Capitulo 3

El sonido de mi celular me despierta, aún con lo ojos  cerrados busco con mi mano en mi mesita de noche.

Abro los ojos y veo en la pantalla en nombre de Doña Lila, me incorpore rápido en mi cama, me espante es raro que doña lila me llame.

¿si?— digo con algo de preocupación.

—Hola niña Ale— dice doña Lila— es para informarte que hoy no vamos a trabaja, espero que tengas un lindo día.

Gracias igual Doña Lila.— digo con alegría y corto la llamada.

Que bueno, así tendré más tiempo para buscar vestido y arreglarme.

Busco entre mi contacto el número de mi amiga Cazandra Cano que es dueña de una boutique en el centro de la ciudad, le marco al segundo tono contesta.

—Ale a que debo esta grata llamada— Atiende mi amiga.

—Necesito una cita en tu boutique para las 11, ¿Se podría para esa hora?—pregunto.

—Para ti siempre, te espero a las 11—dice con notable amabilidad.

Gracias amor, nos vemos— y cuelgo la llamada.

Con Cazandra eramos buenas amigas pero luego de que me fui a estudiar a Alemania y regrese empecé a dejar muchas cosas de lado como las amistades.

Me acuesto de nuevo en mi cama a dormir un poco más.

Me despierto y busco mi celular en la cama, lo encuentro y veo la hora las 11:30 am, ¿quee???

Me levantó rápido de mi cama voy camino a mi baño me despojo de mi ropa y doy una ducha rápida.

Me visto con unos pantalones crema, una blusa del mismo color pero con flores roja, una bolso rojo y tacones rojo, recojo mi melena en una coleta despeinada.

Salgo de mi apartamento y bajo en el ascensor hasta el aparcamiento y abro la puerta de mi Camaro y conduzco hasta la boutique de Cazandra en el centro de la ciudad.

Me desmonto de mi Camaro y entro a la boutique.

Al entrar me encuentro a Cazandra hablando con un caballero de espaldas a mi despidiéndose ,me acerco a ella para saludar.

—Disculpen, Cazandra disculpa la tardanza.— digo captando la atención de ambos. Al girarse hacia mi Cazandra me regala una sonrisa y el solo me mira expectante con sus ojos café.

¡¿Por qué me lo tenia que encontrar tanto?!.

Los miro detenidamente ella llevaba una vestido negro de encaje ceñido al cuerpo con unos tacones azules rey y accesorios del mismo color, el pelo suelto ondulado en las puntas, se ve hermosa. Él llevaba un traje gris con una camisa blanca y una corbata roja, trae el pelo alborotado, se ve muy atractivo no lo voy a negar aunque me parece un idiota.

—Ale, pensé que ya no venias—dice dándome un beso en la mejilla derecha.

Me quedo viendo esos ojos café que me miran con tanta intensidad.

—Nos vemos Cazandra un placer— dice el hombre de ojos café saliendo de la boutique, me mira y guiña un ojo.

Ella se despide con las manos.

—¿Y en que te puedo ayudar princesa?— me pregunta.

—Cazandra necesito un vestido muy elegante para una cena en casa de mis padres con unos socios— dijo con poco entusiasmo.

—Como que no te emociona mucho— dice Cazandra soltando una carcajada.

—Tan obvia estoy— rió.

Después de una hora buscando el vestido indicado para la cena, encontramos uno con el que estuve conforme.

Salí de la boutique directo hacerme el pelo.

Llegue a mi apartamento, ya eran las 6:00 pm, tengo una hora para arreglarme.

*

*      *

Narra Carlos

Me agarro el pelo entre las manos y lo halo, “es que no me la puedo sacar de la mente” digo para mis adentros.

Es hermosa, con sus ojos y pelo negro y ni hablar de su cuerpo, tan despreocupada, sin duda la quiero en mi cama.

*

*      *

Me termino de arreglar para la cena en casa de mi socio más importante

Heraldo Bravo.

Me visto con el traje que Cazandra una vieja amiga mando de su boutique para mi, consiste en un traje negro de tres piezas, camisa azul, corbata negra y pañoleta azul, me veo bien.

Luego de vestirme bajo al parqueo de mi casa veo mi gran colección de autos de lujo y me decido por un Audi R8 blanco, busco la llave de este en el llavero y me introduzco en el asiento del piloto.

*

*     *

Conduzco hasta la mansión del Señor Bravo, después de unos 5 minutos me introduzco en el residencial, llego al final de la calle y me encuentro con una mansión blanca con muchas luces con palmeras en la entrada  y un gran estacionamiento.

Me estaciono al lado de un Camaro blanco del año que me parece conocido pero resto importancia y me introduzco al interior de la mansión.

Los señores Bravo me dan la bienvenida , me dedico a conversar un poco con algunos socios hasta que algo llamo mi atención, mejor dicho alguien.

La ví caminar hasta el otro lado de la recepción, la sigo por donde se fue aunque no se si sea ella, “¿Que haría ella aquí?” Es la pregunta que se hace mi mente.

Aunque no seria tan extraño porque se ve que concurre lugares de gran estatus y se ve que tiene clase.

Llegue al lado opuesto de la recepción y no hubo rastro de ella.

—“Seguro fue una alucinación mía”  —digo en un susurro para mi mismo.

—Señor Almontes—  dice una voz detrás mio que distingo es el Señor Bravo.

Me giro y me encuentro con dos pares de ojos negro que me miraban sorprendidos.

Ella iba de la mano del Señor Bravo, llevaba un vestido transparente con piedras plateadas en la parte superior y azúl en la falda del vestido, se ve espectacular.

Narra Alejandra

—Hija que bueno que te encuentro, quiero presentarte a alguien— dice mi padre tomando me de la mano.

—Claro—le digo a mi padre con una sonrisa  para llevar la fiesta en paz.

—Es un socio muy importante— expresa con una sonrisa— miradlo  por allá —señalo mi padre a un hombre de espaldas.

Nos acercamos —Señor Almontes— dice mi padre al hombre de espaldas.

El caballero de pelo castaño se gira tomando me por sorpresa.

“Era el idiota de la librería”.

Nos miramos fijamente, el estaba igual de sorprendido que yo.

—Señor Almontes, le presento a mi hija menor, Alejandra— dice mi padre al idiota que ahora se que se apellida Almontes.

—Carlos Almontes— dice es tendiendo hacia mi su mano, tardo unos segundo en contestar.

—Alejandra Bravo— digo tomando su mano, una corriente extraña me recorrió el cuerpo entero pero ignore y quite mi mano de inmediato.

—Los dejo para que se conozcan—dice mi padre alejándose, maldigo internamente.

—Así que  Alejandra Bravo, lindo nombre— dice clavando sus penetrantes ojos café en mi cuerpo.

Le doy una mirada de pocos amigos, incomoda por su mirada.

—Podría dejar de mirarme así— digo cruzandome de brazos.

—Es que se ve hermosa— dice devolviendo su mirada a mi rostro.

Subo una ceja y lo miro con desconfianza.

—He escuchado ese alago barato muchas veces pero gracias.— digo aún con mi ceja alzada.

—Oh no nena, te aseguro que en mi no hay nada barato.

“«¿Nena?»” Me esta llamando nena y ni siquiera me conoce.

En el momento que iba a reclamarle por llamarme “nena” Carolina llega hasta mi y me abraza, tomo la oportunidad para irme sin despedirme de Carlos.

—¿Oye ese no es el tipo del restaurante?—Me interroga Caro.

—Sí— digo restándole importancia.

—¿Y que hace aquí? No me digas que lo invitas te Alejandra.

—Que disparates dices Caro, no es obvio que es socio de papá — le respondo a mi amiga.

Ya los invitados estaban empezando a pasar al patio donde se serviría el bufete. El patio de la casa de mis padres esta decorado con luces blancas en todas las plantas y enredaderas, se ve fantástico, hay una gran mesa en el centro y las demás repartidas en el patio y  alrededor de la piscina la cual esta decorada con pétalos blancos.

Todo esto fue hecho por la hija de una amiga de mi madre (Alexia).

Me toco en la mesa grande con mi padres, mi hermano y sus socios más importantes, la cena estuvo exquisita, el único problema de la cena fue que Carlos estaba sentado a mi lado en la mesa y de vez en cuando me preguntaba algo, me miraba o me tocaba las manos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo