03

Me desperté como un día normal, hice mi rutina diaria antes de empezar a prepararme para salir. Hoy vendría Colín por mi, entonces decidí ir a ducharme y ponerme algo decente, ya que estaba toda sudorosa.

Iba bajando cuando escucho que alguien toca la puerta, la abro y me encuentro con él esperándome, salí y me acerque para saludarlo. Entramos al auto y este empezó a manejar.

—¿A donde vamos?— pregunte curiosa.

—Ya sabrás solo espera a que lleguemos.

Decidí no hacer mas preguntas y mirar por la ventana el paisaje, era muy hermoso el lugar por donde estábamos yendo, había muchos árboles de todo tipo. Luego de casi una hora llegamos a una cabaña un poco alejada de la ciudad. Era muy linda, en medio de la nada. Solamente estaba rodeada por el ruido del viento en las hojas y por la tranquilidad.

—¿Por qué estamos aquí?— pregunto mirando a mi alrededor.

—Pensé que seria buena idea que nos quedemos aquí por el fin de semana ¿Qué te parece?

—Esta bien.

Entramos a la cabaña y todo era muy rústico, era muy hermoso, tenia unas ventanas muy grandes dejando ver a toda la naturaleza. De verdad era muy lindo todo.

—¿Qué haremos?— pregunte después de recorrer toda la cabaña.

—¿Qué quieres hacer?

—¿Podemos ir a comer o preparar algo aquí?— pregunte ya que tenia hambre.

—Cocinamos algo ahora y en la noche te invito a cenar.— dijo con una sonrisa ladina.

No entendía el porque era tan amable conmigo lo ultimo que recuerdo de el es que estaba aun mas disgustado que yo por la noticia de casarnos. Pero ahora... es un repentino cambio.

—Esta bien.

Terminamos de cocinar y nos toco limpiar todo ya que Colín solo se dispuso a hacer desastre mientras yo cocinaba.

Estaba en la sala aburrida cuando de repente se me ocurrió salir a fuera a tomar aire.

Estaba sentada en una banca cuando siento que Colín se sienta a mi lado. El no es como me lo imagine, después de lo sucedido empezó a ser mas atento conmigo, y se que le prometí a su madre quererlo pero no creo que sea adecuado enamorarme del chico con quien hay un gran contrato de por medio, es difícil sentir algo cuando siempre tienes eso en mente.

—Ven, sígueme.— yo solo asentí y lo seguí.

Habíamos llegado a un pequeño lago, me senté en el puente y metí mis pies en el agua, él hizo lo mismo y nos quedamos así por un largo momento hasta que se empezó a oscurecer.

—Colín deberíamos ir a la cabaña ya se esta haciendo de noche.— dije para luego levantarme.

Cuando llegamos, me fui a mi habitación para ducharme. Al salir de mi habitación vi a Colín esperándome para salir a cenar.

—¿Estas lista?— dijo para luego tomar mi mano. Me sorprendió demasiado su acción, intente quitarla pero me agarro con mas fuerza.

Habíamos llegado a un restaurante acogedor y lindo. Colín me dijo que ordenara lo que quisiera y cuando terminamos de comer pago la cuenta, nos fuimos a caminar por un parque que estaba cerca.

—¿Que opinas acerca de este matrimonio?— pregunto.

—Tengo la sensación de que habrá un giro inesperado, después de todo es solo un contrato por un año.— responde mientras seguíamos caminando.— Por lo que ni bien finalice este contrato, ya no nos volveremos a ver.

—¿Cual crees que será el giro inesperado?

—Que uno de nosotros se enamore del otro.

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