---[El tiempo peso sobre mis hombros, haciendo empobrecer mi pobre alma, ignorante de la verdad y carente de emoción, se podría decir que era mi viejo yo, arrepintiéndose]---
"Así las décadas pasaron rápidamente hasta reencontrarla en otro cuerpo" (Azul)
Estudiaba en un colegio mixto, llamado Mayor Unidad era como una ciudad, en mis ratos libres, me la pasaba observando por mi ventana en pleno día de verano. Parecía ser más de mediodía, y en mi cabeza el sonido retumbante "tic tac...tic tac", resonaba para marcar el final de clases.
Resoplé lentamente empapando con mi aliento la ventana para escribir, es un gran día soleado.
Podía escuchar los murmullos de ciertos compañeros de clase, sobre el cambio de profesores y los traslados externos que significaba estudiantes nuevos. Presté atención a los murmullos por un minuto hasta que una idea se cruzó por mi cabeza, si consiguiera salir sin ser vista por la puerta trasera del salón. Pronto esa idea, se desvaneció al sonar la campana que indicaba el cambio de profesor, todos entraban y salían, sin control.
Por lo que veo, ellos nunca han tomado mi presencia como algo significativo, por lo tanto, quería probar saliendo en pleno alboroto. Me asomé a mirar, y salí rumbo a la biblioteca, al darme cuenta del profesor que se acercaba al salón, corrí a toda prisa por el pasillo, lo más rápido que pude, para no ser vista.
El sonido ensordecedor de la segunda campana, me frenó rápidamente, anunciando la hora de almuerzo, alce a mirar topándome con tres chicas que bloquearon mi camino a la biblioteca. Arremetiendo a decir.
— ¿Acaso ella está chica la causante de esos rumores? – preguntó Diana a sus amigas.
La chica ante mí, era Diana y sus amigas, no tengo porque responder eso.
"Denme permiso para pasar"
—¿Esa chica tiene agallas?, no lo creen.
Sus preguntas eran incómodas porque se a que se debían.
—Su apariencia es dulce y tierna, ¡descarada sin vergüenza!, todos aquí conocen la verdad.
— Chicas, mejor vámonos, nos pueden ver
Sujetaba el brazo de Estrella, repitiendo. — No ocasionemos problemas en los pasillos.
— La señorita, si podemos decirle así, lo negarás en mi propia cara, ¡mentiroso!
— Contrólate Diana.
—Ahora parezco la mala, "ja"; eras la única cercana a Stefan Medina, ¿hiciste memoria?el año pasado niña, ¿olvidaste la despedida de quinto se secundaria?, ustedes salieron juntos al jardín, luego de ser grosera conmigo, ¿Cuéntanos qué sucedió?
No comprendo exactamente lo que insinúas Andrea. - mencionó molesta Diana, tomándola del brazo al verla con los ojos rojos.
—Sus gritos no cesaron, seguían grabados como si fuese ayer, por tu culpa Azul.
—¡Vete Azul antes que se ponga peor!
Dijo sosteniéndola del brazo.
— Estrella porque me haces esto, no estoy loca...imagina que lo primero que te lleves como sorpresa, sean los cadáveres atados con grilletes, mientras el filtro del agua, recubre el césped con sangre... ¡¿cómo te sentirías, si tu única mejor amiga es la que lo presenció?! y es llevada a un reclusorio.
"Yo, no sabría que hacer..." , ¿y el muchacho?
- Stefan una persona cálida de mirada hipnotizante, podría tener a quien quisiera, pero la eligió a ella. - cerró de un golpazo el libro que tenía sobre sus manos.
La mención de ese momento, le hizo querer recordar, sin embargo, solo obtuvo dolor de cabeza, por lo que siguió caminando pretendiendo no haber escuchado nada hasta llegar a la biblioteca.
—¿Pasarás o te quedarás afuera?
Di unos pasos hacía la entrada.
— ¿Te encuentras bien?
¿Puedo ser capaz de sentirme bien en una situación cómo está?, pensar en lo que dijeron esas chicas, me hacía sentir por alguna razón incomoda y molesta. Enrojeciendo mi rostro por la cólera de tener que verlas.
—hum...
—olvidé mi cuaderno.— Te refieres al que encontré hoy en la mañana, es tuyo entonces tómalo.— Gracias.Busco un asiento vacío, al encontrarlo, se sentó y suspiro, apretando sus manos en forma de puño. La mirada del encargado de biblioteca que se dirigía a ella, la hizo salir del lugar.
Para enfriar su enojo se dirigió al baño con cuaderno en mano, mojando su rostro, se quedó paralizada al sentir una respiración detrás suya, y ver en el espejo que no había nadie. Volteo y reviso en los baños, dejando la puertas abiertas.
— Son ideas mías.
Más tranquila, se miró en el espejo para arreglarse el cabello, para su sorpresa había algo extraño en el reflejo del espejo... Sangre
, Sin quitarle la vista observó la escena, la puerta del último baño se cerró bruscamente, y un ser extraño se arrastró desde ahí. Esto último, heló su cuerpo, y su rostro palideció.En un impulso logró cerras los ojos contando en su mente, pero el olor nauseabundo inundó el baño, y el sonido de algo acercándose la aturdio.—¡BASTA!"Tan tan", cayó su cuaderno al suelo, abriendo sus ojos, h no había nada.—¿qué fue lo que vi?, no, debe ser como dijo mi psicóloga, son eventos de aquella noche, es pasado.
Estaba dudando frío, recogió el cuaderno y salió con prisa del baño.
¿A quién tenemos aquí?, la cretina mentirosa. –tomo la palabra Andrea lanzándole una mirada de desprecio.
¿Qué es este olor fétido saliendo? ¿Es el baño?
Cubriendo sus narices, rieron mirándola por encima del hombro.
Esas tres chicas que alguna vez fueron amigas mías hoy solo esparcen rumores sobre mí con tanta facilidad llamándome sucia descarada. Realmente se volvieron mis acosadoras, y me hacían perder la paciencia, ya que, ni los profesores hicieron algo contra ellas.
A los pocos días, Diana pidió a Andrea, contarle más sobre ese rumor, deteniéndose al lado de la carpeta para escucharla mejor. Siendo Estrella, quién interrumpe diciendo.
"Te lo dirá, pero no la atosigues con preguntas"
—La reunión se hizo en la casa de la familia de Stefan, y ahí ocurrió un asesinato, los policías e investigadores, no encontraron al culpable, y como fue televisado, lo conocieron como el incidente de la luna roja.
—Cuéntame más...
—Las pruebas presentadas fueron desestimadas por ser insuficientes, decidiendo un culpable al final para calmar la opinión pública.
"Fue injusto ver a una buena amiga encerrada" - bajo la mirada.
—Las implicadas una perdió la memoria y la otra contó una historia irreal, una de ellas se llamaba Azul.
—No debí tocar ese tema, lo siento.
—Nadie en esta m*****a escuela dice, ni hace nada.
Yo no pretendía...alterarla. - dijo sorprendida Diana.
No preguntes sobre ese tema, ¡aquí está prohibido! – exclamó Estrella, mientras sostenía a Andrea del brazo para llevarla a la enfermería.
Hace unos días la comunidad de los trece levantó mi castigo, después de encerrarme debido al accidente de la luna roja. Lo curioso, es que mi llegada sería una aparente sorpresa para todos, sin embargo, me dejan esto, una carta sin remitente, con una nota: "Te protegeré, aunque lejos me encuentre" Pregunté por la persona que se encargó en recibirlo y respondió que fue enviado desde la casa Verona para Rodrigo. — Detestó ser invadido por personas que no son de mi agrado.– Si señor. Subí a mi habitación y verifiqué que se cumpliera con mis gustos, corrí las cortinas y si las ventanas estaban abiertas. Acomode una almohadilla sobre mi asiento y cuello, para leer con tranquilidad la carta, sin antes decir. — Estaré ocupado, puedes irte, es todo. Movió su mano en señal de que saliera, luego, dio dos aplausos con sus manos para encender las luces.— Me preguntó qué querrá la casa Verona conmigo...Hum, carta de Falco. *Lectura de la primera carta: Todo comenzó en el siglo 16, cuando
Recientemente adelantaron la reunión que tenían acordada en la sala de profesores, y lo mismo hicieron con los auxiliares, así que, parecía las aulas parecían tan distante de lo que una vez fue.Ni bien salí del salón, me topé con lo que habían publicado en el mural, el esmerado y trabajado anunció para los nuevos traslados. En el medio del mural, una pequeña nota rosa, se avispaba, debía acercarme a hablar con mi auxiloar, lo sabía es por mi reciente reporte, sobre Diana, Estrella, que fastidio.—¡Ey...fíjate por dónde vas!—Espera...Ay... ni siquiera me permitió disculparme y se fue. Pude haberle preguntado por lo menos donde queda el pabellón E, no, quita esa idea de tu cabeza, por como respondió estaba enojada. Me tranquilizaré, después de todo es el primer día, no puede ser tan malo. Aquí viene otra chica, no puedo perder esta oportunidad.—Buenos días, me podría indicar donde queda laboratorio, por favor.—El aula 315- E, está cruzando el tocador de chicos.Que amable hasta me s
Últimamente desde que me reintegré a mis labores en la comunidad, he notado cierto interés de ellos, por juntarnos a mí y a Lionel. Los pretextos que usan como citarnos en el mismo día, a la misma hora, restablecer sus antiguas cláusulas, dejan evidente su ideal por poseer lo desconocido, controlarlo y exprimir hasta la última gota de mi sangre en sus laboratorios. Por eso estoy aquí para averiguar que han hecho en mi ausencia. Después de todo, en la comunidad me establecieron está agenda, como tal no podía dejar de faltar a mi deber.—Señor Rodrigo buenas noches, lo esperan en el consejo, adelante, por favorAhora le dicen consejo, a un simple laboratorio, es más que evidente que fui enviado a seguir los nuevos procesos para moldear una cierta cantidad de anticuerpos capaces de destruir al agente externo llamado intruso, al cual le dicen que es parte de mi cuerpo, quieren un organismo capaz de neutralizar el mío. En el pasado, sufría episodios de amnesia provocados por el uso excesivo
Desde aquella noche que recibí ese mensaje de Kerens para ser específicos con su perro, ha sido más difícil ubicarlo. Cuántos años pasaron desde que supe de este ser, que es un desterrado y cuántas veces he roto sus mensajitos. Cerró el libro de golpazo, —escuchar sus latidos afluyentes...destruyendo aquello que es incierto. —Interrumpo tus notas en voz alta hermano. Estaba en la puerta, cruzado de brazos, sosteniendo un documento. —Ya estás aquí de todos modos...Adelante. —Es tan fácil decirlo Rodrigo, aún no te acostumbras a vivir con lo que eres, tienes méritos, eres médico, conocido como el lobo blanco, el excelente espécimen en la comunidad. —¿qué te preocupa? ¿qué un día ya no puedas obtener ni una gota de mi sangre? —No puedo contradecirte si me dices eso hermano, por cierto, esto es tuyo, lo dejaré sobre la mesita, chequéalo. —No creí que te gustará hacer de mensajero Lionel. Se levantó diciendo. — Acomódate Lionel, hazlo a tu antojo, pero antes reportarlo a Mica, el p
La invitación, es un compromiso más que atender de los muchos otros, ¿cuál debería elegir?, hum "Enrique", en el reverso de la carta, decía, "Revelar tu verdadera naturaleza es parte de tu pasado"No perdí el tiempo y fue a visitarlo a su residencia, una muy bonita a simple vista, fuentes de Quattro, una vista espectacular, algo digno para mantenerte bien protegida y hacerte sentir una muñeca viviente, así debes sentirte en esta prisión.—Disculpe la tardanza, sígame por favor.Mientras esperaba en recepción que conectaba con una sala de cristales, sentí curiosidad y registré cada imagen en mi memoria. —Qué unidos se ven, hasta parecen una familia. —sostuve en mis manos el retrato.—No has cambiado nada, ni siquiera has envejecido, eres prueba de nuestra existencia.Mis recuerdos aún estaban confusos, pero a esta mujer que caminaba hacia mí, sosteniendo dos copas, la reconocí de inmediato. Cada paso de ella, alborotaba mis emociones.—Bébelo es uno de mis vinos preferidos y con respect
Ha cumplido una semana desde que está Azul en el hospital, la herida alrededor de su cintura ha sido tratada y se ve mejor, lo digo por su semblante, suele estar de mejor humor y a menudo sonríe para mí, eso creía.—Hoy hace mucho calor, iré a tomar aire, volveré.—Omar. —Sostuvo mis manos, sosteniendo mi mirada. —ayúdame a salir de aquí.Estaba tan tranquila que lo que me dijo, me inquieto. — pensaré un poco, sí. Me pasé la tarde observando el reloj, mientras almorzaba en el comedor, incluso compré una soda, caminé un poco, y estando frente a la puerta, está se abrió ante mí, viendo a Azul terminando de atarse los pasadores.—¿Omar piensas venir conmigo? ¿verdad?Estaba realmente sorprendido por su cambio, era amable conmigo de un día para otro, ¿Quién eres?—Demos un paseo.El hospital donde estábamos, residía cerca de un balneario costero, pero debíamos pasar el túnel. No había iluminación, pero bastaba con que se avistase al final del camino la luz, así que decidí ir con ella. Pla
En cuanto se fue, me miré al espejo de la sala porque sentí una molestia en mi cuello, alce un poco para verlo mejor, y era mi sangre seca convertida en costra, así como, el que mis brazos estaban moreteados. —Sobreviviste niño tuviste suerte. —una voz gruesa resonó. Era ese hombre, levantando el armario, del cual había caído. —¿Piensas matarme ahora? —agarré el alicate escondiéndolo por detrás de mi pantalón por si me atacaba. —Suelta eso niño, si hubiera querido que murieras, te hubiera dejado para que te atropeyaran. Se detuvo delante mío, dándome en las manos una toalla, —El baño está a la mano derecha, date una ducha. —¿Porque haces esto? —Eres el invitado de Steven, lo olvidas niño y deja de decirme ese hombre, soy Adrián. —Si quieres que te llame por tu nombre, no me digas niño, me llamo Omar, correcto. —Lo tendré en cuenta muchacho. No parecía ser mala persona, pero por su tamaño intimidaba a cualquiera, podría decir que media casi 2 metros de altura. —¿Alguna pregun
El Rodrigo que me mandaron a vigilar, es diferente del que solía ser, algo ha cambiado en él.—las respuestas que buscas, es esa mujer. —Porque tanta insistencia, que sabes tú Noah. —Tarde o temprano deberás despertarla, cuando eso suceda sabrás tu respuesta. —Tocó su hombro. —¡Quién te crees Noah, para decirme lo que debo hacer o no! —giró a mirarlo amargamente y cuando iba a tomarlo, sintió el corazón latente de la muchacha, volviendo en sí. "Lo has olvidado lobo blanco, lo que hiciste en el pasado y el que tu estes aquí, te pones la soga al cuello"— en un descuido mío, Noah me atrapó con sus manos largas mi cabeza, acercando sus ojos a los míos, trayendo el primer recuerdo. *Recuerdo/Flash* (Parecía como si no estuviese vivo, fue extraño, era como un fantasma, nadie podía tocarme, ni verme, seguí el pasillo de frente, este lugar lo recordaba, había estado ahí hace unos días atrás, la casa de Itzel, pronto los gritos me hicieron ir a ver.) —¡Arceo, no te me acerques! (La voz