-¿Ya nos dirás que es?- pregunta mi madre impaciente.
La velada esta noche se ha convertido en una apuesta, mis padres han decidido estar en Barcelona hasta que sea el nacimiento. Me encontraba en el séptimo mes. Todos han deseado saber que será, lo supe hace un mes pero no he logrado decírselo a nadie, solamente lo sabe Caleb debido a que se encontraba acompañándome en ese momento. Quería que todos estemos en una reunión como la de ahora, a excepción de sus otros abuelos y su papá. Los padres de Colín habían sido invitados pero por motivos de trabajo, no pudieron asistir.Mis padres al enterarse sobre mi situación delicada, han decidido estar a mi lado hasta que mi bebé naciera. Mi padre volverá a California en una semana, mientras que mi madre se quedara conmigo hasta el final del embarazo.-Ya dinos de una vez.- habla con emoción Lily desde el otro lado de la mesa.En esta noche, nos encontrábamos en la casa de Caleb quienVolvamos a estar juntos... a ser una familia.Dos meses después.El día había llegado, las contracciones comenzaron en la madrugada. Al principio eran leves pero con los segundos se fueron intensificando. Comenzaba a ser una molestia. Lily entro en pánico, comenzó a gritar por todo el departamento logrando que Olivia y Tom despertaran. Olivia entro a la habitación junto a Tom, este no dudo en llamar a mi mamá. Olivia se acerco a mi armario y tomo el bolso que estaba ordenado con la ropa y algunas cosas para mi bebé, todo para este día. Contaba con varias vestimentas, un biberón, pañales, chupete, entre otras cosas.Hoy tendré entre mis brazos a mi niña. Lily vuelve a la habitación y comienza a buscar con desesperación algo.-¿Donde demonios esta el bolso?- comienza a tirar las cosas del armario.-Aquí está.- habla Olivia.- Debes calmarte.-Caleb vendrá en un momento.- entra Tom de nuevo a la habitación.Un grito escapa d
Las primeras horas han sido las mas felices de toda mi vida. Los chicos han regresado, pero esta vez con muchos regalos y flores. Mi madre se encargo de la bebé unos minutos en lo que almorzaba. -Llegaron al aeropuerto.- habla Tom. -¿Quién?- pregunto ocultando mi entusiasmo. -Ambos, tu padre y ellos.- responde.- Vendrán directo hacía aquí. El rasgo de esperanza aún se mantiene en mi corazón, es como aquel sentimiento cuando logre admitir que lo amaba... amor. Los nervios y la emoción, los cosquilleos en el estomago. A quien voy a engañar, aún lo amaba pero por el momento no podíamos funcionar. Sería difícil para ambos. Los minutos pasan, todos nos inmovilizamos al escuchar que alguien toca la puerta. Mi madre se acerca para abrirlo, mi padre entra con flores y regalos. Su felicidad es tan inmensa que comienza a llorar al verme. Se acerca, besa mi frente mientras me felicita. A un costado de mi cama, en una cuna se
-Bienvenidas de regreso.- habla Lily mientras abre la puerta del departamento.- Saliste siendo solo tú pero regresas con ella en brazos.- se emociona. Estaba toda la sala decorada con globos rosas y blancas junto a un cartel de Bienvenidas a casa. Alana se remueve entre mis brazos. Colín se coloca a un lado mío mientras observa todo a su alrededor. Olivia sale de mi habitación y se acerca con una gran sonrisa. -Pueden ver su habitación.- habla Olivia una vez que esta delante nuestro. Camino hacía mi habitación, al entrar veo como todo esta ordenado. Mi cama en el otro lado de la habitación y la cuna de Alana a un lado de este. Un mueble con cambiador, algunas decoraciones como juguetes y peluches sobre este mismo. En su cuna, había una manta blanca con estrellas doradas, pequeñas almohadas y en un extremo había un oso de peluche. A un lado de mi armario estaba un cochecito muy completo. Incluía un moisés y una butaca huevito. Sobre mi cama ha
Comienzo a tranquilizar los llantos de Alana, no ha dejado de llorar en toda la noche. Eras las 4 am, hice todo lo que creí que podría ser. La cambie, intente darle de su biberón pero lo rechazo con un desgarrador grito. Quisiera entender por que llora tanto, mi desesperación y angustia comenzaba a crecer en mi interior. Colín entra a la habitación, se acerca preocupado y se sienta a mi lado.- ¿Esta bien?- niego mientras intento calmar su llanto. -No ha dejado de llorar, algo le sucede pero no lo entiendo. Ya hice todo, pero no ha parado de quejarse.- respondo con frustración. -¿Puedo cárgala?- pregunta a lo que asiento. La toma, se levanta de mi lado y comienza a caminar por toda la habitación mientras susurra. Su llanto no ha cesado pero el tono fue disminuyendo.- Leí que esto ayuda a que logre dormirse. -Esta funcionando.- respondo con cansancio. -Puedes descansar, me quedare con ella hasta que se haya dormido.- habla.
-No puedo creerlo.- grita Lily con emoción.- Es en unas horas, deberías comenzar a buscar algo de ropa para esta ocasión.- mira el reloj en su muñeca mientras se levanta del sofá. -Déjala tranquila. La volverás loca.- Axel intenta detenerla pero esta es mas rápida y se libera de él. -Nosotros te ayudaremos, puedes arreglarte tranquila mientras cuidamos a Alana. Y no te preocupes, nosotros nos quedaremos con ella toda la noche.- hace énfasis en toda la noche. -Pensaba en ir con mi hija. No quiero molestarlos. -No es molestias, sería fantástico quedarnos una noche con Alana.- Alex la toma en brazos mientras la hace reír. -Esta bien.- digo no muy convencida. Al salir del baño luego de tomarme una ducha, me encuentro con Lily en mi habitación. Deja su teléfono sobre la cama cuando me ve entrar. -Ponte esto. Es lindo.- me lanza mi ropa. -Te estas emocionando demasiado.- digo mientr
4 años después... -Mami.- Alana salta a mis brazos. La alzo y comienzo a llenarla de besos mientras ella ríe. Mi bebé ya tenía 4 años, empezó a ir a una escuela infantil mas conocida como el Kínder. Es una niña muy lista y carismática, todos los días están llenos de sorpresas junto a ella. Se ha convertido en mi mejor pasatiempo, y estoy segura de que también lo soy para mi niña. Los primeros años juntas han sido los mejores y debo admitir que en algunos momentos fue difícil también; como por ejemplo, los primeros cólicos, sus primeras enfermedades, los berrinches que he aprendido a sobrellevar, entre otros más, pero sigue siendo difícil en algo que aún no he logrado manejarlo bien... las preguntas sobre su papá. No he escuchado noticia alguna de el y sus padres. Es como si fueron esfumados de la tierra. Al principio Colín mantuvo contacto todos los días hasta que Alana cumplió dos años, no estuvo presente. Decidí no pensar tanto en eso ya qu
—¡Abuela!— Alana corre a los brazos de mi madre una vez que la visualiza en la entrada del aeropuerto. Decidimos tomarnos unas vacaciones después de muchos años, Lily fue mi acompañante esta vez. Me acerco junto a mi amiga hacia mi hija y mi madre. La saludo con un cálido abrazo, Lily imita mi acción una vez que me separo de ella. —Las extrañe mucho.— dice con una gran sonrisa, sus ojos brillan. —Nosotras también mamá.— tomo su mano. Salimos del aeropuerto y nos subimos al auto una vez que subimos las maletas en el vehículo. —¿Como han estado?— pregunta mi madre mientras maneja. —Bastante bien, trabajando mucho.— responde Lily. —Mi mami y yo hemos estado bien, hice muchos amigos en el kinder.— habla Alana con mucho entusiasmo. —Me alegro mucho por ti mi cielo.— voltea a verla con una sonrisa.— ¿Como están Caleb y Tom? —Caleb volvió a Inglaterra, piensa en mudarse a España en unos meses. Y Tom s
Al llegar a casa, subo las escaleras con Alana en mis brazos. Estaba muy dormida, no quise despertarla. Durante la tarde jugo mucho con su abuela, ambas conversaron de tantas cosas que ya ni recuerdo la mayoría. Recorrimos toda la ciudad, llegamos a la conclusión de que el parque que estaba en frente de la heladería se habría convertido en su sitio preferido. Pasaron tantas horas juntas que perdimos la noción del tiempo y ya había anochecido. Supuse que Lily se quedaría en casa de sus padres esta noche. Recuesto a Alana suavemente en la cama mientras le quito con cuidado sus zapatos evitando que se despertara. Una vez que logró cambiarle de ropa por su pijama, salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina. Encontrándome con mi madre, solo tomo un vaso con agua para luego sentarme a su lado.—Te hemos extrañado mucho por aquí. Se sentía muy vacía y grande la casa.— comienza a hablar mi madre.— ¿Quien diría que tu vida fuera a cambiar tanto en seis a