70 Deducción.
Aún estaban en medio del brindis cuando de pronto un auto estacionó frente a la mansión, de este bajó un impresionante mujer, se trataba de Mariangel, llevaba puesto un vestido de diseñador de color dorado, este tenía un gran escote en su espalda, solo un par de tiras de perlas lo sostenían sobre sus hombros. Lo había combinado con un par de zapatillas muy altas y su cabello lo llevaba suelto.

Mariangel fue a la mansión con un solo objetivo en mente, opacar a la novia; además pretendía deslumbrar a Fabrizio. Se paró en el umbral de la puerta que dirigía al jardín y suspiró a la vez que sonrió, achicó los hombros y comenzó a caminar hacia donde todos estaban. Los esposos se encontraban sentados detrás de la mesa principal, Lorenna tenía el rostro serio, no tenía nada de alegría por su boda.

Fabrizio la tomó de la mano, ella le reprochó con la mirada, Fabrizio puso una tenue sonrisa, entonces ella le dijo:

—No tienes qué tocarme, no hace falta y no deseo que lo hagas.

—Ahora que eres mi
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP