Luego se dijo que aceptaría todo lo que su mujer le dijera y si le decía que tenía que ver a un especialista sobre el tema, lo haría y si su castigo era no ver a su familia por un tiempo, así sería. Y estaba a punto de decir que él aceptaría todas las decisiones que ella tomara para sus vidas de ahora en adelante.Cuando la escuchó decir, y por tu hijo no te preocupes que él todos los días irá a tu hacienda a visitarte y un día a la semana se puede quedar a dormir contigo, si así lo deseas.Debes de entender que eso nunca te lo quitaré, por muy enojada que esté contigo.Gracias cariño, por pensar en mí y por cuidarme, sabiendo que no merezco ni siquiera que me dirijas la palabra.No te preocupes por eso ahora y más bien preocúpate por recuperarte, ya que sabes que hay personas que te quieren ver sano y fuerte como lo eras antes.Tú también debes de recuperarte, puesto que no se me ha olvidado que, por culpa mía, ahora te toca estar visitando un Psicólogo una vez por semana.A Kelaya,
Alejandro con este descubrimiento se dispuso a quedarse dormido y ya al día siguiente se enfrentaría a Margie como debió de haberlo hecho hace mucho tiempo.Solo que él desde un principio le había echado la culpa de todo a su mujer sin saber que alguien más era el culpable de todo esto.En ese entonces ni siquiera fue capaz de recordar este pequeño detalle, y solo veía a Kelaya como la autora intelectual, que tan ciego había estado en ese entonces para no ver la verdad que se le reía en su propia cara.Después de haber puesto aquella melodía que lo ayudaba a dormir en el pasado y quedarse dormido como todo un angelito y empezar a soñar con Celeste en un jardín llenos de flores, solo se le podía ver que mostraba una pequeña sonrisa de felicidad en sus labios.Alejandro, que estaba muy feliz con aquel sueño, la siguió hasta donde estaba ella, pero cuando llegó hasta donde estaba, ella salió corriendo y se había metido por un laberinto y no la podía encontrar más.Solo podía escuchar su
Alejandro, al ver que abrían la puerta, alzó su mirada, era la señora Leo, y ahora que se te olvidó decirme.Leo solo le dijo: "señor, se le olvidó tomarse sus medicamentos y aquí sé los traje, para que se lo tome a tiempo".Quien le dijo a ella que se le había olvidado, se dijo para sí mismo, solo que no quería tomarlos, ya que estaba aburrido de todos los días tomar esas pastillas, luego le dijo: solo vete que ahora me las tomo.Señor, no quería decirle esto, pero la señora, sigue esperando en línea hasta que yo le diga que ya se tomó sus medicinas.Alejandro apenas escuchó que Kelaya estaba en línea, se dispuso a tomarse sus medicamentos, para luego decir, porque no me dijiste esto cuando recién entraste.Por el lado de Margie cuando miró que Alejandro la estaba llamando, se sorprendió un poco, pero luego se dijo que quizá esa llamada a esa hora de la mañana era porque quería hablarle sobre Kelaya.Así que con este pensamiento contestó y cuando escuchó que él quería hablar con ella
Margie en ese momento quiso decirle que le dijera de una vez por todas lo que quería saber de ella, porque tenía que ir a ver a su amiga, pero su voz la había abandonado cuando más ella la necesitaba, puesto que lo único que pudo decir, pues di, di, di, y tartamudeando un poco.Alejandro, al verla así, le dio una sonrisa siniestra y le preguntó: ¿Qué quieres decirme?Margie que desde hace mucho rato los ratones se les habían comido su lengua, no supo cómo terminar la palabra completa que quería formular, la cual era, dime que quieres de mí.Después de que ella estaba muriéndose de los nervios por saber qué era lo que Alejandro quería de ella, lo escuchó decir, tú sabías desde un principio que Kelaya estaba esperando un hijo mío, ¿cierto?Margie en aquel momento se había quedado estupefacta, ya que ella había supuesto que Alejandro no se recordaba más sobre aquel asunto, puesto que desde que se dio cuenta de que tenía un hijo, nunca le había dicho nada.Luego lo escuchó decir, puesto qu
Luego, Alejandro le dijo, después de un tiempo de haber llegado a tu fiesta, por arte de magia con unas cuantas copas ya estaba borracho y ahí fue que le pedí las llaves a mi hermano.Además de que sé que fuiste tú quien le diste la copa de champán a mi esposa, sabiendo que ella no tolera el alcohol ni un poco y sabías más que nadie que ella con una sola copa se emborrachaba.¿Todo esto fue planeado por ti?, ¿cierto?Margie estaba que no podía más con los nervios, ya que se dio cuenta de que Alejandro era muy inteligente y de milagro no había descubierto la verdad desde un principio, solo esperaba que tuviera en cuenta que ya eran familia y el castigo que tendría para ella no fuera tan duro.Ella, en aquel instante, se había vuelto a quedar callada, ni siquiera parpadeaba, solo escuchaba lo que Alejandro le decía, como toda una niña cuando era regañada por sus padres.Alejandro, que nunca se imaginó que le iba a pasar esto en su vida, lo único por lo que no la iba a culpar era que gra
Alejandro, que con la llamada de su esposa estaba de mejor semblante, de inmediato volvió a poner la cara que tenía antes y le dijo: "eso reflexioné hace un momento".Pero de algo que si estoy seguro ahora es que tú no te mereces ni las gracias.Porque hacerle eso a tu mejor amiga, que tal que ese día Kelaya se hubiese acostado con otro hombre.¡No! Eso es imposible, le respondió Margie en ese instante.¿Por qué es imposible?Porque yo te esperé en la esquina de aquella habitación y no me fui hasta que tú entraste.Tú no te acuerdas de nada, pero pasaste por donde estaba yo y ni siquiera me viste, yo sabía muy bien que tendría que cuidarla hasta que tú llegaras y se hiciese cargo de ella. Margie al ver que había dicho parte de su plan a Alejandro, de inmediato se tapó su boca con sus manos y comenzó a temblar de nuevo del miedo.Alejandro, apenas escuchó lo que Margie dijo, le preguntó: "Así que ese era tu plan", lo que no me queda muy claro que ganabas tú haciendo todo esto y quiero
Alejandro, que había pensado lo mismo que Margie, ya que él era el que se había beneficiado de toda la travesura de esta, puesto que había ganado una hermosa esposa y un hijo que amaba más que a su propia vida.Pero no le iba a dar la razón a Margie sobre esto.Luego dijo, lo único que quiero de ti es que continúes con la historia, que, así como vamos, es de no terminar nunca.Bueno, pero no te enojes, que así soy yo.Créeme que lo sé mejor que nadie, le respondió él.Así que supuse que el día de mis cumpleaños sería la mejor forma de llevar mi plan a cabo, solo era convencer a Kelaya para que asistiera y todo listo, en esa parte me ayudó Melany.Porque no sabes lo terca que es tu mujer cuando dice que no, no hay poder humano que la haga cambiar de decisión.Bueno, continuo en lo que nos interesa para que después no me estés gritando o poniendo esos ojos como si se te fueran a salir de la impaciencia, como Kelaya me había dicho que no iba a ir ese día.Así que puse a Melany para que l
Después de que Margie le había contado todo, Alejandro estaba en su estudio muy arrepentido por todo y pensando en cómo había tratado a Kelaya desde que la había conocido, en ese momento quiso devolver el tiempo atrás para poder tratarla mejor, pero no podía.En ese instante que él estaba perdido en sus pensamientos, alguien abrió la puerta y este ni siquiera volteó su mirada para ver quién era el que había entrado a su estudio, solo le dijo por qué entras sin tocar antes.Luego, sin dejar que la otra persona le respondiera algo, le dijo: vete, que no quiero ver a nadie en este momento.Fabián se le acercó un poco, mientras le decía supuse que esas reglas no me incluían a mí.Ahí fue que Alejandro dio media vuelta y pudo ver a su hermano, de inmediato se acercó a él y le dio un abrazo, luego le dijo, porque no avisaste que venías, para enviar a alguien que te recogiera.No te preocupes por mí, ya que llegue sin avisar, porque le quería dar una sorpresa a toda la familia, además recuer