Al ver a Gale allí, tuvo que improvisar con la mayor de las prisas. Tartamudeó hasta que logró estabilizarse un poco, necesitaba distraerlo para que no buscara a su futura esposa, que huía de la ciudad. Si Lucy conseguía un caballo, llegaría más rápidamente a la ciudad, pero no sería instantáneo de igual modo, era un riesgo continuo.—Maya ha tenido un altercado, su embarazo la ha estado afectando últimamente. —se apresuró a decir la condesa, sonriendo y mirando a los guardias esperando un poco de compasión.Como el heredero y nuevo príncipe estaban allí, los guardias no se atrevían a decir lo que en realidad pensaban.—¿Cuál fue el problema? —preguntó él, mirándolos fijamente.—Estaba en mi forma de loba, por eso se han asustado. —dijo Maya, excusándose.—Casi quiere devorarnos, maldita mentirosa. —soltó uno, a regañadientes, no podían decir nada despectivo sobre los lobos, Gale no lo tomaría a bien y estarían desafiando al heredero del rey.Maya soltó un gruñido, en su etapa de emba
Cuando vio que la situación no terminaba bien y que era pésima mintiendo, Eva decidió sincerarse con Gale y Astor y los citó junto con Maya a hablar en su habitación, donde nadie los oyera tan fácilmente. Una vez estuvieron todos allí, tuvo que hacer un gran esfuerzo para seguir hablando, estaba muy nerviosa y sabía que se enfadarían al oír la explicación.Astor la tomó de la mano y la beso, ofreciéndole su apoyo, pero eso era porque no había oído la verdad. Al comenzar a hablar, pudo ver los rostros desfigurarse por la sorpresa y la indignación.—¡¿Qué has hecho qué?! —Gale subió el tono y Eva le hizo señas para que bajara la voz, no debían oírlos, era casi una conspiración en contra de la corona. —¿Cómo es que han convencido a Lucy de tal demencia?—Ella quiso ayudarme, al parecer es la única junto con Eva. —dijo Maya, con seriedad, estaba harta de que dijeran esa clase de cosas. —Seth es mi esposo, creí que, así como yo los he ayudado siempre, ustedes harían lo mismo por mí.Gale s
Teo y Susan se hallaban en uno de los callejones solitarios de la ciudad, en medio de la noche, eran dos niños entre ese caos.—Dime que es lo que quieres. —dijo la niña, mientras se ataba la larga melena pelirroja, para que se disimulara más.—Tienes que ayudarme a buscar al sujeto. —contestó él, algo solemne, era de suma importancia que pudiera hallarlo.—¿Al que intentó matarnos? —preguntó ella, incrédula.—Exactamente, al mercenario pálido. —dijo él, con una sonrisa despreocupada, parecía como si la influencia de Seth al fin se estuviera notando.—¿Cómo para qué? —volvió a preguntar, sin entender ni una pizca de lo que sucedía. —Si te ha amenazado, si lo buscamos estaremos en un peligro terrible. —puso los ojos en blanco.—Tengo que hacerlo si o si, debo hallar a Seth antes de que lo maten. —dijo Teo, con una preocupación en tu mirada.—¿Quién es Seth? —Susan ya no entendía nada en lo absoluto.—Mi padre. —dijo él, con una sinceridad intensa desde lo profundo de su corazón.—Tu pa
Teo se escabulló por una de las escaleras traseras de la gran casa y trató de trepar para que no lo vieran, Susan debía estar muy ocupada en sostener sus mentiras, después de todo. No era para nada bueno escalando, pero se estaba esforzando mucho en hacerlo bien. Escuchaba voces en el interior del lugar, solo que no distinguía a las personas a las cuales les pertenecían. Se quedó en silencio por unos segundos para tratar de reconocerlos, necesitaba saber si el mercenario estaba en un lugar en específico para no topárselo por sorpresa.Al mirar por una de las estrechas ventanas del piso de arriba, divisó al mercenario bebiendo de una botella de champaña muy costosa, que se hallaba apoyado en una mesa, el sujeto casi no podía sostenerse por el estado de ebriedad. Parecía algo cansado, era muy tarde y la madrugada se hacía notar.Escuchó una voz vagamente familiar, que le resonó en el interior de su cabeza, sin poder identificar a la persona en sí. Miró por la ventana y vio a una mujer o
El castillo sulfuraba la desesperación de un padre al que le habían arrebatado a su hija, la furia del señor Lito hizo que el rey tuviera que tomar decisiones rápidas. Eva rogó para que escogiera a Astor como líder de la guardia que marchase a rescatarla.—Deben haberla llevado con Louis, es una rehén perfecta para ellos… Sabe que solo así romperán mi alianza. —dijo el rey, mirando a Gale con preocupación, estaba fastidiado de que sus planes estuvieran tambaleándose de esa forma.—No entiendo como ha podido pasar. —dijo Gale, mientras caminaba de un lado a otro, rascándose la nunca con nervios, el plan de Eva ya llegaba muy lejos, tanto que no podía saber a donde irían a parar. Era el final de la carrera, cuando fueran hacía el castillo de Louis la guerra podía explotar en cualquier momento.—Tengo que pensar. —el rey se sentó en una de las sillas de la sala, bebiendo un vaso de agua, intentando estabilizarse. —Lucy es tu futura esposa, la razón por la cual Lito apoya mi reclamo… Sin
En el reino de Louis, también había cierto revuelo, pero para nada era por lo mismo. El escándalo era gracias a la boda, donde los duques y señores de la ciudad y los pueblos leales asistirían con mucha expectativa. Lilia quería que todo saliera perfecto, necesitaba esa pulcritud en su celebración, era el centro de atención y debía lucir más bella que nunca.La modista más costosa de todas las del reino había confeccionado su vestido blanco, con ornamentos tan finos y delicados que no eran visibles a simple vista. Tenía sutiles detalles en color rosa pastel y algunos en verde oliva en la falda, haciendo que contrastara y realzara el diseño de un modo excelente.—¿Qué haces? —preguntó Lilia, al ver a Louis entrando sin permiso a su cuarto privado, donde tenía su guardarropa y muchas cosas privadas.—No encuentro a mi hijo. —dijo Louis, con el rostro enrojecido por la furia. —Maldita sea, no lo encuentro por ningún lado.—No entiendo… ¿Cómo? —Lilia se desesperó, poco faltaba para que la
Cuando la madrugada cesó, el grupo de lobos y bestias aguardaba el anuncio inminente de Lito, quien había avisado que estaría en la plaza principal, esperando a sus súbditos.Eva se cepilló el cabello hasta que le quedó brillante y sedoso, hacía mucho que no se lo dejaba suelto, se colocó un broche delicado para sujetar algunos mechones y luego, se vistió con un delicado vestido de color esmeralda, era de los que le habían obsequiado al llegar a ese castillo y se hallaba en su guardarropa. Miró su habitación, Astor dormía a su lado, él solo se daría un baño y se colocaría su ropa de siempre, no era de arreglarse, ya era increíblemente guapo sin hacer esfuerzo alguno, la gente lo miraba sin poder sacárselos de la mente. Ella lo notaba, sabía que tenía al hombre más codiciado en su cama, el más salvaje y el mejor dotado. Sonrió, además de todas esas cualidades, lo amaba con todo su corazón. Él la había marcado como suya y desde ese momento, sus vidas fueron una sola.—¿Ya estás lista ta
Astor miraba al rey fijamente, lo odiaba, no soportaba que osara darle órdenes como si fuera un soldado más entre sus fuerzas. Él era la bestia más incontrolable, el alfa de alfas y estaba reducido a obedecerlo solo porque poseía un secreto. Deseaba acabar con su vida sin que pudiera evitarlo, sin que se diera cuenta siquiera.—Entonces, parece que es un ataque nocturno. —dijo Gale, mirando a su hermano, sabía que estaba teniendo pensamientos asesinos, se leía en su cara.Eso interrumpió los pensamientos de Astor, bajándolo a la tierra. Estaban los dos a solas en el patio, Gale estaba con la guardia baja, solo quería hablar.—¿Qué? ¿Te lo han dicho? —preguntó Astor, mirándolo con cierta desconfianza.—Eso he oído. —Gale sonrió, ya no tenía ánimos de pelear, estaba bastante más relajado.—¿Por qué estás tan tranquilo? —Eso también lo fastidiaba, su hermano menor se veía sin preocupación alguna. —Si nos mandan a todos a ese ataque nocturno, es porque quieren deshacerse de nosotros.—Per