Theo se giró y sus manos parecían buscarme, incluso estando dormido. Tomé su mano y la puse en mi vientre, pero no se despertó, comencé a hablarle a las gemelas para que ellas reaccionaran y éste pudiera despertar al sentirlas, me suponía que había descansado lo suficiente.

—Hola hermosa —saludó con una sonrisa al despertarse—. Lograste que me durmiera, me pregunto si lo hiciste con doble intención.

Negué con la cabeza mientras él me acariciaba el vientre y sonreía. Las gemelas reaccionaron y este empezó a darme besos en el vientre, a jugar al modo en que ellas se movían, puse mi mano en su cabello y empecé a acariciarlo.

—No, solo que has estado bajo estrés y te relajó hasta ese punto —expliqué mientras acariciaba su sedoso cabello—. Theo no quiero que te esfuerces demasiado, no voy a arrepentirme de nuestras bebés, Esto lo digo porque a veces veo que te esfuerzas demasiado por complacerme. Yo estoy bien, no voy a arrepentirme de nuestra familia, de lo que estamos construyendo, aque