Las horas continúan corriendo y con ello el día, he visto dos veces caer la noche por lo que debo llevar aquí dos días, esperaba que Madeleine avisará a James, pero quizás este no la escucho o no la quiso recibir. Ella me explico que debido a su profesión no era muy bien vista.Creo recordar que me dijo que ofrecía sus servicios a los caballeros. No quise preguntar pero creo que tiene que ver con cosas de alcoba. A veces pienso que vivir casi enclaustradas con papá, nos ha hecho ignorantes e inocentes hay tantas cosas que desconocemos del mundo real.Hasta hace un rato no quería rendirme, una vez leí que se puede sobrevivir sin agua entre tres y cinco días.Así que si mañana no salgo de aquí es probable que no aguanté mucho más.La puerta se abre, levanto un poco la cabeza y veo como me lanzan un cubo de agua helada, comienzo a tiritar, escurro el agua de mi ropa y la bebo, ahora que no moriré por eso seguro que lo hago por las fiebres.— Esto no lo puedo consentir, creerme cuando dig
🔞🌡️🔥Cojo el camisón que Madeleine me ha traído hace un rato, he pedido al cochero que la lleve hasta su casa ya que no deseo que le suceda nada malo por el camino.Lo cojo entre mis manos y puedo observar que es casi transparente, ella lo llevo en su noche de bodas y después su hija, me ha asegurado que esta lavado. No es estoy preocupada por eso, se que no me regalaría nada sucio o en mal estado. Es casi como una reliquia familiar por lo que siento miedo de dañarlo. Me lo pongo y me miró en el espejo, recojo mi pelo y pongo una gotita de perfume detrás de mis orejas.Estoy tan nerviosa, no sé si voy a ser capaz de hacer todo lo que me ha dicho pero al menos lo voy a intentar.Me siento en el pequeño sofá y lo espero cerca del fuego.Tras unos minutos la puerta se abre, volteo mi cabeza y veo como está desnudo de cintura para arriba.— Qué haces aún despierta?—— Te esperaba— respondo de manera sugerente.El se acerca hasta mi posición, me levanto y me situo frente a él, acarició
Me levanto de la cama y veo la cama manchada de sangre, no tengo tiempo a cambiar las sábanas cuando las chicas vienen a arreglar el cuarto, se miran entre ellas sonriendo.Es tan vergonzoso que todo el mundo se tenga que enterar de lo que sucedió anoche. Estoy hecha polvo me duele hasta el último pelo de mi cabeza y y no digo nada de ahí abajo.Bueno al menos me contaron que solo se hace una dos veces al mes.Cuando voy a vestirme llega Madeleine y está me ayuda a colocarlo, también cepilla mi cabello y lo recoge.Le digo que no es necesario, pero responde que para eso le pago. Así que no puedo hacer otra cosa que no sea sonreírle.— Qué tal la habitación? Esta a tu gusto porque si no lo está, la puedo cambiar.—— Es más de lo que merezco tenemos espacio de sobra para los dos, nunca antes en mi vida tuve un cuarto tan grande—— Y el niño? No recuerdo su nombre, lo siento—— Fred se ha quedado dentro, cuando termine le subiré algo para desayunar, si te parece bien—Asiento con la cabe
Han pasado tres días y el no me ha vuelto a tocar, me besa y me deja alguna que otra caricia pero se queda en solamente eso.Ya no siento ninguna molestia ahí abajo pero no se lo he hecho saber, maldita vergüenza y pudor. He hablado con Madeleine sobre esto y me ha dicho que es normal que desee yacer con mi esposo y sí además es un hombre como el mío con más razón todavía si cabe.Aún me siento insegura por mi aspecto el y Madeleine me recuerdan todos los días lo equivocada que estoy. Quizás aquí o en Londres no se sea el estereotipo de mujer que se lleva, mi piel no es tan pálida, mi pelo y mis ojos no son claros, está claro que aunque yo creía ser más parecida a mi padre no lo soy. Soy una belleza española como un día lo fue mi madre o eso es al menos lo que le dicen.La navidad está próxima por lo que el duro invierno no tardará en llegar.Hoy es jueves y he decidido dar el día libre a toda la servidumbre incluida Madeleine. Quiero que James pase un día especial, ayer por casualida
Después del desayuno acompañamos a Madeleine y a Fred hasta el parque, más tarde pasaremos a recogerlos.James decide ir paseando ya que el museo no está demasiado lejos de la casa Pasamos dentro las tres mejores horas de mi vida, he disfrutado tanto que estoy eufórica, en mi felicidad he olvidado que James se ha debido aburrir como una ostra, pero este no se ha quejado ni una sola vez.Cada vez que quería ir a ver otra cosa este me ofrecía su brazo y la mejor de sus sonrisas.Salimos del museo cogidos del brazo, recuesto mi cabeza sobre su pecho, quién me hubiese dicho hace unos meses que podría llegar a ser tan feliz.— James vamos a buscar a Madeleine y a Fred—— No todavía tenemos tiempo para una cosa mas— dice sacando el reloj de su bolsillo.— A dónde vamos?—— Es una sorpresa, pero no te aflijas ya estamos cerca—Llegamos hasta un edificio bastante antiguo este tiene un pequeño escaparate. En el se hayan unos cuantos ejemplares clásicos.James abre la puerta y me invita a pasa
— Edwin Cárdigan, Barón de Trelew—Madeleine me entrega un papel y salimos de ese edificio, ni siquiera se dónde hemos estado las últimas dos horas. Estoy en shock.Leo el papel y veo que es una dirección, se la indico al cochero y este nos lleva hacia allí.Bajamos del carruaje y llamo a la puerta. A nuestro encuentro sale un hombre bastante mayor, se ve que está adormilado. Con las prisas no le me he dado cuenta de que ya medio Londres debe de andar durmiendo.— Qué desean y a estas horas— dice con un acento muy marcado y visiblemente molesto por las horas.— Estoy buscando a Lord Edwin, necesito hablar con el con premura—— Y no puede esperar a mañana—— No por supuesto que no, usted cree que si no fuera importante vendría a estas horas—El frunce el ceño y sigue parado en la puerta.— Cómo la debo anunciar?—Estoy apunto de responder por Isabel Duncan pero ahora que lo recuerdo el no asistió a mi boda por motivos de trabajo, así que igual hasta desconoce el apellido de mi esposo.
Hace algo más de una semana que regresamos y aunque dicen que la distancia y el tiempo curan el corazón. El de James no es el mismo, sigue siendo tan cariñoso y amable como siempre pero a menudo lo noto distante y absorto en sus pensamientos.Madeleine contacto con ese señor en el pueblo, para mi propia protección no le dijo quién era la que pagaba. Su trabajo era simple vigilaria a Ingrid durante una temporada y recabaría todos sus trapos sucios y cada uno de sus movimientos.Semanalmente le comunicaria a Madeleine sus averiguaciones y a partir de ahí. Tomaría medidas. Aunque ya tenía algo en mente, nunca pensé que dentro de mi se pudiese albergar tal odio e inquina.La semana de Navidad estaba cerca, la hermana de James y su madre vendrían a casa a pasar las fiestas, deseaba conocer a mi cuñada y que está fuese como una de mis hermanas. A mi suegra bueno... simplemente la ignoraria, aunque no me gusta el rencor esta nueva yo no permitira ninguna humillación más.Madeleine acaba de
Nos levantamos temprano ya que queremos comprobar que los caminos son transitables, gracias a Dios está ha sido la primera nevada del invierno pero no ha cuajado lo suficiente para abnegar los caminos.Desayunamos junto al resto de invitados con la excepción de la recién casada, su recién estrenado marido la ha dejado descansar, alegando que ayer fue un día demasiado cansado y estresante para ella.Un escalofrío recorre mi cuerpo, siento lastima por ella y sé que no debería, pero ella sola se lo ha buscado. Terminamos de desayunar y salimos a caballo.El aire es más frío si cabe, que ayer pero me consuela pensar que pronto estaré sentada cerca de la chimenea.Llegamos a la casa y Madeleine se encarga de que preparen sendos baños calientes.Me introduzco en la bañera y el olor de las esencias me provocan una arcada.— Qué esencias has añadido al baño Madeleine?—— Aceite de romero y lavanda—— Son demasiado fuertes, la próxima vez por favor no las pongas—— Entiendo, Isabel cuándo tuvi