He tenido suerte para recibir de entre multitudes, la señal de alerta de la comunidad de los trece. Con esto, será obvio que yo, Mica Jaldes, me haré acreedor de verdaderos beneficios, por consiguiente, creerán que soy la mejor alternativa para lo que deseen ocultar. Entro a la sala donde los oyentes cubiertos con máscaras plateadas cuyos símbolos indicaban sus rangos, se miraron unos a otros, asintiendo con la cabeza. —Todos aquí en la sala coinciden conmigo que Mica, es la mejor opción para el traslado de la nueva reserva. Me prometen poder, ¿y hacen que acepte ser un escolta personal y después que…?, se desharán de mi cuando no les sirva, mejor me calmaré, me han prometido ver a líder de la comunidad, espero valga la pena una vez que el coma de mi mano, nadie se atreverá a mirarme por debajo del hombro jamás. Me hicieron subir a un carro de lunas polarizadas y sin hacer objeción, ni preguntas, dejando ver a una chica de vestido celeste dentro, con una venda en los ojos, parecía m
Desde aquel encuentro que tuve con ese hombre de ojos dorados, al cual llaman Rodrigo, “el lobo blanco”, he tenido constantes sueños lúcidos con esa bestia mitad hombre. Todo estaría bien, si no fuese porque cuando lo veo, me siento sofocada, a merced suya, sin poder hacer mi voluntad, como si fuese a ser devorada por una fuerza mayor, con la que no puedo ganar. Por ello, lo único que debo seguir haciendo es seguir ocultando mi ubicación, no pretendo encontrarme con él, menos rendirme a sus pies. Antes que eso, prefiero desaparecer que darle mi vida. —Azul en qué piensas, revisa tu correspondencia, llegó hace un día y tu nada que lo recoges. —Añadió su compañera. Recibió la carta, la cual abrió y desde su pupitre, leyó el contenido. “Una postal anónima, que menciona a Omar…”, no buscarlo porque se comprometió con Clear. —¿Tiene algo de bueno Lusa? —No. —rio entre dientes. —Pero te acabas de reír. —Sabías no toda lógica es exacta, a veces es absurda como esta carta, debió haber
Hemos llegado a la antigua mansión donde creciste, debo confesarte la verdad, yo quiero servirte y ser tu fiel aliado, aunque no aceptes mi amistad. —Dime lo que sabes del medallón lunar, su origen del porque existe en esta vida. Empezaré por aclarar ciertas dudas. —¿Cuál tu preocupación por contarme esa vieja historia? Preguntó Rodrigo intrigado sobre la verdad a cuestas de Noah. Una vez me confesaste que, en tus sueños, veías a un niño pequeño atemorizado afuera de la ciudad, que parecía sentirse acechado por lo que pudiste notar…Creíste que tendría que ver con tu pasado. —¿A qué viene eso tan de repente? La persona extraña mencionada, —El desánimo en la cara de Rodrigo, tras escucharlo, hizo que Noah terminase la oración. —es mi salvador… “Eres su sirviente, era evidente.” Espera…en la antigüedad, se esparcieron rumores sobre un aparente monstruo, del cual nunca se supo su nombre, solo un alias, el desterrado. Nunca se mostró al público, porque estaba rodeado de seres de s
Reunión del cazador Steven y Omar, después del incidente con Azul. —Me recuerdas Omar. Dijo entrando a cuestas por la terraza, acomodándose para beber el té helado servido sobre la mesa. —Esta vez decidiste venir, pero Azul, donde esta. Sugirió Omar rápidamente, volviendo a sentarse. —Fue sellada al igual que el lobo blanco, si hubiese sobrevivido, sería otra la historia a contar. Contesto Steven quitándose el chal que envolvía su rostro. ¿Estás seguro? —repitió Omar algo inquieto, ocultando sus manos sudorosas, bajo la mesa. —viste el cuerpo. Para un humano como tú intervenir en busca de respuestas es sumamente peligroso, ni tu telepatía servirá de nada, mantente al margen, es mi buen consejo. No me pidas que haga como si nada hubiese sucedido, porque sé muy bien lo que pasé. —contesto Omar tensionado, al verlo mofarse, se puso de pie y este rápidamente añadió. —Aléjala de tus pensamientos, emociones, corazón, porque es molesto reiterarlo dos veces Omar, ya no quiero que las
Tras volver a dormir para recuperar energía, la voz de una mujer llego a mis oídos dándome la bienvenida, cuanto alce a mirar era Noah. —¿Zaira sobrevivió? respóndeme…Noah. Su pregunta despertó en mí, un pasaje dormido en mi memoria, que creía muerto. Cuando éramos niños jugando a lanzar piedras de colores al lago, y yo ocultaba mi fuerza, para que el no se sintiera incomodo conmigo, pero hoy es distinto. —Sigues sin recordarlo…ella murió en tus brazos. “¿Ni siquiera te importa?, no tienes intención de decirme siquiera que sucedió ¡acaso eres el único que me ha esperado!” Si para calmar tu ansiedad debo repetirlo mil veces, lo diré, ese atardecer perdiste el conocimiento, y de eso ha pasado medio siglo. Es tan seguro de lo que habla que ni se inmuta. “Arceo poseyó mi cuerpo y Arcángel murió no es así, entonces dime quien me despertó, porque tu solo no podrías haberlo hecho” Todas esas personas reunidas en la comunidad, solo lo manipularon para sus propios fines. A pesar de sus
3:51 a.m. Desde que decidí traerla en secreto, en contra de su voluntad, ya han pasado dos días, hubiera preferido que la veas en otras condiciones, pero aquí tienes las llaves, echa un vistazo, ve y descubre si es la misma persona, Rodrigo. Entonces saciaré mi curiosidad, puedes marcharte Noah. Verla recostada, atada de brazos, con una tela brillosa que cubría su cabeza, pero a la vez dejaba expuesta su silueta curvilínea, se trataba de una mujer. Abrió la reja de metal, dejando el candado a un extremo de la entrada. “Nuevamente el destino, me pone a prueba con otra cazadora, que ridiculez” Dio dos golpecitos ligeros con la palma de las manos en el lugar, encendiéndose las luces, examino de reojo a la mujer sobre el colchón, las esposas apretaban sus muñecas. “Me preguntaba que tanto sabrías de mí, cazadora”, entonces quito la tela azulina que cubría su rostro, para verla a detalle, y su cabello castaño cubría parte de sus mejillas que terminaba en su cintura. —Has sido buena c
[Recuerdo de Azul: Días antes del incidente de Luna Roja] Observo por la ventana y añadió una pregunta. —¿deberías invitar a alguien para el baile?, si deseas te presento a mi prima, sacudió el hombro de su amigo en un palmazo. En tanto, las chicas se amontonaban para hacer cola en la cafetería, y otras se dirigieron a la mesa donde me encontraban los chicos. Ante eso, Stefan decidió salir cubriéndose con la capucha de su polera. Para luego, ocultarse en medio del jardín, sentándose muy cerca de una chica que parecía ignorar su presencia. ¿Cómo se llama? —preguntaba Estrella curiosa desde los bancos. No conozco a nadie del grupo de quinto año. ¿Ah…sí? Son atractivos. —insinuó Estrella, dejando de mirar a los chicos de la cafetería. —Tu siempre me escuchas, nos vemos, volveré después. Desde mi perspectiva era cómodo estar fuera de la vista de mis amigos de aula, el lugar es agradable y fresco, así que tome prestado uno de sus libros sobre los bancos, para cubrirme el rostro po
Esa misma tarde, volví a la escuela, me dirigí al patio, frente a los lavaderos y recogí una llave que había dejado caer, parecido a un cincel, debía hallarlo. Guardé en el bolsillo de mi camisa para dárselo al día siguiente antes de la celebración. Hoy no se ven con los mismos ánimos de siempre chicas. Tú eres la única con cara de zombi Estrella. -dijo Luciana amenizando la conversación. ¡Que…Repítelo! —exclamaba exaltada Estrella. Chicas no se peleen, por cierto, encontraron algo en el césped ayer. Te refieres a una llave así. -dijo mostrando una foto Luciana. “Le sacaste una foto” —¿Te importa? Sonrió diciendo, para nada, me voy chicas. Sus pensamientos se llenaron de dudas después de la aparición de Falco, “mi acuerdo debe funcionar, sí o sí”, mordió la uña de su dedo sin darse cuenta y siguió caminando hasta detenerse en frente de su salón. Lo siento por dudar de ti Azul. —Expreso Luciana, añadiendo. — podrías verlo, sí. —Tengo prisa, pero si me acompañas hare una exce