Kelaya de inmediato abrió la puerta por completo y miró a su esposo con una mirada llena de odio y le dijo: deja a mi hermana en paz, ya que ella tiene toda la razón en decir que, si yo quedo en tus manos, tú serías capaz de hasta matarme, solo por deshacerte de mí.

Y yo sin enterarme del motivo de porque me matas, ¿o me equivoco mi querido esposo?

Margie fue otra que se acercó con alegría cuando miro que Kelaya ya estaba bien.

Pero no la abrazo como Melany lo había hecho, porque esta le dio una mirada asesina, que ella de inmediato se asustó mucho y retrocedió en ese instante.

Ella nunca se había imaginado que la dulce e inocente Kelaya fuese capaz de matar con una sola mirada.

En el momento que escucharon abrir la puerta, todos los presentes se quedaron atónitos al ver que Kelaya era la que había abierto aquella puerta y peor cuando escucharon que ella les había hablado.

La primera en correr a sus brazos fue Melany, con lágrimas en sus ojos, mientras se quejaba por todo lo que tuvo