Me reía mientras redactaba mi respuesta, podía imaginar lo ansioso que estaba él por recibirla, aunque una mejor idea hubiera sido llamarlo, opté por mortificarlo un poco, respondiendo con un mensaje.Al finalizar presioné enviar, me sonrojé al mirar de nuevo la foto, ¿por qué? No lo entendía, tal vez era porque él y yo nunca habíamos hecho ese tipo de cosas, aunque no era una foto donde me estuviera enseñando directamente su miembro, si me mostraba lo mucho que me estaba deseando.Esperaba que respondiera mediante un mensaje, pero él decidió llamar.—Eres la culpable de esta erección Tiana, estoy pensando en ti.—¿Estás seguro de que solo estás pensando en mí, de que no es otro el motivo?—Solo estoy pensando en ti hermosa. Estoy recordando algunos momentos en la oficina, sé que no significaron mucho para ti, por el modo en que solía hacerlo, pero para mí... Te deseo, me gustaría tenerte aquí, ahora. ¿Que estás haciendo, Tiana?—No digas tonterías, por supuesto que para mí significab
TIANA *~*~*~*~*Su pregunta me pareció graciosa, no era un adolescente, mucho menos ignoraba lo que acabamos de experimentar, aunque era nuevo para mí realizarlo, no era que lo desconociera.—No Theo no me molestó, al principio fue un poco extraño, pero créeme me ha encantado escucharte gemir, saber que lo haces pensando en mí, es divertido, no tienes que preocuparte.—Perfecto, me encanta que podamos hablar estás cosas, estar de acuerdo, también lo respetaría, es decir, quiero que sepas que respetaría si no estuvieras de acuerdo con esta faceta, haría todo para que estemos bien, para que lo nuestro funcione.—Sí amor, también me gusta que podamos hablar las cosas, saber en qué estamos de acuerdo y que no, por cierto, creo que deberíamos de tomarnos un espacio, hablar de estas cosas. Me refiero a la parte íntima de nuestras vidas, quisiera conocer más sobre estas facetas, poder abrirme a ti a contarte lo que me gusta y me gustaría experimentar.—EStaré dispuesto a complacerte en todo
TIANA.~•~•~•~•~••~Los días continuaron pasando, honestamente me sentía un poco incómoda con la cuestión de no tener el anillo. Sin embargo no le decía nada esperando a que él diera ese paso, no quería darle demasiada importancia, parecer ansiosa, aunque me ponía bastante nostálgica.A pesar de ello no dejó de ser atento, de consentirme, eso aliviaba cualquier malestar. Seguía yendo a la empresa cada que podía, como también él, cumpliendo con sus labores, con sus deberes.21 DÍAS DESPUÉS.*∆*~∆*∆*∆*∆*—Te amo preciosa, nos vemos pronto.—Te amo Theo, cuídate.—¿Vas a estar bien?—Si, amor, vete.Finalmente logré que se fuera.Se había vuelto más sobreprotector, a pesar de que esos días que habían transcurrido, habíamos tenido dos controles, todo estaba bien con las bebés, con 8 meses de embarazo mi vientre se veía extremadamente grande, parecía que era el vientre quién me llevaba a mi a cuestas, nos habíamos mudado a casa, por eso su miedo, aunque mis abuelos me visitaban con más frecu
Me giré a mirar a los demás, todos reían, aunque no parecían percatarse de que me pedía matrimonio, volví a girar en su dirección, tras un movimiento notable de las gemelas que parecían celebrar, le di un beso. —Ya lo habías propuesto, me encanto de esa manera Theo, gracias me encanta el anillo, por supuesto que acepto casarme contigo. —¿Entonces te gustó? —preguntó mientras jugaba con las gemelas, quienes parecían estar sintiendo mi emoción.—Me encanta Theo, tú me encantas, esto me encanta, amo todo lo que soy y lo que me ofreces, amo lo que tenemos, lo que estamos construyendo.—¿Entonces estoy perdonado? ¿Ya no habrá más intentos de castigar al canalla del jefe que un día fui? —No, Theo todo está en el pasado, este es nuestro presente, estoy segura de que tendremos un futuro increíble —dije con ternura, acariciando sus mejillas—. Debería sentarme, al paso que voy se adelantarán las gemelas. Nos habíamos sentado, empezamos a disfrutar del desayuno, la familia se divertía, a Manu
Había entrado a la ducha. Me estaba duchando, pensativa, estaba tan concentrada que no me había fijado que Theo estaba parado a la entrada de esta, observándome como si fuera la séptima maravilla.—Hola hermosa, no quería asustarte.—¡Theo! ¿Acaso me estás acechando?—No, solo pasaba por aquí.—¿Ah si? ¿Por la ducha? ¿Qué ocurre?—Nada, quería verte. ¿Puedo acompañarte? Prometo que esta vez será solo compañía.Asentí y entró a la ducha. —Me encanta tu cabello, tan largo, tan sedoso. Al igual que tus ojos.—A mí me gustas tú, Theo.—¿Quieres que te ayude a bañarte el cabello, hermosa?—Sí.—Quiero qué nuestras hijas hereden tu cabello y ojos cuando menos —susurró a mi oído. Me quedé en silencio, me dejé llevar por su suave masaje a mi cuero cabelludo, se sentía alivio, relajante. Theo se acercó, sentí su miembro en mis glúteos. —No es con intención —aclaró—. Es normal, esta vez no quiero sexo, aunque si quieres está bien, quiero estar aquí contigo, ducharnos juntos.—¿Crees que pued
—¡Ay Dios! Definitivamente, debo ir al médico —dije mientras me dirigía a la cocina para dejar el juego.De nuevo experimenté un fuerte dolor que me hizo sujetarme a la barra. Para después sentir que me orinaba, al verme mojada empecé a gritarle a Theo.Me estaba desesperando al ver que lo había llamado tres veces y este parecía no estaba escuchando, cuando eleve el tono de la voz, por las fuertes contracciones, lo vi salir.—¿Amor que pasa? Estoy cubierto de jabón —dijo parado frente a mí—. Lo siento, estaba tarareando una canción, por eso no te escuché. ¿Están bien?—Theo se adelantaron las gemelas… —logré decir, mientras apretaba los dientes para tolerar el dolor.Ver el gesto y la posición que asumió Theo me llenó de sorpresa, supuse que tanto como a él quien pareció o no haber entendido o no haber escuchado.—¿Se adelantaron las gemelas? —replicó mirándome con gesto de confusión—. ¿Amor me estás haciendo una broma o estás hablando en serio? Todavía no es tiempo por qué me dices
—No Theo, no llames ninguna ambulancia, yo puedo, solo dame unos minutos —dije antes de agarrarlo con más fuerza cuando sentí una contracción más.Theo no dijo nada, pero empezó a sobarme, mientras seguía aferrada a él, hasta que finalmente lo solté, le exigí rápidamente subir, lo hizo.—Espera Theo. Dame algo que pueda morder.Se bajó nuevamente, empezó a buscar entre las cosas de las bebés y me pasó una manta.—Vas a estar bien preciosa, llegaremos cuanto antes, conduciré rápido —dijo y acarició mi mejilla, dejó un beso de mi frente, tuve la intención de volver a sujetarlo, pero le permití volver a subir.Apreté con fuerza la manta, mientras inhalaba y exhalaba, miraba a Theo, escuchaba cómo me preguntaba que si me encontraba bien, diciéndome cada cuánto lo que íbamos avanzando.—Esto duele demasiado. ¿Falta mucho para llegar?—Lo siento Tiana, pasará pronto. Si amor, pronto llegaremos.—No, tú no lo sientes Theo, tú lo sentiste cuando lo estabas haciendo nada más —gruñí molesta, sus
Apoyé mi cabeza contra su pecho y no dije nada, Solo me quedé allí soportando las contracciones que cada vez eran más fuertes y frecuentes Theo siguió sobando mi vientre, dándome ánimos, entablabamos conversaciones que dejábamos sin concluir.Solo porque el dolor me hacía no tolerar siquiera querer hablar, me quedé en silencio y me recosté, el quedó sujetado mi mano, allí permanecí haciendo gestos de dolor, mientras con su mano libre acariciaba mi vientre, le hablaba a las gemelas, las enfermeras y personal a cargo entraban cada vez a ver que todo estuviera bien.Theo seguía asombrado diciendo que había creído que el parto sería de inmediato, que las gemelas nacerían cuando llegáramos al centro médico, pero no había sido así, estaban siendo intensas horas de dolor, deseando que pudieran salir.Por suerte lo tenía allí dándome ánimos, apoyándome, había salido algunas veces para avisar a la familia que las bebés estaban por nacer, algunos miembros llegaron, otros no pudieron, él seguía