a Nessi muy a gusto en ese lugar. La niña se lo pidió y al ser la única vez que lo hacía de esa forma accedió. __ ¿Y tu trabajo? En la fortaleza pueden necesitarte. - le recordó Kiara. __ Tengo a Marc allá. Él sabe como mantener quietos a todos. - dijo. Además que sabía de su romance con la matriarca que creía esconder, pero él notó las miradas desde meses antes. __ ¿Confías mucho en él? - le preguntó interesada en eso. Pues entre tanto Marc era el único que veía más cercano a Bastian siempre. Nunca se le separaba y tampoco el Don tenía secretos con él. __ Estuvo más que Artemio. - contestó sin ahondar más en ello, pero dando a entender que apreciaba mucho su presencia. Kiara supo lo que quiso decir. Le sonrío viendo que no era el ser inhumano del que todos hablaban. Sí tenía afecto por alguien más, y ese alguien también estaba dispuesto a dar su vida por él, por algo más que como un deber. Sino como un padre, sin nec
__ ¿Están de regreso? - preguntó Ruth cuándo vio el alboroto que se formó en la fortaleza, pero nadie pareció tener una respuesta para su pregunta. Todos estaban igual que ella. Sin información. Cleo no lo sabía, Marc no el dijo a nadie lo que sucedía y tanto Chang como Santos tenían votos de silencio en cuanto a eso se refería. Su lealtad era para el único que lo merecía. Traicionarlo no era una opción que hayan considerado, aún cuando fueran cosas tan simples. Si el Don quería que todos supieran algo, él mismo daba el permiso que de lo dijeran y su regreso aún era un misterio. Pero al ver autos aproximándose a la entrada, todos creyeron que se trataba de ellos, hasta que se dieron cuenta que no fue así. Solo fueron hombres que recibieron algunas maletas que Marc envió a empacar, las cuales subieron a los vehículos, siendo muchas cosas para transportar hacia el nuevo lugar en donde estarían mientras encontraban un lugar definitivo. Debía elegir entre varios, a aquel que no tuvier
Como un león enjaulado, un animal salvaje que no tenía cabida en el espacio tan grande en el cual se encontraba, Bastian sostenía su vaso de licor en la mano y todos los archivos que revisó con sumó cuidado, tratando que ningún detalle se le pasara por alto. Desde el primero que le envió Marc, quien estaba tardando mucho más de lo dicho.Desde el día de su nacimiento, no importó lo extraño o común que fuera lo que vio o leyó. Pasó página a página fijándose en actividades documentadas que no le resultaron nada familiares. En verdad necesitaba de Marc, él tenía información de Linneth desde antes de ser madre. Eso debía ayudar para entender todo lo que veía porque nada tenía sentido. Eran actividades comunes.Su madre sólo tuvo un trabajo durante su embarazo, luego que nació buscó entre lugares temporales lidiando con él sin hacer contacto con nadie según los informes de sus teléfonos. No había nada.Pero Jace aseguró que tenía un hermano. Parecía convencido de ello y podría ser un tr
Kiara se movió en la habitación con intranquilidad, masajeó su pecho con la mano, mientras veía a cada nada como si desde ese piso pudiese ver algo al apartar las cortinas. Pero sus acciones ni siquiera fueron coordinadas por su cerebro, sino por la preocupación que tenía incrustada en el alma.__ Supuse que no te habías dormido. - dijo Evelyn al cruzar el umbral. Estuvo esperando a Santos para que llegara por ella, pero se resignó a que iba a tener que dormir en un sitio en donde no quería incomodar. No tuvo opción.__ Lo intenté. - se excusó mirando por encima del hombro para volver a mover las cortinas. - Pero tengo algo aquí que...No sé que es. Solo duele cada vez que respiro.__ ¿Crees que esté pasando algo malo con tu esposo? - le cuestionó la novicia con cautela. - Santos dijo que estaban arreglando su situación legal con un abogado, que era casi seguro que saliera de ello en las próximas horas. __ Estoy al tanto de eso. - cerró la cortina. - Espero que sea solo una tontería,
Un nuevo día asomó en la fortaleza Blackwood, todos comenzaron su día como habitualmente sucedía, ninguna alteración y con la tranquilidad de que estaban volviendo a lo que fueron siempre. Las esclavas desfilaron bajo el mandato de la matriarca, cada lote siguiendo las órdenes que las tres mujeres con látigo que caminaron como si de controlar un pelotón en el ejército se trató.Ruth junto a sus amigas se movieron por el jardín siendo las encargadas de limpiar esa parte del gran espacio que las volvió lo que la matriarca decidió. Debían ser útiles en lo que fuese, no importaba la tarea, debían estar preparadas para hacer de todo, pues se era útil para todo o se volvía la pieza que nadie querría ni siquiera en la basura. Natalie, la única amiga que le había quedado luego de que la otra fue reclamada por un sujeto del medio oriente estando en poder de Jace, ahora solo se tenían la una a la otra y algo le decía que era mejor ser complaciente con todos, porque no sabía si el Don haría qu
Kiara sintió que algo andaba mal cuando vio a Bastian de nuevo, siempre que lo miraba, ya fuera de cerca o lejos, había algo distinto. Y no era Peralta, a quien jamás había visto antes. Tal vez su corte de cabello, pero no. Ni uno de sus cabellos había cambiado.Su rostro le hizo volvió a sentir como la primera vez que lo vio cuando Camilo la llevó con él. Lo veía y esa sensación de haber caído en brazos de la oscura y fría soledad, le llegó de nuevo. Sirvió los platos sobre la mesa, oyendo la pequeña vocecita emocionada que entró por la puerta con Evelyn y Samara atrás suyo. Les sonrió a la distancia sin saber que decir, tan solo recibiendo a la niña que le saltó enfrente para mostrar al pequeño animal de pelaje blanco que llevaba en una jaula de color rosa. __ Le compramos zanahorias, apio y... ¡Muchas cosas! - exclamó Nessi con una enorme sonrisa de oreja a oreja. - La tía Samara le compró un nombre. Dijo mostrando la placa en la que le habían grabado el nombre que ella eligió.
__ Buscaré un técnico que pueda desencriptar el ordenador. - dijo el ayudante en cuánto bajaron del helicóptero. - Tengo contactos que estoy seguro que pueden conseguirle acceso a lo que contiene. __ Que sea para ayer. - estableció el hombre que subió a una de las camionetas, mientras el piloto se retiraba para volver a la fortaleza Blackwood. No era extraño que solo lo necesitaran por minutos, por lo que no le vio problema a que el Don se transportara en un convoy por carretera. __ Señor, no es por ser indiscreto. - le habló el ayudante. - Pero he visto como elige a sus flores...__ Lo será. - se refirió a Kiara. - Y algo me dice que ocupará el lugar de mi margarita. __ ¿Tanto así? Él no dijo nada imaginando lo bien que se vería con la corona de sangre que pondría en su cabeza. No se había dado cuenta de nada al parecer, pues cada vez que lo vio y besó demostró ese estúpido amor por su hermano. Uno con el que iba a moverla a su antojo. __ Llama a Colombia. Pregunta si recibier