Inicio / Hombre lobo / "Casta de lobos" / Episodio 1: "Una mirada al suplicio" -Azul
Episodio 1: "Una mirada al suplicio" -Azul

---[El tiempo peso sobre mis hombros, haciendo empobrecer mi pobre alma, ignorante de la verdad y carente de emoción, se podría decir que era mi viejo yo, arrepintiéndose]---

             "Así las décadas pasaron rápidamente hasta reencontrarla en otro cuerpo" (Azul)

Estudiaba en un colegio mixto, llamado Mayor Unidad era como una ciudad, en mis ratos libres, me la pasaba observando por mi ventana en pleno día de verano. Parecía ser más de mediodía, y en mi cabeza el sonido retumbante "tic tac...tic tac", resonaba para marcar el final de clases.

Resoplé lentamente empapando con mi aliento la ventana para escribir, es un gran día soleado. 

Podía escuchar los murmullos de ciertos compañeros de clase, sobre el cambio de profesores y los traslados externos que significaba estudiantes nuevos. Presté atención a los murmullos por un minuto hasta que una idea se cruzó por mi cabeza, si consiguiera salir sin ser vista por la puerta trasera del salón. Pronto esa idea, se desvaneció al sonar la campana que indicaba el cambio de profesor, todos entraban y salían, sin control.  

Por lo que veo, ellos nunca han tomado mi presencia como algo significativo, por lo tanto, quería probar saliendo en pleno alboroto. Me asomé a mirar, y salí rumbo a la biblioteca, al darme cuenta del profesor que se acercaba al salón, corrí a toda prisa por el pasillo, lo más rápido que pude, para no ser vista.

El sonido ensordecedor de la segunda campana, me frenó rápidamente, anunciando la hora de almuerzo, alce a mirar topándome con tres chicas que bloquearon mi camino a la biblioteca. Arremetiendo a decir.

— ¿Acaso ella está chica la causante de esos rumores? – preguntó Diana a sus amigas.

La chica ante mí, era Diana y sus amigas, no tengo porque responder eso.

"Denme permiso para pasar"

—¿Esa chica tiene agallas?, no lo creen.

Sus preguntas eran incómodas porque se a que se debían.

—Su apariencia es dulce y tierna, ¡descarada sin vergüenza!, todos aquí conocen la verdad. 

— Chicas, mejor vámonos, nos pueden ver

Sujetaba el brazo de Estrella, repitiendo. — No ocasionemos problemas en los pasillos.

— La señorita, si podemos decirle así, lo negarás en mi propia cara, ¡mentiroso!

— Contrólate Diana.

—Ahora parezco la mala, "ja"; eras la única cercana a Stefan Medina, ¿hiciste memoria?el año pasado niña, ¿olvidaste la despedida de quinto se secundaria?, ustedes salieron juntos al jardín, luego de ser grosera conmigo, ¿Cuéntanos qué sucedió?

No comprendo exactamente lo que insinúas Andrea. - mencionó molesta Diana, tomándola del brazo al verla con los ojos rojos.

—Sus gritos no cesaron, seguían grabados como si fuese ayer, por tu culpa Azul.

—¡Vete Azul antes que se ponga peor!

Dijo sosteniéndola del brazo.

— Estrella porque me haces esto, no estoy loca...imagina que lo primero que te lleves como sorpresa, sean los cadáveres atados con grilletes, mientras el filtro del agua, recubre el césped con sangre... ¡¿cómo te sentirías, si tu única mejor amiga es la que lo presenció?! y es llevada a un reclusorio.

"Yo, no sabría que hacer..." , ¿y el muchacho?

Stefan una persona cálida de mirada hipnotizante, podría tener a quien quisiera, pero la eligió a ella. - cerró de un golpazo el libro que tenía sobre sus manos.

La mención de ese momento, le hizo querer recordar, sin embargo, solo obtuvo dolor de cabeza, por lo que siguió caminando pretendiendo no haber escuchado nada hasta llegar a la biblioteca.

—¿Pasarás o te quedarás afuera?

Di unos pasos hacía la entrada.

— ¿Te encuentras bien?

¿Puedo ser capaz de sentirme bien en una situación cómo está?, pensar en lo que dijeron esas chicas, me hacía sentir por alguna razón incomoda y molesta. Enrojeciendo mi rostro por la cólera de tener que verlas.

—hum...

—olvidé mi cuaderno.

— Te refieres al que encontré hoy en la mañana, es tuyo entonces tómalo.

— Gracias.

Busco un asiento vacío, al encontrarlo, se sentó y suspiro, apretando sus manos en forma de puño. La mirada del encargado de biblioteca que se dirigía a ella, la hizo salir del lugar.

Para enfriar su enojo se dirigió al baño con cuaderno en mano, mojando su rostro, se quedó paralizada al sentir una respiración detrás suya, y ver en el espejo que no había nadie. Volteo y reviso en los baños, dejando la puertas abiertas.

— Son ideas mías.

Más tranquila, se miró en el espejo para arreglarse el cabello, para su sorpresa había algo extraño en el reflejo del espejo... Sangre

, Sin quitarle la vista observó la escena, la puerta del último baño se cerró bruscamente, y un ser extraño se arrastró desde ahí. Esto último, heló su cuerpo, y su rostro palideció.

En un impulso logró cerras los ojos contando en su mente, pero el olor nauseabundo inundó el baño, y el sonido de algo acercándose la aturdio.

—¡BASTA!

"Tan tan", cayó su cuaderno al suelo, abriendo sus ojos, h no había nada.

—¿qué fue lo que vi?, no, debe ser como dijo mi psicóloga, son eventos de aquella noche, es pasado.

Estaba dudando frío, recogió el cuaderno y salió con prisa del baño.

¿A quién tenemos aquí?, la cretina mentirosa. –tomo la palabra Andrea lanzándole una mirada de desprecio.

¿Qué es este olor fétido saliendo? ¿Es el baño?

Cubriendo sus narices, rieron mirándola por encima del hombro.

Esas tres chicas que alguna vez fueron amigas mías hoy solo esparcen rumores sobre mí con tanta facilidad llamándome sucia descarada. Realmente se volvieron mis acosadoras, y me hacían perder la paciencia, ya que, ni los profesores hicieron algo contra ellas.

A los pocos días, Diana pidió a Andrea, contarle más sobre ese rumor, deteniéndose al lado de la carpeta para escucharla mejor. Siendo Estrella, quién interrumpe diciendo.

"Te lo dirá, pero no la atosigues con preguntas"

—La reunión se hizo en la casa de la familia de Stefan, y ahí ocurrió un asesinato, los policías e investigadores, no encontraron al culpable, y como fue televisado, lo conocieron como el incidente de la luna roja.

—Cuéntame más...

—Las pruebas presentadas fueron desestimadas por ser insuficientes, decidiendo un culpable al final para calmar la opinión pública.

"Fue injusto ver a una buena amiga encerrada" - bajo la mirada.

—Las implicadas una perdió la memoria y la otra contó una historia irreal, una de ellas se llamaba Azul.

—No debí tocar ese tema, lo siento.

—Nadie en esta m*****a escuela dice, ni hace nada.

Yo no pretendía...alterarla. - dijo sorprendida Diana.

No preguntes sobre ese tema, ¡aquí está prohibido! – exclamó Estrella, mientras sostenía a Andrea del brazo para llevarla a la enfermería.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP