Abigail Creo que el destino por primera vez me está viendo de buena manera. Hoy al llegar a la empresa junto a Christopher nos enteramos de que uno de los negocios que se hicieron antes del accidente había empezado a tener problemas y ¡sorpresa sorpresa!, dicho negocio está en Alemania. Además de esto los señores Rodríguez han viajado para reunirse con Christopher esta semana, lo que hace imposible que él viaje, por lo que me ofrecí a ir en representación suya. —Por supuesto que no. Siento como mi ceño se frunce al escucharlo y no dudo en cruzarme de brazos y mirarlo con ojos entrecerrados. —¿No crees que pueda manejarlo? Pensé que habías dicho que era capaz para trabajar contigo. Él suelta un gruñido enojado al escucharme y se pone en pie, antes de rodear el escritorio y detenerse enfrente mio. Sus ojos ahora mismo están fijos en los mios. —Anigail, hace menos de dos meses fuiste el blanco de un secuestro. El imbécil de tu ex está libre aún, ¿como quieres que permita que va
AbigailLos dos días han llegado a su final, pero puedo decir que fueron muy provechosos. El negocio de Christopher fue un éxito y la visita a la empresa me dejo totalmente satisfecha.Me he traído conmigo copias de todas las carpetas contables y las cuentas que se están trabajando, no porque dude o desconfíe, sino porque como dueña de la empresa es mi deber estar al tanto de todo.Estamos en el aeropuerto a instantes de abordar y me siento nostalgica. Esta dentro de poco va a ser mi ciudad de residencia, voy a dejar atrás a Londres y a Chris. Eso es algo a lo que aún no he podido hacerle frente.—Ese es nuestro vuelo— me dice Mel y solo ahí caigo en cuenta que ya nos han llamado.Asiento en su dirección y juntas subimos al avión. Christopher fue quien compró nuestros tiquetes, por lo que ahora estamos viajando en la linda cabina de primera clase.—Tu esposo ha ganado puntos al hacernos viajar así de cómodas— dice Mel mientras se recuesta de su asiento.—Se lo haré saber— le digo con
ChristopherLa casa se siente más silenciosa de lo normal cuando entro. Aunque tal vez se deba a que estoy llegando pasadas las nueve de la noche. No me di cuenta que se me había hecho tan tarde mientras estaba reunido con Annie y tampoco caí en cuenta que no volví a saber nada de Abigail.Haberme encontrado con Annie ha sido una completa casualidad, llevábamos al menos tres años sin vernos o saber nada el uno del otro.Somos primos. Fuimos muy unidos durante la niñez y adolescencia y cuando mis padres murieron ella fue quien más estuvo conmigo, sin embargo, al crecer la abuela y sus padres le dijeron que tenía que empezar a hacer frente a sus obligaciones con la familia.Querían casarla y ella no aceptó. Yo en su momento no entendí su negativa y me comporté, como es normal, como un completo imbécil y ella también dijo cosas que terminaron de alejarnos. Hasta hoy.Avanzo hasta que llego a la habitación y me sorprendo cuando al abrir encuentro a la llorona acostada y tapada con la sába
ChristopherUna llamada a medianoche nunca augura nada bueno. El cuerpo desnudo de Abigail está encima mío por lo que como puedo estiro mi mano y tanteo en la mesita de noche tomando el celular justo cuando este deja de sonar.Miro el remitente de la llamada perdida y me pongo alerta de inmediato al darme cuenta que se trata del topo que le hemos puesto al imbécil del ex de Abigail.Con cuidado de no despertarla ruedo el cuerpo de Abigail y me pongo en pie devolviendo la llamada. Espero una, dos, tres timbradas hasta que la voz se escucha al otro lado de la línea.—Señor Dimas, le tengo noticias.Siento como todo mi cuerpo está tenso mientras imagino distintos escenarios de lo que puede significar esta llamada.—Te escucho.—He conseguido las pruebas sobre los movimientos ilegales, tengo fotografías de él con líderes de la Mafia y copia de las ventas y lavados de activos que están haciendo por medio de la empresa.JODER. JODER. JODER. Esto es grande, es muy, pero muy grande. Tengo que
AbigailLos nervios mientras entrego el trabajo final de mi tesis poco tienen que ver con la calificación. Desde hace dos días cuando recibimos la llamada del topo he estado a la expectativa, esperando que el detective llame para decirnos que el momento de hacer el movimiento ha llegado.Además también he tomado la decisión de subastar el jade que me dio mamá para poder ayudar a las personas de la empresa que quedarán en el aire. La subasta se llevará a cabo hoy mismo en uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, Mel se ha encargado de todo.—Muy bien, Abigail, hasta ahora todo se ve correcto con su tesis, estaremos enviando observaciones, si tenemos, a su correo.Agradezco a los profesores y sin distraerme más camino directo hacia mi auto. Dejando salir un suspiro me subo al auto y empiezo a dirigirme hacia la empresa, la de Chris, hemos quedado en hablar sobre la última información dada por el topo y en lo que haremos a continuación.No demoro más de quince minutos para lleg
ChristopherVoy muy retrasado para la subasta. Justo cuando estaba por salir recibí la visita de la abuela quien al saber hacia donde iba decidió acompañarme y por supuesto llevar otras cosas para donar a la subasta.Luego, cuando al fin parece que podemos salir, recibo una llamada del detective que me tomó al menos quince minutos más, donde acordamos nuevos detalles del operativo. Por lo que ahora estamos llegando unos 35 minutos tarde.Lo único que me da un poco de alivio es que más temprano le hice llegar al menos 5 artículos más a la loca amiga de la llorona para que subastara antes del jade.—¡Al fin!— digo, cuando detengo el auto en la entrada del hotel, listo para darle las llaves al valet.—Parece que estás ansioso— comenta mi abuela desde su lugar y por toda respuesta guardo silencio.Sin embargo, mi silencio nunca le ha importado, por lo que rápidamente regresa al ataque.—Debo admitir que este panorama nunca pasó por mi mente cuando todo esto empezó— Ahora si me encuentro f
ChristopherHa llegado el día del operativo y las cosas son una locura. Los topos de Abigail ya están enterados de lo que ocurrirá el día de hoy por lo que deben tratar de actuar lo mejor posible para evitar sospechas, pero al mismo tiempo vigilar que todo se lleve de manera correcta. Y el topo que yo inserté solo necesita una señal para empezar a actuar y ayudarnos a que el imbécil no se escape.El detective, la unidad de narcóticos y la policía también están preparados para iniciar, nos ha advertido que las cosas podrían salirse un poco de control y nos recomendaron que nos mantuviéramos al margen mientras se llevaba a cabo. —¿Por qué yo no puedo ir y tú si?Tengo que sostener el puente de mi nariz y respirar con profundidad para evitar gritar ahora mismo. Llevamos casi una hora teniendo la misma discusión y la llorona aún no entiende que no voy a cambiar de opinión.—Porque ahí serías una distracción, en cambio acá vas a estar segura— le digo y veo que ella tiene toda la inten
AbigailMe siento muy cansada. Lentamente empiezo a abrir los ojos y la luz de la habitación me ciega por un instante haciendo muy difícil mantenerlos abiertos. Cuando por fin consigo acostumbrarme, parpadeo repetidas veces y empiezo a mirar el lugar en el que estoy descubriendo que es una habitación de hospital.—¡Abi!Giro hacia donde proviene la voz y un dolor punzante atraviesa mi cabeza y al tocar me doy cuenta que lleva una venda y lo que se siente como puntos debajo.—¿Mamá? — digo, viendo a mi madre acercarse con ojos muy rojos e hinchados hacia mi— ¿Qué ha pasado, mami?Mi madre deja salir un sollozo al escucharme y eso de inmediato hace que me coloque alerta.—¿Abi, hija, no recuerdas nada de lo sucedido en la casa?Frunzo el ceño y hago un esfuerzo por entender de qué me habla y es ahí cuando a cuenta gotas los recuerdos comienzan a llegar a mi mente: el operativo, la llamada, los disparos, Esteban tomandome de rehén…—¡Mi bebé!— grito y llevo mis manos de inmediato a mi