Capítulo 59: Rendirse al DeseoEsa noche, mientras el cielo de Grecia se teñía de un azul profundo salpicado de estrellas, Amara se encontraba en la terraza del apartamento de Dimitrios. La brisa cálida acariciaba su piel, y el sonido de las olas rompiendo a lo lejos era casi hipnótico. Dimitrios estaba dentro, en la sala, leyendo algunos documentos del trabajo, pero Amara sabía que su mente no estaba realmente ahí. Ella lo había sentido inquieto todo el día, quizás porque aún intentaba borrar cualquier rastro de inseguridad que Irina pudiera haber dejado.Amara respiró hondo, dejando que el aire salado llenara sus pulmones. Había pasado tanto tiempo desde que dudaba, desde que su corazón y su mente peleaban entre el miedo y el deseo. Pero ahora, con Dimitrios, sentía que había encontrado un lugar donde podía ser completamente ella, sin máscaras ni pretensiones. Y esa confianza que había crecido entre ellos la impulsó a tomar una decisión.Volvió a entrar en el apartamento. Dimitrios
Capítulo 61: Lobo al AcechoEspaña los recibió con un clima cálido y un cielo despejado. Las calles de Madrid bullían de vida, y aunque el viaje era por negocios, Dimitrios había planeado que también tuvieran algo de tiempo para disfrutar juntos. Sin embargo, desde que llegaron, Amara no se había sentido del todo bien.—Debe ser el cambio de clima o algo que comí —decía ella con una sonrisa, minimizando su malestar.Dimitrios no estaba convencido, pero decidió no presionarla. A pesar de que Amara trataba de mantener su energía alta, él notaba cómo su rostro se veía más pálido y su caminar más lento. Para la noche, cuando se dirigían a la cena de negocios con socios importantes, ella estaba visiblemente cansada, aunque seguía luciendo espectacular. Había elegido un vestido negro ceñido, sencillo pero elegante, que destacaba su figura y hacía que Dimitrios tuviera que contenerse para no quedarse observándola como un adolescente enamorado.La cena transcurrió en un restaurante exclusivo,
Capítulo 62: Un Día de Cuidado y ConfesionesEl sol apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas cuando Dimitrios se levantó con cuidado, procurando no despertar a Amara, que aún dormía profundamente. Su rostro se veía más tranquilo, pero no podía evitar preocuparse por su malestar del día anterior. Decidió que lo mejor sería sorprenderla con un desayuno reconfortante antes de irse a su reunión.Con movimientos ágiles, preparó un desayuno sencillo pero nutritivo: tostadas, huevos revueltos con hierbas, un poco de fruta fresca y un té de jengibre para aliviar cualquier malestar estomacal que pudiera persistir. Junto al plato, dejó un vaso de agua y unas pastillas para el dolor, por si las necesitaba. Antes de salir, se inclinó sobre ella, besó suavemente su frente y susurró:—Descansa, mi amor. Regresaré pronto.Horas más tarde, Dimitrios salió de su reunión con la mente dividida. Aunque había sido un encuentro productivo, no podía dejar de pensar en cómo estaría Amara. Apenas terminó
Capítulo 64: Una Declaración IntensaUna semana después de regresar a Grecia, Amara se encontraba preparada para una de las presentaciones más importantes de su carrera. Había pasado días investigando y afinando detalles sobre un proyecto de expansión en Hong Kong que había identificado para la empresa de Dimitrios. Aquella mañana, vestida con un traje sastre beige ajustado que resaltaba sus curvas y con su cabello recogido en un moño elegante, Amara emanaba profesionalismo y confianza.Dimitrios, sentado al frente de la sala de conferencias junto a los socios más importantes de la empresa, no podía apartar la mirada de ella. Mientras Amara explicaba las estrategias, el análisis del mercado y las proyecciones financieras del proyecto, los ojos azules de Dimitrios permanecían clavados en los de ella, llenos de admiración y deseo.Cada vez que sus miradas se encontraban, Amara sentía que el corazón le daba un vuelco. Las miradas de Dimitrios no eran casuales; eran intensas, como si quis
Punto de Vista de Dimitrios: El Fuego que Es AmaraSentado frente a Amara en el restaurante, Dimitrios no podía evitar que sus pensamientos divagaran mientras ella hablaba con entusiasmo sobre el éxito de su presentación. Ella estaba radiante, como siempre, pero había algo especial en esa noche. Llevaba un vestido negro elegante que abrazaba cada curva de su cuerpo, y su cabello rizado caía con gracia sobre sus hombros. El leve brillo en sus labios y la confianza en sus ojos eran suficiente para dejarlo completamente hipnotizado.Mi negra es un fuego arrollador, pensó mientras sostenía su copa de vino y la miraba con adoración. Amara no era solo hermosa; era intensa, desafiante, y completamente distinta a cualquier mujer que hubiera conocido. Había algo en su esencia, en esa mezcla de dulzura y carácter, que lo tenía obsesionado desde el día que la vio por primera vez.La recordaba claramente aquella noche en el bar del hotel en República Dominicana. Ella vestía una camisa blanca ajus
Capítulo: Conversación PendienteAmara se encontraba en la sala del apartamento que compartía con Dimitrios, organizando algunos papeles de trabajo cuando algo llamó su atención. En una revista que estaba sobre la mesa, había una sección sobre la maternidad, con una hermosa imagen de una mujer embarazada riendo junto a su pareja. El tema de los hijos había rondado en su cabeza últimamente, especialmente porque ya habían pasado dos años desde que llegó a Grecia, y aunque su relación con Dimitrios era sólida, nunca habían hablado del futuro en ese aspecto.Cuando Dimitrios entró al apartamento después de un largo día en la empresa, Amara decidió abordar el tema.—Dimitrios, ¿puedo preguntarte algo? —dijo mientras se sentaba junto a él en el sofá.Él levantó la vista de su móvil, dejando de lado el dispositivo al notar la seriedad en su tono.—Claro, mi amor, dime.Amara jugó con los dedos, buscando las palabras adecuadas.—Hemos hablado de muchas cosas, de nuestro trabajo, de viajar, de
Capítulo: El Sueño de AmaraAmara se encontraba en la cocina de su futuro restaurante, observando con orgullo cada detalle. Era pequeño, íntimo, pero cargado de autenticidad. Había invertido todo su corazón, su tiempo y sus ahorros en este proyecto. Desde la decoración hasta los ingredientes, todo tenía un toque dominicano. Lia estaba con ella, colocando algunos adornos coloridos en las mesas.—Esto va a ser un éxito, Amara. La gente no sabe lo que se está perdiendo con la comida dominicana —dijo Lia con una sonrisa, admirando el resultado del esfuerzo de ambas.Amara suspiró con emoción, pero también con un poco de nervios.—Espero que sí, Lia. Pero lo que me preocupa es cómo Dimitrios lo tomará. No quería ocultárselo, pero... quería demostrarme a mí misma que podía hacerlo sola.—Entenderá, Amara. Él te ama. Además, esto no es sobre alejarte de él, es sobre cumplir un sueño tuyo —respondió Lia con convicción.Amara sonrió agradecida, pero sabía que tendría que enfrentar la situación
Capítulo: La Gran InauguraciónEl restaurante estaba impecable. Cada detalle hablaba de la esencia dominicana que Amara tanto amaba: los colores vibrantes, la música suave de fondo que mezclaba merengue y bachata, y el aroma de platos tradicionales que llenaban el aire. Era el resultado de meses de esfuerzo y dedicación, y esa noche todo finalmente cobraría vida.Amara bajó las escaleras de su apartamento, luciendo un vestido de seda rojo que acariciaba cada curva de su cuerpo. Los tacones plateados resaltaban su elegancia, y su cabello alisado caía liso y brillante sobre sus hombros, dándole un aire sofisticado. Cuando Dimitrios la vio, sus ojos azules se fijaron en ella con una intensidad que la hizo sonrojar.—Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, Amara —dijo Dimitrios con voz ronca, acercándose para tomar su mano y besarla suavemente.—Gracias, mi amor. Tú tampoco luces nada mal —respondió Amara con una sonrisa traviesa mientras recorría con la mirada el traje perfect