Hades pareció oler la incomodidad de su pareja pues la tomó de la mano y apretó los delgados dedos con delicadeza. A su lado apareció el padre de este, que con una sonrisa comenzó a retirarse la camisa. El resto de la manada lo copió para después convertirse todos en lobos.
Nebraska se quedó fija en Saisen por unos segundos. Al parecer la mayoría de sus atributos los había sacado de su madre pues mientras Hades era un lobo negro, el pelaje de su padre se extendía entre el cobrizo y el marrón. Eso sí, su estatura era por encima de la media con creces, incluso de Hades y los músculos caninos se detallaban por encima del manto peludo.
-¿No nos vamos a trasformar también?- la voz de la omega salió vacilante, a decir verdad
NOEl grito de Nebraska le hizo separarse un poco de ella con el corazón latiéndole exaltado. Apenas si la había tocado y solo besaba su cuello y había colado su mano por debajo de su vestido hacia el muslo.-Nebraska, lo siento. No quería asustarte- se incorporó poniendo una distancia prudente.-¿Asustarme? ¿De que hablas Hades?- ella lo miró levemente jadeando y él se quedó incrédulo -Es que no quiero que me rompas el vestido, me gusta y ya te venías con intenciones-Él alzo una ceja.-Podrías no hacer eso, pensé que te habías arrepentido de continuar-
Nebraska ahogó un grito en la almohada mientras su cuerpo se sacudía y explotaba en un orgasmo donde solo se pudo mantener en el lugar gracias a las manos de Hades enterradas en su cadera. Podía jurar que las uñas de este se incrustaban en su sensible piel.Oyó a su esposo gruñir sobre ella y supo que había llegado el momento. Corrió la cabeza a un lado dejando a la vista su nuca desprotegida. Al igual que sentía como el nudo se extendía de manera dolorosa y sofocante en su interior, un par de colmillos rompieron la piel de su cuello y las llamas recorrieron todo su cuerpo. Se quemaba por dentro y no podía hacer nada para detenerlo.Apretó sus dedos, sus ojos estaban cerrados con fuerza. Las sensaciones que la atravesaban eran abrumadoras y le hicieron r
Decir que estaba molida era quedarse corta. Nebraska sentía que su cuerpo estaba más para allá que para acá. No era que le doliera algo. Cada músculo de su cuerpo estaba tan entumecido que el dolor apenas era perceptible. Aun así había una molestia pulsante en su nuca que no la dejaba descansar en calma.Pero molesta quizás no era la palabra adecuada. La sensación era...diferente. Además el calor que acariciaba su piel era totalmente relajante ayudados de los masajes a cada uno de sus miembros.Abrió sus ojos lentamente aunque con dificultad. Su alrededor no estaba en penumbras. La luz de las velas le daba vida a su alrededor y aunque era de día, las gruesas cortinas oscuras no dejaban que la claridad del exterior entraran por las pequeñas v
Hades les dio una reverencia a sus padres mientras su nueva esposa solo inclinaba la cabeza en respeto. Celesia se acercó a su hijo y después de darle una última inspección de arriba abajo afirmó con la cabeza y le dio un beso en el puente de la nariz.-Visítanos más a seguido o te juro que vengo yo a verte, tú hermano va al menos cada tres meses--O cada vez que se escapa- terminó de decir Hades y le devolvió el beso a su madre. Sabía que ella los extrañaba, solo que en los últimos tiempos y desde que ellos decidieron vivir una vida más libre, les era más complicado encontrarse.-Déjeme eso a mí- Nebraska pestañeó lentamente- Le pondré una rutina
Nebraska podía jurar que su corazón se saltó un latido. Ante ella estaba el cuerpo de su esposo y de su hijo, inconscientes en el suelo. Todo había sido muy rápido. Segundos antes, ellos estaban compartiendo junto a la manada, y ahora estaban allí.-Ne..., Nebrask...., Nebraska- el sonido de su nombre llegó a sus oídos junto con el bullicio de su alrededor.Se había quedado en shock por un momento. Sara movía su brazo para hacerla entrar en razón mientras por su rostro surcaban lágrimas. La reina agitó su cabeza y se centró. No era momento de entrar en pánico.Se arrodilló al lado de su esposo después de verificar que Nicolás la copiaba junto a Rodrigo, y
César abrió la puerta y salió una hora después. Su semblante mostraba una expresión fría y pálida mientras su ceño estaba dolorosamente fruncido. Se limpiaba las manos con un pañuelo, que por más que quería ocultarlo en la bata que llevaba, los presentes lograron ver algunas gotas de sangre.Sara, Siran, Leoxi y por último Nebraska se acercaron hacia él.-¿Cómo está?- Sara se soltó del brazo de su esposo y César la miró.-¿Cómo están?- Nebraska volvió a repetir la pregunta.Estaba seria y su voz salió tan recta que los demás pensaron que ella no sentía nad
Cesar agarró bruscamente las muñecas de Nebraska y las apartó del recipiente casi lleno envolviéndola rápidamente con una toalla para detener el sangrado. Había dejado de atenderla por unos momentos y está prácticamente se había desangrado cortándose también su otro miembro.-¿Se puede saber que está haciendo, mi reina? Acaso no valora su vida--¿Es suficiente?- preguntó de forma suave.César levantó la vista de las heridas y después miró el recipiente frunciendo el ceño.-Sí, mi reina, creo que podemos arreglárnosla- le había dicho que necesitaría sangre mucha, pero nu
Nebraska sentía frío. Estaba helada hasta los huesos y se movió buscando calentarse, pero el sonido de unas cadenas hizo que abriera los ojos de pronto, estremeciéndola. Ahora no estaba congelada de frío, sino de pánico. El duro y rugoso metal rodeaba sus muñecas apretándolas. Los recuerdos de cuando estuvo en esa misma situación la asaltaron.-¿Cómo está la situación?- una voz muy conocida impidió que ella se moviera.Con cuidado ella giró el rostro para ver por debajo de su cabello donde estaba. Empezando por el hecho que estaba acostada en un suelo irregular de piedra, encadenada nuevamente, lo otro que descubrió que una cueva se cernía sobre ella y afuera el color blanco abarcaba todo. Por alguna razón