Cristian estaba bastante enfurecido al ver que Lorena no le contestaba sus llamadas. Sintiéndose humillado por esto, empezó a enviarle muchos mensajes para así atormentar a la joven.
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Lorena, sintiéndose bastante estresada al recibir esa cantidad de mensajes, tomó el celular para ponerlo en modo “silencio”, pero al solo momento de tomarlo, el objeto comenzó a sonar notificando una llamada.
—¡Ay,
La señora Camila llevó su dedo anular derecho hasta su entrecejo mientras cerraba los ojos.—No te darás por vencido hasta que veas a Lorena, ¿cierto?—Así es —respondió Cristian con mucha convicción.La mujer dejó salir un suspiro y bajó su mano de su rostro y lo vio fijamente.—Ya la llamo para que hablen —informó—. Y… ¿después me podrías decir qué fue lo que le sucedió?—Claro —soltó Cristian sonriente.—Lorena está ganada con el novio que consiguió —dijo la mujer después de soltar un suspiro.Lorena estaba hecha bolita en su cama con los ojos hinchados en medio de la oscuridad de su cuarto. En aquel momento su ser estaba desparramado por la habitación sin intención de volver a ser aquella chica alegre y ext
El padre de Lorena se acercó a la habitación de su hija para informarle a Cristian que ya se irían a dormir, llevaba dos horas hablando con la joven, era hora de marcharse. Aunque, al abrir la puerta, se encontró con la sorpresa de ver al chico abrazando a Lorena mientras dormían plácidamente sobre la cama.—Dios mío, pero qué amor —soltó el señor con rostro impresionado.La señora Camila, quien era bastante chismosa, se escurrió hasta estar al lado de su esposo y poder contemplar al par de tortolitos que dormían tranquilamente.—Vamos, vamos, debemos dejar que duerman —susurró la señora emocionada.—Pero, ¿Cristian va a dormir aquí? —inquirió el hombre.—Ya lo está haciendo. Llamaré al señor Vides para informarle la situación, estoy segura que él e
Laura se despertó y rodó su mirada hasta su brazo herido que estaba vendado. Dejó salir un bostezo y después volteó a mirar rápidamente hacia la puerta al escuchar que la abrieron.—¡Ah…! Ya estás despierta —soltó su madre bastante sonriente—. Preparé el desayuno, arréglate y baja.—Sí, ya voy —aceptó Laura mientras bajaba de la cama.—¿Estás segura que quieres ir a clase? —preguntó su madre preocupada—, puedes quedarte hoy en la casa.—No, estamos terminando tema en biología y hoy tenemos un examen de esa materia y no quiero faltar.—Bien —aceptó su madre. Sabía que a Laura no le gustaba que se metieran con sus estudios, en eso era muy decidida.Al ya estar desayunando, la señora no dejaba de reparar a Laura, se veía de p&eac
Laura abrió la puerta de su casa y se sorprendió cuando vio a Lorena extenderle una enorme sandía.—¡Lorena! —exclamó la joven.—¡Soy una tonta, perdón! —se disculpó la joven.La madre de Laura se asomó para ver quién era y llevó una mano a su boca al notar la enorme sandía que tenían las manos temblorosas de Lorena.—¡Es mejor que la recibas, ya no puedo más con ella! —avisó Lorena.La madre de Laura corrió a ayudarle a la joven con la fruta.—¿Quién pide disculpas trayendo una fruta? —preguntó la mujer con tono de burla.En aquel momento vieron un auto estacionarse frente a la casa y del interior bajó Sasha con una canasta de frutas.—Creo que está de moda pedir disculpas con frutas —soltó Laura mirando fijament
Las clases comenzaron como cualquier día, solo con la excepción de que varias personitas en aquel lugar tenían historias que querían correr a contarse cuando se les diera la oportunidad.Estaban en medio de un examen y Cristian se encontraba estresado al ver que no tenía ni la más mínima idea de qué responder. Lentamente volteó a ver a Camilo que estaba muy concentrado respondiendo.Se sorprendió al ver que Camilo se levantó de su puesto y caminó hasta el escritorio del profesor y le pasó al maestro su examen.Cristian quedó perplejo, ¿tan rápido respondió todas las respuestas? Bajó a ver su examen y vio que todo estaba en blanco. Y ni esperanza de poder escribir algo que no fueran estupideces.“Escriba cuáles son los ciclos de la célula eucariota” leyó. Cristian llevó una mano a sus labios y
Era viernes por la tarde y Lorena terminaba de hacer algunos trabajos acompañada de Cristian y Camilo.—Aun no entiendo para qué me va a servir ese tema de la época victoriana para administrar una empresa —soltó Cristian y después dejó salir un suspiro.—No es malo saber un poco de historia —explicó Lorena mientras grapaba unas hojas.—Lorena tiene razón —opinó Camilo.Cristian hizo un gesto de desagrado y después soltó un bostezo.—Esto me dio hambre —masculló Cristian, aunque sus dos amigos lo escucharon—. Ya que hoy es viernes y mañana no debemos ir a clases —desplegó una sonrisa mientras veía a Lorena—, ¿qué te parece si vamos a mi casa y hacemos lo que acordamos la ves pasada?—¿Cuál vez pasada? —indagó Lorena alzando la m
Lorena mordió su labio inferior y volvió a mirar a Cristian.—Creo que sí, y el pantalón que traigo ahora es blanco —informó la joven.Cristian bajó su mirada hasta poder ver las piernas de Lorena y se dio cuenta que era como contaba la chica.—Pero, si sabes que estás en tus días, ¿para qué te pones ese tipo de color? —regañó.—No, yo no lo tenía, me llegó ahora mismo.—¿Y cómo harás?—No lo sé —Lorena comenzó a comerse las uñas de su mano derecha.Cristian comenzó a quitarse la chaqueta que traía puesta y se la pasó a la joven.—Amárratela alrededor de la cintura —explicó.Lorena reparó la chaqueta mientras se ruborizaba y después alejó un poco su espalda del espaldar
Lorena llegó a su casa acompañada de Cristian. La vivienda estaba completamente sola y eso alivió en gran manera a la joven.Hizo que Cristian pasara, bueno, él mismo tomó ese crédito. Para ese tiempo él ya sentía que esa era su segunda casa.—Ve y cámbiate, voy a preparar algo, ¿qué te gustaría comer? —dijo Cristian.Lorena ya estaba acostumbrada a que el joven actuara de esa manera en su casa.—Unos sándwiches estarían bien —respondió Lorena.—Perfecto, ¿gaseosa o jugo natural? —Cristian llevó sus manos a su cintura.—Jugo natural, por favor, sabes que muy poco me gusta la gaseosa —contestó Lorena.Cristian respingó un poco sus cejas.—Eso es de un tiempo para acá, porque antes te morías por tomar gaseosa —soltó Cri