— Aún no se lo has dicho?—— No, se lo diré la mañana de Navidad ese será mi regalo, tu crees que estará feliz?—— Y por qué no debería estarlo? Ya te adelanto que lo estará— responde Madeleine sonriendo.— Señora acaban de llegar dos carruajes— dice una de las chicas del servicio interrumpiendo nuestra pequeña conversación.Estás deben de ser mi suegra y mi cuñada, James ha salido al pueblo por lo que me toca recibirlas a mi, bajo hasta la planta baja y salgo hasta la entrada de la casa, allí veo como baja mi suegra y detrás de ella aparece una mujer rubia con un niño entre sus brazos. Unos pasos por detrás un hombre moreno les sigue el paso.— Isabel te veo muy bien, me alegro que hayas dejado de usar ese horrible vestido gris—Creo que no lo ha dicho con maldad, más bien creo que ella es así. Por lo que decido sonreír.— Soy Ari, bienvenida a la familia hermana— dice la rubia acercándose a mí y dándome un abrazo.— Encantada— respondo bajito.— Y mi hijo no lo veo por aqui—— Ha id
Este capítulo será narrado bajo el punto de vista de James... Este narrará varios episodios de su vida junto a Isabel.Estamos a punto de llegar a esa maldita casa, es la primera vez que vengo por estás tierras y también creo que será la última.Mañana se celebrará mi matrimonio, un matrimonio que no deseo y el cual aborrezco pero al que no me puedo negar.Nunca entenderé las razones de mi progenitor para unir mi vida con la de una mujer que no he visto en mi vida y a la cual desconozco totalmente.Aún así por mi apellido y el legado de mis antepasados es algo que debo cumplir.Bajo junto a mi primo del caballo, mientras madre baja del carruaje.Un señor mayor el cual imagino que es el cabeza de familia se sitúa en la entrada de la casa junto a tres jovencitas.Una de ellas debe de ser mi prometida, la primera es castaña de ojos oscuros. No posee curvas marcadas y para nada caderas generosas, la segunda es más redondeada de cabellos dorados y piel más clara y la última debe de ser la
Condado de Sussex 1866Los meses pasaron y con ello llegó el nacimiento de nuestro primogénito, no podía creer que mi esposo se colará en la habitación y se desmayara durante mi parto.Aún con eso y un buen golpe en la cabeza fue el mejor día de su vida, mi pequeño James vino al mundo para cambiarlo.Un bebé tan parecido a su padre que hasta se podría dudar de mi propia maternidad, menos mal que hubo testigos de que yo lo traje a este mundo y aunque el bebé no se pareciese en nada a mí lo que de verdad me importaba era que estuviese sano.Un mes después de su nacimiento tuve que enfrentarme al peor de los enemigos! un marido y un padre sobreprotector.Dos semanas tardamos en llegar hasta casa de mi padre, en múltiples ocasiones llegué a dudar de llegar a tiempo a la boda de Mary. Yo que decidí salir con tiempo para poder pasar unos días más a su lado y gracias a este cavernícola llegamos el día de antes de la boda.He de decir que me sorprendió la reacción de mi padre al llegar, este
Cómo podría haber si quiera imaginado que de verdad mi sueño de viajar a Francia se haría realidad. Pero de la peor manera posible, Nunca más volvería a Inglaterra y por ende no volvería a ver a mis hermanas...Escuchar aquellas palabras de boca de mi cuñado partieron mi alma en dos, no solo tendría que casarme con un hombre que podría llegar a ser mi padre, sino que también dejaría mi país.Después de hacer todos los preparativos para la cena, nos cambiamos los vestidos y bajamos al comedor.La cena se está desarrollando con cordialidad aunque mi prometido es parco en palabras, sus padres son muy agradables, todos disfrutamos de la conversación excepto Isabel, si se hubiera esforzado un poco más con el francés ahora lo hablaría y lo entendería perfectamente. En cambio no hace más que poner muecas y jugar con la comida.Después de cenar no me quedo abajo, en cambio subo a mi habitación y me acuesto, soy incapaz de dormir en unas horas mi vida cambiará y yo no tengo opinión en esto. Y
Pasamos por un bonito pueblo o al menos debe serlo con más iluminación. El cochero se detiene y le informa al señor que hemos llegado.Bajo del carruaje y le pregunto al cochero dónde nos encontramos.Eguisheim ese es el pueblo donde vamos a vivir y aunque no puedo negar que es bonito siempre soñé con vivir en la capital. París...Pasamos al interior de una pequeña mansión, la decoración es totalmente diferente a la que estoy acostumbrada pero aún así es muy bonita, sobria Pero bonita.Pierre me presenta a todo el servicio, estos me hacen una reverencia, yo solo soy capaz de dedicarles una sonrisa.— Tendrían la amabilidad de indicarme cuál es mi dormitorio—Ellas de miran entre si, pero se quedan calladas.— Suban sus cosas al principal— dos de ellas agachan la cabeza y obedecen, la tercera me mira mal o eso es lo que creo apreciar.— Mary, verdad?—Es en serio, se ha casado conmigo y no tiene claro cuál es mi nombre, con lo inteligente que es, ni siquiera se ha tomado la molestia de
Despierto sudorosa, tengo mucho calor... Abro los ojos y veo que tengo un brazo suyo y una de sus piernas por encima de mi cuerpo.Cómo puedo me lo quito de encima. Esto es vergonzoso voy a intentar borrarlo de mi mente.Me levanto y entro en el baño, una vez he terminado escucho pasos en la habitación, coloco mi bata y vuelvo a la cama.El se está vistiendo, no puedo ver mucho pero sí su espalda ancha y musculosa. Esa visión despierta en cosquilleo en mi estómago.— Baja a desayunar temprano a mis padres les agradas, aunque desconozco la razón—— Que usted no me soporte no significa que todo el mundo lo haga! Ni siquiera me conoce y ya me esta juzgando— respondo acalorada y de manera rápida.El se voltea sonríe y niega con la cabeza para después salir de la habitación.Señor mío voy a tener que buscar a un sacerdote para confesar todos mis pecados, nunca en toda mi vida había pensado tantas maldiciones y menos las había verbalizado.Me levanto cuando Lucía toca a la puerta, hoy no te
Me despierto y ya no está en la cama, eso me produce alegría, no tengo ganas de tener que lidiar con sus celos infundados. Y sólo los llamo celos porque así es como me lo ha explicado Lucía.Pero no pueden ser celos ya que él no me ama, tiene que ser otra cosa, pero aún no se ponerle nombre. Hoy me pongo un vestido verde igual que el de ayer, voy a ir al pueblo y voy a encargar un par más, me gusta mucho más la moda francesa que la inglesa, el único problema es que deja a la vista un poco más de piel.— Y el señor?—— En su despacho—Asiento con la cabeza y me dirijo hasta la puerta, una vez allí parada toco tres veces.— Adelante—— Buenos días vengo a informarle de mi salida al pueblo—Voy a salir por la puerta, cuando él me detiene con su voz.— Espera te acompaño —De todas las respuestas posibles esta nunca la hubiese imaginado, le pide a Lucía que se quede en la casa y yo simplemente soy incapaz de hablar.Mientras viajamos en el carruaje me fijo en su rostro, en su cabello, en
El doctor ha venido a visitarme, me ha recetado un tónico que debo tomar si el dolor persiste, bueno al menos ya lo tengo por si me sucede de verdad.Esa noche Pierre no durmió en mi cama lo que me llevo a pensar en que quizás lo hiciera en la cama de otra, un pequeño desasosiego me embargo durante varias horas.A la mañana siguiente Lucía me dijo que había dormido en la habitación de invitados. Un gran portazo resonó haciéndome salir hasta el pasillo. Allí estaba ella en camisón saliendo de la habitación donde se había quedado a dormir mi esposo.Pase de nuevo al interior de mi dormitorio. Si ella lo quería que se lo quedará. Maldito cínico dos días atras se había acercado a mí para conocerme mejor y tan solo unas horas habían gastado para que se revolcase con ella.Baje hasta su despacho hecha una furia, respire profundo varias veces, aunque estaba enfadada no deseaba montar un escándalo.Toque a la puerta y espere hasta que este me diera su permiso.Una vez me dejó entrar fui franc