Después de haber dicho estas palabras, Kelaya se dio la media vuelta para irse, pero Alejandro la detuvo, mientras le decía, yo solo quería pasar un poco de tiempo con mi hijo, lo siento si con esto te hago sentir mal.

Alejandro apenas había terminado de decir esas palabras, se fue y la dejo sola.

Ella, en ese momento, estaba pensando en lo bueno que era ese tipo, para de un momento a otro cambiar los papeles, no era él que se debería sentir mal por lo que había hecho, porque se estaba sintiendo como si ella fuese la culpable de todo.

Enseguida, se fue a su habitación para darse un baño, cambiarse de ropa y disponerse a almorzar sola. Ya que su hijo estaba en la casa de su padre, pero no se había terminado de cambiar, cuando escuchó una vocecita que la llamaba, mamá, ¿dónde estás? Ella de inmediato se terminó de vestir y fue a ver que hacía su hijo en la casa, no que iba a almorzar con su padre.

Kelaya salió de su habitación y se llevó una sorpresa, la cual no era solo que estaba su h