Todos disfrutaron de una bonita celebración, con mariachis y baile, pero sobre todo el pastel, que fue lo que más le encantó a la pequeña de la familia. Cuando se fueron los invitados, la familia se reunió en la sala y comenzaron a reír por la engañada que les dio Nataniel y su cuñada Cristina.

— Casi te conviertes en el culpable de haberme matado de un infarto. —Le acusa la señora Felicita.

— Perdón, mamá. Lo que pasa es que ustedes se tomaron a la ligera la idea de que esta chica me estaba acompañando a mí, yo te dije que solo con la mujer que amo volvería a estar y mira que lo he logrado.

Esa noche se quedaron todos a dormir en la mansión. Cristina le dijo a su madre que vendría a la ciudad para buscar trabajo, allá no saben que ella ya tiene novio y que es un hombre que se hace pasar como turista en su pueblo.

— Hijo, he pedido que preparen una habitación del ala de invitados para que allí se quede tu novia. —Le comunicó su madre a Kervin.

— ¡Ay, mamá! En qué mundo vives, tú c