Una semana ha pasado y a Kervin ya lo han dado de alta en la clínica, ahora todos conviven en la mansión, incluido el primo de Cristina, que no deja de echarle el ojo a la niñera que atiende los hijos de Camila. La policía no pudo hacer nada, no se lo pudieron llevar y los cargos interpuestos por la gente del pueblo han sido rechazados, pues, se dio a conocer que Cristina no fue la única chica a la que el enfermo cacique intentó abusar, con otras sí consumó el acto y les arruinó su vida para siempre. Ellas confesaron todo y también dijeron que nunca lo denunciaron con sus familias porque siempre estaban bajo amenazas por parte de él, que si decían algo lo pagarían muy caro.

Finalmente, los habitantes del pueblo proclamaron héroe a Kervin, por haber tenido el valor suficiente de enfrentar a ese hombre malvado al que ellos lo consideraban un buen líder y ejemplo a seguir. Pero aun así, Cristina decidió no regresar a la casa de su madre y prefirió quedarse con su nueva familia. El primo