Paola hizo el intento para irse nuevamente, ya que había dicho todo lo que tenía que decir, pero Fabián la abrazó por detrás, mientras le decía, sé que no merezco pedirte nada, pero quiero que me perdones por haber sido tan estúpido en ese momento y no haberte escuchado.

Porque si en aquel entonces te hubiera escuchado, nos hubiésemos evitado todo nuestro sufrimiento y en estos momentos ya estaríamos casados y con el par de niños que queríamos tener.

Paola solo dijo, suéltame que me quiero ir.

No te soltaré, hasta que me digas que me perdonas, por no haberte dejado hablar, por ser un cobarde e irme sin siquiera saber la verdad, pero sabes por qué lo hice, porque te juro que me moriría si escuchará de tus labios las mismas palabras que ya había escuchado decir a tu prima.

Espero que sepas que no fue porque no te iba a creer, sino más bien porque sabía que mi corazón no soportaría si me dijeras que habías jugado conmigo.

Por favor mi vida, perdóname y dame otra oportunidad, ya verás qu