4 años después...
-Mami.- Alana salta a mis brazos. La alzo y comienzo a llenarla de besos mientras ella ríe.Mi bebé ya tenía 4 años, empezó a ir a una escuela infantil mas conocida como el Kínder. Es una niña muy lista y carismática, todos los días están llenos de sorpresas junto a ella. Se ha convertido en mi mejor pasatiempo, y estoy segura de que también lo soy para mi niña.Los primeros años juntas han sido los mejores y debo admitir que en algunos momentos fue difícil también; como por ejemplo, los primeros cólicos, sus primeras enfermedades, los berrinches que he aprendido a sobrellevar, entre otros más, pero sigue siendo difícil en algo que aún no he logrado manejarlo bien... las preguntas sobre su papá.No he escuchado noticia alguna de el y sus padres. Es como si fueron esfumados de la tierra. Al principio Colín mantuvo contacto todos los días hasta que Alana cumplió dos años, no estuvo presente. Decidí no pensar tanto en eso ya qu—¡Abuela!— Alana corre a los brazos de mi madre una vez que la visualiza en la entrada del aeropuerto. Decidimos tomarnos unas vacaciones después de muchos años, Lily fue mi acompañante esta vez. Me acerco junto a mi amiga hacia mi hija y mi madre. La saludo con un cálido abrazo, Lily imita mi acción una vez que me separo de ella. —Las extrañe mucho.— dice con una gran sonrisa, sus ojos brillan. —Nosotras también mamá.— tomo su mano. Salimos del aeropuerto y nos subimos al auto una vez que subimos las maletas en el vehículo. —¿Como han estado?— pregunta mi madre mientras maneja. —Bastante bien, trabajando mucho.— responde Lily. —Mi mami y yo hemos estado bien, hice muchos amigos en el kinder.— habla Alana con mucho entusiasmo. —Me alegro mucho por ti mi cielo.— voltea a verla con una sonrisa.— ¿Como están Caleb y Tom? —Caleb volvió a Inglaterra, piensa en mudarse a España en unos meses. Y Tom s
Al llegar a casa, subo las escaleras con Alana en mis brazos. Estaba muy dormida, no quise despertarla. Durante la tarde jugo mucho con su abuela, ambas conversaron de tantas cosas que ya ni recuerdo la mayoría. Recorrimos toda la ciudad, llegamos a la conclusión de que el parque que estaba en frente de la heladería se habría convertido en su sitio preferido. Pasaron tantas horas juntas que perdimos la noción del tiempo y ya había anochecido. Supuse que Lily se quedaría en casa de sus padres esta noche. Recuesto a Alana suavemente en la cama mientras le quito con cuidado sus zapatos evitando que se despertara. Una vez que logró cambiarle de ropa por su pijama, salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina. Encontrándome con mi madre, solo tomo un vaso con agua para luego sentarme a su lado.—Te hemos extrañado mucho por aquí. Se sentía muy vacía y grande la casa.— comienza a hablar mi madre.— ¿Quien diría que tu vida fuera a cambiar tanto en seis a
—Solo habla con el... debes decirle todo lo pasa dentro de ti. Como te sientes, no lo reprimas Blair.— me mira a través del espejo.— Algo dentro de ti comenzara a emporar. —Lo se Lily, no debes mencionarlo siempre. Es solo que es difícil, durante todos estos años... en mi mente parecía ser fácil. Que nos volveríamos a encontrar, que el sentimiento ya no iba a estar tan fuerte como antes.- suspiro con pesadez.— ...pero sigue aquí. —Entonces aclara tus dudas.— voltea a verme. —No es tan sencillo.— me defiendo.— Me dejo sola por muchos años, y pensé que con Alana no seria lo mismo. Pero lo fue, cada vez que ella preguntaba por el solamente esquivaba la conversación. Porque como le explico a una nena de cuatro años que su papá no había vuelto a preguntar por ella, es
—Mami.— Alana corre a mis brazos luego de salir del departamento de Lily. La alzó y planto un beso en su mejilla.— ¿Cómo estas cariño? —Bien. Jugamos mucho con la tía Lily. Su departamento es muy lindo y tenía mucho juguetes.— comienza a contarme todo lo que hicieron en la noche.— Comimos pizza y luego vimos películas. —Puedes traerla de nuevo cuando quieras.— habla Lily una vez que llega a nosotras. —Gracias. Debemos ir a la casa de la abuela Sara, quiere pasar unas horas contigo.— le digo a Alana. Luego de despedirnos de Lily, dejo a mi hija en su silla en el auto. Coloco el auto en marcha hasta una heladería, la heladería que se había convertido en su lugar f
La primera semana transcurrió más rápido de lo normal. Alana estuvo con su papá dos días seguidos en lo que yo pase el tiempo con mi madre. Lily ha decidido en quedarse en su departamento, no quería ser una molestia. —¿Estas lista?— Caleb entra a mi habitación.— Que linda.— lo escucho hablar en un susurro. Me doy una última observada en el espejo y me dirijo hacia el. —Lista.— sonrió mientras tomo su mano. Salimos de mi habitación y nos dirigimos a la sala. Encontrándome con mi madre y Alana jugando. —Estas hermosa.— me dice mi madre mirándome de pies a cabeza. —Si mami.— Alana corre a mis brazos y la tomo.
—Ya la pueden llevar a casa.— el doctor nos entrega los papeles para firmar el alta médica de Alana. Lo firmamos con Colín y se entregamos. —Muchas gracias doctor.— digo mientras tomo mi bolso. Colín toma a Alana en sus brazos, aún dormía. Salimos del hospital y con cuidado la coloca en su silla sin que se despierte. Colín se había ofrecido a llevarnos a casa, nos subimos al auto y lo pone en marcha. Hubo un silencio que de a poco fue convirtiéndose incómodo. Tal vez porque el no esperaba que Caleb sea el hombre o simplemente algo sucedía en su cabeza. —¿Ya son pareja?—Colín rompe el silencio. Su voz sonaba distinto y su cuerpo estaba tenso a mi lado. —Aun no.—
—¿Como esta la chica mas linda del mundo?— llega Caleb a mi lado, plantando un beso en mi mejilla ocupa el asiento vacío a mi lado. Si, luego de varios años de consideración, decidí corresponder los sentimientos de Caleb. Me ha dado miles de motivos para estar a su lado pero no me atrevía a corresponder. Creyendo que lo lastimaría, que nos haría daño. Pero eso no será así, ambos nos esforzaremos para que esto funcione. —Muy bien.— le regalo una sonrisa. Alana al vernos se acerca corriendo. —Caleb.— la subo a mis piernas. —Princesa. —Ahora que eres el novio de mi mamá, ¿Como debería llamarte?— se detiene a pensar.— ¿Papá?
Un mes despues... Los comienzos de la vida siempre fueron la luz y motivos para seguir. A veces cuando sentía que ya no tenia sentido esta vida o el siquiera despertar todos los días y sentir los pesos en encima, las cargas... era difícil continuar. Pero ahora, puedo decir que mi vida vuelve a comenzar. No solo tuvo sentido el dia que nacio Alana sino tambien cuando senti que no estaba sola, ahora todo eso es para siempre. Todas aquellas personas son la razón de mi vida. —Te tengo una sorpresa.— habla Caleb detrás de mi. —Que nervios.— respondo emocionada. —Primero debes vendarte los ojos.— me tiende una tela para luego colocarlo sobre mis ojos. Tomo su mano mientras este me guia el camino, siento la arena en mis pies. Caminamos hasta que logro escuchar las olas de cerc