Camilo dejó salir un suspiro y después frotó su rostro con sus manos, sabía que perdería ese quiz, no pudo repasar nada por el estrés de la mala relación que estaba teniendo con Laura.
Sasha estaba sentada a su lado bastante concentrada respondiendo las preguntas. Le encantaba sentirse inteligente y estaba totalmente segura de que sacaría una nota perfecta.
A la salida de clases la joven se acercó a Camilo para molestarlo como solía hacerlo casi todos los días.
—Oye, pimpollo colorado —le dijo con una enorme sonrisa.
—Deja de joder, Sasha —gruñó Camilo mientras tomaba sus libros.
—Ay, ¿qué comiste?
Camilo acomodó su bolso en su espalda y le dio una mirada fulminante. Se iba a ir, pero, después recordó que Sasha era una de las mejores amigas de su novia.
—¿Dónde
—Cristian no nos comentó nada —replicó Miguel.—Ayer lo vi con el anillo en la mano. Era impresionante, se veía muy carísimo —dijo Camilo—. Parece que le iba a decir anoche, pero no pudo y se lo propuso hoy cerca al lago.Y fue así como todo el grupo se reunió en la casa de Lorena esperando a que la joven llegara para que anunciara la noticia.La señora Camila no dejaba de conversar con su hija Marcela sobre cómo debía ser la boda y Marc las ayudaba dando algunas ideas.—Acabé de llamar al señor Vides para saber si estaban allá dando la noticia, pero no, no han llegado —informó el señor Durán entrando a la sala.—Entonces, ¿dónde están que no han llegado? —preguntó la señora Camila.—Deben estar hablando sobre cómo Lorena se va a instalar
Lorena se acurrucó en el pecho de Cristian y se acomodó en la cama.—No sé por qué tengo tan mala suerte —dijo la joven entristecida.—Amor, no sigas pensando en eso, ya dijimos que mañana lo íbamos a solucionar.—No quiero que mochen mi dedo —sollozó Lorena.—No te van a mochar el dedo —Cristian soltó una carcajada y después se acomodó a medio lado para verla fijamente—. No te preocupes, verás que para mañana nos vamos a deshacer de este problema.Lorena besó los labios de Cristian de una manera muy amorosa que sorprendió al joven.—Gracias —soltó—. Cristian, eres tan lindo conmigo que a veces pienso que no te merezco.El joven le dio un beso en la frente y le sonrió cariñosamente.—Es porque me encantas, Lorena. Desde que te conocí
Laura se encontraba en su habitación leyendo un libro, rodeada de completo silencio. Se acomodó en la cama a medio lado bastante concentrada en su lectura.En aquel momento se abrió la puerta de su cuarto y Miguel apareció a la vista con una enorme sonrisa en su rostro.—Buenas tardes —saludó mientras caminaba hacia la cama.Laura en un principio se sobresaltó al salirse de su concentración, después, le sonrió alegremente.—Buenas tardes —Laura dejó su libro a un lado y observó fijamente a su hermanastro.Miguel se acostó a su lado mientras la observaba fijamente.—Me siento cansado, ¿puedo dormir aquí?—Últimamente te sientes muy cansado y duermes en mi cuarto —dijo Laura.—Es que tu cama es mucho más cómoda que la mía —explicó el joven.<
—Mi madre te envió estos diseños —Cristian le pasó a Lorena una revista—. Quiere que vayas a la casa para que puedan hablar sobre cómo será la boda.Lorena abrió su boca impresionada. Tomó con las manos temblorosas la revista y comenzó a hojear los muchos diseños de vestidos de novia.—Cris-Cristian, ¿qué es todo esto? —preguntó Lorena.—Lo que ves. Todos están diciendo que tú y yo nos vamos a casar.—Pero… ¡¿de dónde sacaron eso?! —se exasperó la joven—, hoy en mi casa no dejaron de hablar sobre la boda, una maldita boda que no existe.—¡Si no estuvieras presumiendo ese anillo nada de esto habría pasado!—¡¿Ahora me hechas la culpa?!—¡¿Y de quién más es?!—¡T&ua
Lorena llegó a la casa de Sasha y las dos chicas se encerraron en la habitación de la joven.Lorena se sorprendió al encontrar muchas bolsas de papitas y dos botellas de wisky. Volteó a ver a su amiga que se estaba comenzando a montar en su cama.—¿Qué sucede aquí? —le preguntó.—Ay, amiga, es que ando aburrida —confesó Sasha.—¿Por qué?—Pues… me parece que la vida es un tanto injusta conmigo —dijo Sasha mientras tomaba la botella de wisky y la abrazaba—. Mira, todas mis amigas están super bien con sus parejas y yo estoy más sola como un hongo venenoso.—Ya te pareces a Marc haciendo ese tipo de comparaciones —Lorena se sentó a su lado—. Tú eres una joven muy hermosa Sasha, tienes un hermoso cuerpo y serás una gran economista, toda una empresaria emprendedora
—Disculpa, pero yo no tenía ni idea de que estabas enamorada de mí —aclaró Robert—. Además, ¿cómo se te ocurre estar con un hombre si no lo amabas?, ¡¿te das cuenta que estás jugando con los sentimientos de Camilo?!Miguel y Marc estaban cerca del balcón y escucharon la discusión. Siendo la pareja bastante curiosa, decidieron acercarse para poder oír lo que se decían. Aunque, nunca imaginaron que hablaran un tema tan delicado.—¿Ahora me dices que nunca te diste cuenta de lo que yo sentía por ti? —inquirió Laura—, debes ser alguien demasiado lento para no haberlo hecho, ¿acaso eres un retrasado mental?Robert comenzó a enojarse por la forma en la que estaba hablando Laura y sentía que pronto lo sacaría de quicio.—Menos mal te apartaste de Camilo, no imaginas de lo que acabas d
—¡¿Respetarte?! —Flor soltó una carcajada—, ¡eso lo perdiste hace rato!Lorena no soportó más esas humillaciones e hizo que su padre la soltara, pero, para sorpresa de todos, no se abalanzó a Flor. La joven solo se dirigió a su cuarto mientras lloraba.—Ni se te ocurra volver a decir otra vez esas barbaridades —ordenó el señor Durán a Flor—. Como lo vuelvas a hacer quien te va a enseñar a respetar seré yo, ¡¿entendido?!Flor acentuó con miedo mientras arreglaba sus cabellos enmarañados.—Es verdad lo que dijo Lorena, eres una maldita envidiosa que va a morir solterona —dijo Marcela muy enfadada a su hermana.Marcela se dirigió a la habitación de Lorena para averiguar su estado. Sabía que la pobre debía estar hecha un mar de lágrimas por los insultos que
—Ustedes… —dijo Camilo con rostro aburrido— están locos, ¿cómo se les ocurre casarse tan jóvenes?—Bueno, en algún momento lo vamos a hacer, ¿por qué no hacerlo ahora? —respondió Lorena.—El amor es una mierda —soltó Camilo y después bebió un poco de su cerveza.—¿Terminaste con Laura? —inquirió Lorena.—Comienzo a creer que sí —respondió el joven..Laura se despertó aquella mañana con ganas de seguir durmiendo, sentía su cuerpo totalmente cansado y con un terrible dolor de cabeza.—Quédate acostada, estás hirviendo en fiebre —dijo su madre después de tomarle la temperatura.Era lo único que le faltaba, estar enferma por dentro y por fuera. Aunque, hubo algo que nunca imaginó que suced