En medio de su desesperación y celos, Nataniel le mostró la fotografía de los pequeños Lupita y Gabriel, pero ella sin pudor le dijo que no los reconoce, no sabe quiénes son ellos, pero que le parecen muy tiernos y adorables.

— ¿Ellos son sus hijos, señor? —Quiso saber.

— Sí, son nuestros hijos, mi amor, tú eres su madre. —Respondió, intentando hacerle una caricia en el rostro, pero ella lo esquivó.

Camila sigue metida en su papel de que ella no tiene hijos y, por lo tanto, trata de mentiroso y usurpador a Nataniel. Este se muere de ganas por hacerle videollamada a la niñera para que le muestre a los niños y estos le llamen mamá y tal vez así ella recuerde algo sobre su vida.

— Sabes qué, guapa, te llevaré a un médico, antes que todo, me urge conocer tu estado de salud.

— No, no voy con un desconocido a ninguna parte. Además, yo estoy bien, mi marido es muy amable y ha contratado a un médico para que me esté yendo a revisar desde que hemos estado en este lugar, la verdad no recuer