Alejandro, después de hablar con su madre, estuvo por un tiempo pensando y se dio cuenta de que esta tenía razón en la mayoría de las cosas que le había dicho anteriormente, además esa chica era muy joven para hacerse cargo de un niño sola, aunque no iba des meritar lo bien que lo había criado durante estos años sola.

Y ya era hora que él estuviera ahí, para cuando su hijo y ella lo necesitaran, así que se dijo que lo mejor era hablar las cosas con ella y dejar todo claro, y con estos pensamientos en su mente, se fue a la hacienda de Kelaya para hablar con ella, ya que no estaba de acuerdo con el trato que le estaba dando, y entre más lo reflexionaba, menos le gustaba lo que su madre le había dicho.

Cuando ya había llegado a su destino dejo su caballo amarrado a la entrada y no espero que nadie le dijera nada, solo entro como dueño y señor a buscar a Kelaya, cuando iba entrando a la sala de la casa, una empleada le preguntó ¿a quién busca señor?

Él solo dijo, a la señora e iba a segui